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Los desafíos de Greg Oden

Greg Oden regresó a la NBA la temporada pasada, pero los desafío en su vida están lejos de terminar Mark Macho

La tenue luz del sol ilumina el bullicioso recibidor del gimnasio mientras las porristas del equipo universitario se amontonan cerca de una gran vitrina de trofeos construida en las paredes de ladrillo del complejo deportivo del Lawrence North High School de Indianápolis.

El grupo estalla en una serie de saltos, giros y aplausos al final de una práctica reciente después de la escuela. Por encima de ellas, centrado en el interior de un santuario de recuerdos de campeonato que va de piso a techo, hay un poster de su principal colaborador.

Una de las imágenes captura a Greg Oden luchando por la posición en el poste bajo mientras conducía a los Wildcats a un tercer título estadual consecutivo y al ranking nacional nro. 1 en 2006. Otro muestra una de las tantas volcadas enfáticas que le valieron a Oden los honores de Mr. Basketball de Indiana y de jugador nacional del año de Gatorade en 2006.

Ha pasado casi una década desde que Oden ostentaba aquí sus 7 pies de altura con el potencial de convertirse en el próximo gran centro de la NBA, el próximo Russell o Wilt o Kareem.

Pero lo que Oden podría haber sido ahora es una reliquia. El ex gran prospecto de preparatoria, estrella de Ohio State y pick global nro. 1 en el draft 2007 de la NBA, alguna vez llenó de orgullo los pasillos de esta escuela. Ahora que su carrera como jugador podría estar terminada y que su libertad corre peligro debido a un cargo grave de violencia doméstica, los administradores, entrenadores y estudiantes de Lawrence North High School responden a preguntas sobre él con mal humor o sencillamente se niegan con cortesía a hablar.

Después de casi cuatro años sin jugar, Oden se recuperó de las lesiones que empujaron su vida hacia un espiral descendente y finalmente regresó a una cancha de la NBA, jugando escasos minutos para el Miami Heat la temporada pasada.

Ahora que los campos de entrenamiento de la NBA están por comenzar en dos semanas, tanto su vida basquetbolística como su vida personal una vez más están definidas por preguntas.

"Cada vez que Greg parece estar en alza, algo pasa", dijo James Jones, quien fue compañero de Oden durante una temporada con los Portland Trail Blazers y la campaña pasada con el Heat. "Es una lástima. Obviamente, esta vez la situación es diferente a cualquier cosa que haya enfrentado antes".


Oden, un hombre introvertido que no suele elevar la voz, por lo general evitaba la atención pública, aún en sus etapas más productivas. Sin embargo, un lado más oscuro surgió durante las primeras horas del 7 de agosto de 2014.

Al regresar de una discoteca a casa de su madre en los suburbios de Indianápolis con dos mujeres que habían ido a la ciudad para visitarlo, según la policía, Oden se puso violento durante una discusión con una mujer con la que había tenido una relación intermitente durante tres años. La madre de Oden, Zoe, le dijo a la policía que había despertado por una disputa que podría haber tenido que ver con acusaciones de la infidelidad de su ex-novia. Los registros de detención indican que Oden subyugó a su madre y a una segunda persona, descrita como la mejor amiga de la víctima, para atacar a su ex novia cerca de un sofá de la sala familiar.

Oden golpeó a la víctima al menos tres veces en la cara, quien terminó con una laceración en la frente, un ojo hinchado y una fractura nasal, según documentos del tribunal. Un amigo de la ex novia le dijo a la policía que Oden sólo dejó de golpearla cuando vio que la sangre salpicaba el sofá.

"¡Detente! ¡Detente! ¡Déjala!", le gritaban los testigos a Oden, según los registros de la policía.

"Realmente quería golpearle [redactado]", les dijo Zoe Oden a los investigadores, según el informe policial.

Oden efectuó una de las dos llamadas al 911 de la policía desde la residencia después del altercado, según los documentos judiciales. Allí reconoció que había tenido una pelea con su ex novia.

"Ya sé cómo va a ir esta [redactado]", dijo. El operador le preguntó a Oden si hacía falta una ambulancia.

"Eh, alguien está sangrando, así que sí", contestó. "Pero no es tan profundo. Así que sí, envíe una ambulancia".

El oficial de turno llegó a la casa de Oden alrededor de las 3:30 de la mañana y observó que Oden estaba "tranquilo, arrepentido y cooperativo", y que "se hizo plenamente responsable por sus actos".

