MADRID -- Doble misión ante el Basilea: iniciar la defensa del título de Champions League con el pie derecho y recomponer el camino tras dos derrotas consecutivas. Carlo Ancelotti hará uso de sus dotes de ingeniero para encontrar una solución.
"Yo me siento como un entrenador que tiene que arreglar cosas en el equipo. Este partido llega en un momento justo para tener una buena reacción para mostrar lo bueno que tenemos.
"Tenemos una vez más la obsesión de ser competitivos en la competición más importante. Tenemos un recuerdo fantástico del año pasado", dijo el técnico italiano en rueda de prensa tras el entrenamiento del equipo de esta mañana, último de cara al encuentro que se disputará mañana por la noche en el Santiago Bernabéu.
Sin grandes cambios y con prácticamente los mismos once jugadores, Ancelotti intentará emplear todos los recursos de que dispone para hacer funcionar al equipo sin tener que diseñar una estrategia novedosa, pues asegura que sus hombres "se sienten cómodos" con el sistema empleado hasta ahora, un 4-3-3, y que "no hay razón para cambiarlo".
Pero tras dos derrotas consecutivas sin un mediocampista defensivo visible, las dudas han empezado a asaltar a la afición del Real Madrid, que se impacienta con el técnico que insiste en alinear a Luka Modric, Toni Kroos y James Rodríguez en un mediocampo sin un solo mediocampista defensivo que trabaje en la recuperación. Para Carlo Ancelotti, sin embargo, el problema no pasa por la falta de costumbre del colombiano para realizar labores defensivas o el perfil del alemán, que trabaja en distribución y juega demasiado adelantado en el campo. El problema, asegura, consiste en la falta de ritmo de sus jugadores, que no tuvieron una pretemporada en condiciones y que pasada la hora de juego comienzan a dar signos de cansancio.
"Es una cuestión de actitud; no ha cambiado la alineación y para mañana igual. El problema es claro: necesitamos más continuidad (de ritmo). El nivel de juego de este año es muy superior al del año pasado. Necesitamos continuidad durante los 90 minutos", dijo el técnico, quien sin embargo, admitió que podría tener un as bajo la manga en la figura de Asier Illarramendi.
Lesionado Sami Khedira, el vasco es el único mediocampista de perfil defensivo que queda en el equipo y quien hasta ahora no ha gozado de suficientes minutos, algo que podría cambiar en el encuentro de mañana; si no de inicio, en algún momento en la segunda parte.
"Tenemos cobertura de todas las posiciones del campo. Tenemos un muy buen mediocentro que es Illarramendi que puede ser utilizado en algunos momentos", reconoció el técnico.
La preocupación de Ancelotti se centra en dos situaciones puntuales: en primera instancia, la falta de equilibrio y en segunda, los errores defensivos en jugadas a balón parado que han costado ya seis puntos esta campaña.
Para el primer problema, la solución llegará cuando el equipo adquiera un ritmo de juego, pues según señala "hemos perdido un poco de equilibrio cuando no tenemos el control del juego". El segundo, sin embargo, resulta más complicado de superar. Ya el sábado señaló que habían "entrenado todo el tiempo" con las situaciones a balón parado y esta vez no será excepción, pues es ahí donde su equipo ha exhibido su mayor vulnerabilidad.
"Hemos tenido problemas en la cobertura del primer palo, lo hemos tenido en Anoeta cuando la peinó Prieto y lo mismo pasó el sábado (contra el Atlético). Estamos trabajando para tener una mejor cobertura en el primer palo que es la zona más peligrosa a balón parado", señaló.
Salvo los lesionados Dani Carvajal, Sami Khedira y Jesé Rodríguez, quienes continúan en sus respectivos procesos de recuperación, Ancelotti contará con el resto del plantel, luego de que Pepe se uniera al trabajo grupal esta mañana y se reportara listo para disputar el encuentro.