Jordi Blanco / Corresponsal 10y

Preocupa mal arranque del Espanyol

BARCELONA -- Transcurridas tres jornadas de Liga, la impaciencia se ha instalado en el Espanyol. La derrota en Mestalla, no por inesperada dejó de ser dolorosa a través de la imagen de un equipo, el periquito, superado en todos los órdenes por el Valencia y que provocó que incluso el gol a anulado, mal anulado, a Sergio García quedase en un segundo término.

"El Valencia fue mejor y no podemos justificar la derrota en el arbitraje", admitió Sergio González, quien no escondió su disgusto porque su equipo anduvo "despistado" y "sin tensión" en tareas defensivas. Y mirar la clasificación no ofrece ningún dato para el optimismo.

El Espanyol sumó un punto en la jornada inaugural, en Almería, casi de casualidad. En el tiempo añadido y sin ofrecer ese cambio de fútbol que se prometió al comienzo de la pretemporada, cuando el nuevo entrenador pretendió con su discurso dar a entender la intención de superar la etapa de Javier Aguirre, abrazando la posesión y trasladando la pelea hacia un fútbol diferente.

De momento las cuentas no salen por ningún lado y la preocupación empieza a ser evidente. Si ante el Sevilla (1-2) se pecó de imprecisión, en Valencia (3-1) también faltó intensidad y la mezcla de todo ello ha condenado a los periquitos a la penúltima posición de la clasificación.

MALAS COMPARACIONES

Hace un año, por estas fechas, después de tres jornadas de Liga el Espanyol de Javier Aguirre era sexto en la clasificación. Sumaba cinco puntos tras empatar frente a Celta (2-2) y Betis (0-0) y ganar al Valencia (3-1) en un partido que provocó toda clase de elogios para el equipo del Vasco.

El entrenador mexicano siempre fue firme en sus convicciones y advirtió desde el primer día que la supervivencia deportiva del equipo blanquiazul siempre se sostendría a través de la lucha, la pelea, la intensidad, la fuerza...

Más allá de la calidad futbolística que pudieran ofrecerle algunos de sus jugadores, Aguirre comprendió que las dificultades económicas del club le empujaban a esa filosofía. No pareció ir desencaminado cuando en la temporada 2012-13 llegó a ilusionar a la afición con una clasificación para Europa que se evaporó por el mal final de curso y en la pasada campaña le dio excelentes réditos durante buena parte del curso.

El Espanyol se enfrenta a los primeros miedos de la temporada. Hundido en la clasificación, desde el club se proclama que no existe ninguna crisis, pero la preocupación es evidente. Y la necesidad de ganar alumbra urgente. El próximo sábado, ante el Málaga, no habrá otra salida.

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