Según el informe, Oden le dijo a la policía: "Las cosas se salieron de control y comencé a ir tras [la víctima]. Mi madre y [la amiga de la víctima] intentaron detenerme, pero agité los brazos para quitarlas del camino y luego golpeé [a la víctima] en la cara. Me equivoqué y sé lo que tiene que pasar".

La víctima al principio no cooperó con las autoridades, pero más tarde le dijo a la policía que Oden, quien ha reconocido haber desarrollado un problema con la bebida durante su rehabilitación en Portland, había estado bebiendo tragos de alcohol y un par de cervezas en el club nocturno. También le dijo a la policía que Oden "a veces se enoja cuando bebe" y admitió que tenían problemas en su relación.

Oden fue detenido y puesto en libertad bajo fianza horas más tarde. Se declaró no culpable el 13 de agosto por cargos de agresión causante de lesiones corporales graves y otros dos cargos menores de violencia. Desde entonces, algunos familiares y asociados le han recomendado a Oden que considere hacer terapia y tratamiento. Mike Conley Sr., agente y mentor de Oden desde hace mucho tiempo, no quiso confirmar en qué medida o cuáles son los problemas por los que Oden podría haber buscado ayuda.

El juicio de Oden fue originalmente programado para el 22 de octubre, pero el lunes un juez concedió una postergación para el 19 de noviembre. Oden puede salir de Indiana, pero debe llevar un dispositivo de rastreo con GPS por orden judicial hasta su juicio. Oden regresó a Miami recientemente para mudar sus pertenencias del apartamento donde se había quedado mientras jugaba con el Heat.

"Arrepentido ni siquiera empieza a describir cómo se siente", Conley Sr. le dijo a ESPN.com el lunes. "La gente escribirá y dirá lo que quiera, y sé que Greg es una historia, pero todo eso no le importa ni a él ni a mí en este momento. Está trabajando para mejorarse a sí mismo -- no sólo para la NBA, la prensa o cualquier otra persona. Por esa razón, no quiero hablar de lo que Greg ha hecho y hará".


Se suponía que la temporada 2013-14 sería un nuevo capítulo en la vida de Oden. Después de perderse tres temporadas consecutivas y de someterse a cinco cirugías en las rodillas, entre ellas tres procedimientos de micro fractura, aquí es donde podría haber comenzado a construirse un final feliz.

Y en muchos sentidos, las cosas cambiaron para mejor. Cuando completó el campo de entrenamiento con el Heat y se aseguró un lugar en la plantilla que había sido suyo desde el principio, Oden habló de la alegría de simplemente poder ponerse un uniforme de la NBA nuevamente. Se enorgullecía de ser capaz de salir de la cancha al final de los partidos "todavía en dos piernas", sin importar si había jugado 12 minutos o visto acción solamente durante la entrada en calor antes del partido y durante el descanso.

Cuando el Heat derrotó a los Indiana Pacers en las finales de la Conferencia Este, enviando a Oden a las Finales de la NBA por primera vez en su carrera, el dueño del equipo Micky Arison le pasó el trofeo a Oden para que lo levantara primero. Más tarde, en los vestidores, se convirtió en su compañero de baile.

"Es una de las grandes historias de éxito de la temporada regular", dijo el entrenador del Heat, Erik Spoelstra, sobre Oden a principios de este verano. "A veces, la percepción desde afuera es tan poco sensible que no se considera como un éxito. Greg ha pasado por más de lo que cualquiera de nosotros imagina para llegar a este punto. Ver esa sonrisa en su rostro después de las finales de conferencia -- eso [viene] de haber visto algunos lugares muy bajos y oscuros de cosas que no puedes controlar".

Sin embargo, las contribuciones de Oden camino al título de la conferencia fueron menores. Jugó apenas 23 partidos de temporada regular, incluyendo seis aperturas, con un promedio de 2.9 puntos, 2.3 rebotes y 0.6 bloqueos en 9.2 minutos. Oden fue llevado a Miami en parte para contrarrestar la ventaja de tamaño de algunos de los contendientes del Este. Pero contra Roy Hibbert y los Pacers en las finales del Este, Oden jugó apenas cinco minutos en total. Y jugó tres minutos en la derrota contra los San Antonio Spurs en las Finales.

