Gonzalo Aguirregomezcorta 10y

Team USA llegó, miró y conquistó

MADRID -- Estados Unidos se proclamó vencedor del Mundial de España después de derrotar a Serbia con un golpe definitivo en el panorama internacional. Los estadounidenses se llevaron la cita con un marcador de 129-92 que les deja como el equipo que más puntos logró no solo en un solo juego, sino en el torneo completo.

El dominio de EEUU se ha hecho insalvable para los equipos europeos y latinoamericanos, que ni siquiera tuvieron tiempo para pestañear ante la letal estela de Mike Kryzewski y sus alumnos. Fueron claros dominadores en la fase de grupos, y en el tramo final del campeonato se mostraron sencillamente intratables.

Eslovenia, Lituania y Serbia no pudieron hacer frente al vendaval ofensivo y defensivo del mejor equipo del mundo, que vuelve a triunfar gracias a su quinto Mundial de la historia (2010, 1994, 1986 y 1954) y su quinta medalla de oro en los últimos cinco torneos de peso: FIBA Américas 2007, celebrado en EEUU, Juegos Olímpicos de Beijing 2008, Mundial de Turquía en 2010 y los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

"Cada una de esas medallas es especial porque siempre son equipos distintos, aunque la atmósfera y la cultura sigan siendo la misma", afirmó coach K tras la final. "Cuando comenzamos hace nueve años, teníamos dos objetivos: ganar oros y respetar a los países y al mundo en cómo lo hacíamos. Creo que una de las razones por las que hemos ganado es porque tenemos ese respeto. Hay grandes jugadores, nos preparamos como locos y nos hacemos mejores ante la comunidad internacional", sentenció.

El dominio es abrumador en todos los sentidos. Han sido capaces de lograr el éxito con solvencia ante selecciones de gran nivel y esa superioridad no ha sido utilizada para subestimar a sus rivales. Ahí reside una de las claves del equipo, en la supremacía marcada por el respeto, algo que se ha conseguido con un gran grupo de jugadores que han hecho piña. EEUU sigue estando a años luz del resto de las selecciones del mundo muy a pesar de la humildad que despliega el coach del combinado nacional.

"Podríamos perder el siguiente partido contra equipos europeos o sudamericanos. Los marcadores indican que hemos dominado, pero si ves los partidos se comprueba que hemos luchado duro. El básket internacional es fabuloso, por eso me enorgullece haber ganado las últimas competiciones. No creo que haya un hueco entre EEUU y Europa. Hay grandes equipos, por eso el 20 por ciento de los jugadores de la NBA son internacionales", afirmó el coach.

"UN SUEÑO HECHO REALIDAD"

Ocho de los 12 jugadores de EEUU no habían participado antes en ningún torneo internacional. La satisfacción fue enorme para todos ellos, incluso los 'veteranos' curtidos en otras lides (Derrick Rose y Stephen Curry, oro en el Mundial de Turquía 2010, Anthony Davis y James Harden, oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012).

"Es un sueño hecho realidad. Es un gran trabajo por parte del coach y de todos los compañeros", señaló Harden (14.2 ppj y 3.2 apj). "Es una gran manera de representar a nuestro país, para muchos es la primera vez que están aquí. Dice mucho de nuestro equipo".

Con 26 años de edad, Curry (10.7 ppj) es otro de los jugadores que ya tiene dos medallas en su currículum.

"Sabíamos que no podíamos relajarnos y no dar nada por hecho. Fue una gran oportunidad para que todos aportáramos. Pocas veces se consiguen cosas como éstas. Es mi segundo oro y lo aprecio mucho por el esfuerzo", argumentó.

Rose (4.8 ppj y 3.1 apj) también se sintió afortunado por haber participado en un grupo que ha hecho muy buenas migas dentro y fuera de las canchas y que volvió a colocar al básquetbol estadounidense en la cima de la élite mundial.

"Somos muy afortunados. Cada día que hemos estado en la carretera estuvimos juntos como equipo, apoyándonos entre nosotros. Nos encanta viajar por el mundo y jugar un deporte que amamos junto a fans que vienen a apoyarnos desde todas partes del mundo. Cuando eres un niño no piensas en eso, pero cuando lo tienes lo aprovechas", declaró el armador de Chicago Bulls.

Keneth Faried (12.4 ppj y 7.8 rpj) fue el único jugador que dejó a un lado la humildad y fue contundente al calificar el triunfo de su equipo en el Mundial de España.

"Llegamos, vimos y conquistamos", apuntó.

No le falta razón después de haber visto a una auténtica apisonadora capacitada para vencer a sus rivales por una diferencia media de 33 puntos en los nueve enfrentamientos que han jugado los estadounidenses.

^ Al Inicio ^