El mediocampista de las Chivas de Guadalajara, Fernando Arce indicó que en el duelo de la pasada jornada ante Monterrey que fue suspendido por las condiciones climatológicas existió algo "extraño" y desconoce porque el silbante permitió que se llevara a cabo el duelo, sin embargo, el elemento rojiblanco considera que el árbitro no es culpable.
En entrevista concedida al programa ESPN Radio Fórmula, Arce reveló que era imposible jugar en la cancha del Tecnológico el sábado pasado por la fuerte tormenta que caía sobre la ciudad. El elemento de Chivas recalcó desconocer porque se llevó a cabo el partido si los jugadores de ambos equipos le dijeron al silbante que no querían jugar para no poner en riesgo su integridad física.
"Hay muchas opiniones pero realmente si uno ve la cancha y si el inspector de seguridad llega dos horas antes del compromiso y los vestidores no están funcionado como deberían de ser porque están llenos de agua, empezando por ahí creo que debía que tomarse una medida. Luego llovió dos días seguido, la pelota no botaba, era una burla y la gente se burlaba, parecía un circo", dijo.
Arce aseguró que lo más triste del compromiso ante Rayados fue la lesión que sufrió Hiram Mier pues destacó que el elemento de la plantilla norteña es un "un jugador que puede ser el futuro central de la Selección Mexicana, o tuvieron que operar, es decir, el jugador donde queda ¿al final? Es de llamar la atención. Los jugadores le mencionamos al central que no queríamos jugar porque no se puede pero había algo extraño, haciendo una llamada a alguien pero no se podía jugar."
El mediocampista rojiblanco señaló que por todo lo que se vivió antes de que diera comienzo el encuentro parecía que "había una orden de que el partido se jugara pero era imposible para el espectáculo, si lo ves en cualquier parte del mundo, el duelo se hubiera suspendido."
Al respecto del trabajo de Miguel Ángel Ayala, silbante que dirigió el encuentro, Arce se limitó a señalar que el silbante no le fue fácil tomar la decisión por lo que considera que no se le puede cargar toda la responsabilidad.
"El árbitro también estuvo entre la espada y la pared, el silbante no tiene toda la culpa, es cierto que es la autoridad en ese momento pero creo que en esta situación no es culpable", apostilló.