Aunque su potencial alguna vez predijo mucho más, Oden le dijo durante la postemporada 2014 a Mark Titus, escritor de Grantland y ex compañero suyo en Ohio State: "Ya he superado todo eso. Sé que soy uno de los grandes chascos en la historia de la NBA, y sé que eso sólo va a empeorar a medida que Kevin Durant siga haciendo grandes cosas. Es frustrante que a veces mi cuerpo no pueda hacer lo que mi mente quiere que haga. Pero preocuparme o quejarme por ello no va a arreglar nada".

En privado, su batalla con los demonios personales aún hacía estragos, según informaron varias fuentes. El abuso del alcohol seguía siendo una preocupación la temporada pasada ya que se perdió muchos partidos por dolor en las rodillas y la espalda. Cuando quedó en Miami durante las giras del equipo al principio de la temporada, fue visto a menudo en bares y restaurantes locales de deportes, incluyendo un Hooters frente al AmericanAirlines Arena, para ver los partidos.

No pasaba mucho tiempo con sus compañeros de equipo cuando sí viajaba, optando en cambio por aventurarse solo o con amigos ajenos al equipo. Pero varios miembros del Heat comentaron que se mantuvo equilibrado a lo largo de la temporada, lo cual uno de los jugadores dijo que era más de lo que muchos esperaban teniendo en cuenta su difícil situación. Oden rara vez mostró su frustración aquellas veces que esperaba jugar pero no lo hizo, aunque a veces sí se burlaba cuando los periodistas le preguntaban por su estado de salud luego de que Spoelstra sugiriera que no estaba listo para jugar.

Hubo momentos en los que el presidente del equipo, Pat Riley, claramente parecía más ansioso que Spoelstra, quien se había comprometido con una alineación más pequeña con jugadores interiores más versátiles para darle a Oden la oportunidad de jugar. De hecho, en un principio fue Riley, no Spoelstra, quien les anunció a los reporteros antes de un partido del 15 de enero en Washington, D.C., que Oden debutaría en la temporada regular.

Sus compañeros contaron de su humor seco con el rostro serio, y que a menudo bromeaba con que tenía un "contrato de rehabilitación" por años múltiples. Su candidez hasta el punto del auto-desprecio era visto como un mecanismo de defensa, pero en general era respetado por quienes le rodeaban.

Pero en una noche con hechos como los que supuestamente se llevaron a cabo el 7 de agosto, se puso feo. Entre los detalles de los documentos de detención de Oden que le llamaron la atención al sociólogo Dr. Harry Edwards, profesor emérito de la Universidad de California-Berkeley quien actuó de asesor para los San Francisco 49ers y los Golden State Warriors en relaciones deportivas, familiares y étnicas durante casi cuatro décadas, fue la yuxtaposición de su presunta rabia mientras golpeaba a su novia y la tranquilidad con la que le describió el incidente a la policía en previsión de las posibles consecuencias.

"Estoy más horrorizado por eso de lo que estaría si solamente hubiera perdido la cabeza por un momento", dijo Edwards. "Porque lo que está diciendo aquí es: 'Oigan, yo hice esto. Castíguenme. Denme mi merecido'. Si fue lo suficientemente racional para ir ahí, entonces fue lo suficientemente racional como para no pegarle a esa mujer".


El momento del caso de Oden lo coloca de lleno en el centro de la controversia y el debate nacional ya que la NBA y la NFL apuntan a las nuevas medidas de conducta más rígidas para castigar a quienes cometan actos de violencia doméstica.

Las consecuencias del arresto de Ray Rice en febrero por asalto a mano armada sigue tomando forma, ya que el corredor de seis años fue suspendido indefinidamente y cortado por los Baltimore Ravens tras la publicación de un segundo video en el que aparece golpeando a quien entonces era su prometida. En agosto, la NFL estableció directrices de castigo más severas para este tipo de incidentes después de que la liga fuera criticada por haberle dado a Rice una suspensión de apenas dos partidos.

Bajo las nuevas medidas punitivas de la NFL, cualquier empleado que cometa actos de violencia, agresión, violencia doméstica o asalto sexual será suspendido sin goce de sueldo durante seis partidos ante la primera falta. Una segunda falta supone una suspensión de al menos un año. El primer caso para poner a prueba la nueva política no se hizo esperar, ya que tres días después de su implementación, el liniero defensivo Ray McDonald de los 49ers fue detenido por un delito grave de violencia doméstica tras un presunto altercado con su novia embarazada. McDonald ha jugado los dos primeros partidos de San Francisco, ya que el equipo citó la importancia de respetar el debido proceso. Greg Hardy no pudo jugar el primer partido local de los Carolina Panthers el domingo tras haber sido declarado culpable en julio por un juez del condado de Mecklenburg de haber agredido y amenazado a su ex-novia.

Si Oden (agente libre) es fichado, podría quedar sujeto a suspensión en caso de ser condenado, de declararse culpable o de no refutar ninguna de las acusaciones, según las directrices disciplinarias de la liga. Una primera falta de este tipo en la NBA por lo general recibe una suspensión de 10 partidos, pero podría ampliarse a discreción del comisionado Adam Silver.

El base armador Raymond Felton de los Dallas Mavericks fue suspendido de los primeros cuatro partidos de la temporada 2014-15 tras haberse declarado culpable en julio de un delito de armas. Felton fue detenido en febrero cuando era miembro de los New York Knicks tras ser acusado de apuntar a su ex esposa con un arma no registrada.

"Creo que cada franquicia debería patrocinar o adoptar un refugio para mujeres, donde vayan a limpiar, restaurar, pintar, lavar ventanas y servirles la cena a la mujeres y los niños ", dijo Edwards. "Luego deberían sentarse a escuchar las historias de estas mujeres, para que sepan el daño que causan cuando les ponen las manos encima".

Aunque los estudios llevados a cabo han demostrado que la tasa de arresto por violencia doméstica entre los atletas profesionales es significativamente menor a la de la población estadounidense en general, el creciente flujo de detenciones de alto perfil ha generado preocupación y elevado la conciencia.

Según una investigación diferente de ESPN y USA Today, más de 80 jugadores de la NFL han sido arrestados por violencia doméstica desde el año 2000. Oden es al menos el octavo jugador de la NBA investigado o acusado de violencia doméstica en los últimos 20 meses.

"Cuando se vive en una sociedad donde es cuatro veces más probable que una mujer embarazada se presente en una sala de emergencias después de haber sido golpeada que por una cuestión de maternidad, entonces tienes un problema", dijo Edwards. "La imagen de la violencia contra las mujeres en la sociedad estadounidense no es Ray Rice. No es Greg Oden. Es el tipo de al lado. Es el hombre que te cruzas en la calle. Es tu peluquero, o el verdulero o el oficial de policía. La diferencia con los atletas es que son bien remunerados, de alto perfil y conocidos públicamente. Hay una factor de magnificación ya que supuestamente representan un nivel superior de civilidad".

Edwards, quien ha asesorado a atletas profesionales implicados en conflictos domésticos, revisó el caso de Oden y cree que es fundamental evitar una vinculación con su historial de lesiones, depresión y problemas de alcohol como factores atenuantes de un estallido violento contra una mujer.

"¿Hay alguna posibilidad de que su cadena de decepciones haya tenido un impacto en sus frustraciones expresadas?", pregunta Edwards. "Absolutamente, porque es humano. Pero golpear a una mujer simplemente no es una opción. Y tratándose de alguien de tan alto perfil, no quiero oír hablar de su mala suerte".

Los intentos de contactar a Oden en sus hogares de Indianápolis y Miami no fueron exitosos.


Nate McMillan estaba ahí cuando comenzó la primera caída de Oden.

Los Trail Blazers terminaron muy por debajo de .500 en las dos primeras temporadas del ejercicio de McMillan como entrenador en jefe, pero un talento único en su generación como Oden supuestamente debía revertir esta tendencia. Con Oden, Brandon Roy y LaMarcus Aldridge, Portland había cultivado un joven y estelar Big 3 antes de que Miami siquiera pudiera soñar con algo así.

Pero las grandes esperanzas no duraron mucho. Unos dos meses después de haber sido seleccionado en el draft, Oden se sometió a una cirugía de micro fractura en la rodilla derecha, que terminó con su temporada de novato antes de su comienzo.

En lugar de enseñarle a su centro de franquicia los puntos más finos del juego de poste, McMillan pronto comenzó a pasar las noches enseñándoles a los Blazers a sobrevivir sin él. Eventualmente, sus días a menudo requerirían trabajar con Oden a través de terapia para la depresión. Hubo momentos en los que el personal de básquetbol de Portland se asesoraba para ayudar a Oden a beneficiarse más de sus propias sesiones.

"Nosotros tratamos de hacer todo lo que creíamos que teníamos que hacer", dijo McMillan. "Pero también sentimos que necesitaba un poco de ayuda externa. Trabajamos con su agente, ex entrenadores, mentores, Mike Conley Sr., su familia... tratamos de averiguar qué era lo mejor. Intentamos traer a todas las personas que creíamos que podían ayudar".

Todavía lo está intentando. McMillan, ahora asistente de los Pacers, dijo que ha mantenido el contacto con Oden y ha sido una de las personas que le han recomendado que reanudara los estudios en Ohio State para obtener un título una vez que se resuelvan sus problemas. El campus de los Buckeyes alguna vez fue una zona de confort durante el tiempo de Oden fuera de la NBA mientras tomaba clases y trabajaba en su acondicionamiento para reanudar su carrera como jugador.

"Llega un punto en la carrera profesional de un jugador en el que tiene que empezar a pensar en la vida después del básquetbol", dijo McMillan. "Para Greg, llegó hace un par de años. Pero ahora definitivamente tiene que pensar, 'Ey, ¿qué voy a hacer?'"

Zoe Oden ha dicho que su hijo mayor es un buen chico que tuvo una mala noche. Un ex compañero insiste que Oden ha trabajado mucho para superar la adversidad en el pasado y volverá a hacerlo. Uno de sus competidores quiere que Oden adopte medidas para solucionar sus problemas.

"Lo que sea que haya pasado no fue la mejor situación para él", dijo Al Horford, quien fue seleccionado dos puestos detrás de Oden y cuyos Florida Gators vencieron a los Buckeyes de Oden en el juego de campeonato de la NCAA 2007. "Pero creo que hay algo más en él. Podrá hacer algo más. Realmente lo creo".

Sin embargo, el enfoque por ahora está lejos del básquetbol.

Hay una conferencia previa al juicio de Oden programada para el 19 de septiembre. Se le acusa de lo que califica como un delito grave de Nivel 5. A.J. Deer, portavoz de la oficina del fiscal del condado de Marion, dijo que las causas de Indiana que caen bajo esa distinción de delitos graves por lo general no son elegibles para las alternativas de desviación previa al juicio para evitar el procesamiento. El abogado defensor de Oden ha rechazado las solicitudes de entrevistas hasta la resolución del caso.

La NBA y el sindicato de jugadores de la liga están monitoreando el caso de Oden, aunque un ejecutivo de la liga dijo que la gravedad de los cargos contra Oden por ahora genera muchas dudas en cuanto a sus perspectivas de firmar con un equipo.

El Heat no ha respondido las solicitudes de comentarios sobre Oden desde su detención. Una semana antes del incidente, Riley no descartaba el retorno de Oden.

"Hemos hablado de ello, y nosotros le conocemos físicamente mejor que nadie", dijo el presidente del equipo durante una conferencia telefónica el 30 de julio sobre los planes de temporada baja del Heat. "El año que viene elevaríamos el protocolo sobre él y veríamos cómo le va con un enfoque diferente. Le he visto jugar prácticas y partidos, y uno sencillamente no puede descartar semejante talento".

Los ejecutivos de dos equipos contra los que Oden jugó la temporada pasada dijeron que creen que en el sistema adecuado el centro podría construir sobre sus pasos iniciales con el Heat.

Conley Sr. comentó que Oden sigue entrenando, pero no está enfocado en su carrera en este momento. No dijo si le han llamado equipos para preguntar sobre Oden durante las semanas posteriores a la detención.

"Él no quiere hablar de básquetbol o de cualquier cosa ajena al básquetbol en este momento", dijo Conley Sr., quien entrenó a su hijo, el base Mike Conley Jr. de los Memphis Grizzlies, y a Oden durante sus días como compañeros de AAU. "Nunca dejó de entrenar. Ese ni siquiera es el problema en este momento. Pero no está pensando en el básquetbol".

Puede que el jugador nunca llegue a brillar, pero aún hay mucho potencial de desarrollo en la persona.

"Rezo y espero que sea capaz de rehabilitarse mental y físicamente lo suficiente como para tener otra oportunidad", dijo McMillan. "Le he dicho que estoy de su lado. Sólo espero que sea capaz de mostrar algo al final".