Carlos Irusta 10y

Narváez no dejó dudas

BUENOS AIRES -- Sí, esta vez Omar Narváez venció al mexicano Felipe Orucuta sin dejar dudas, salvo para un jurado que dio empate: Patrick Russell 114 iguales. Para los otros dos, Dennis Nelson y Robert Hecko el argentino se impuso por 116-112, aunque para nosotros las ventajas eran más amplias: 116-110. Los tres jueces fueron norteamericanos. Supervisó, Jorge Molina, de Argentina.

Todo parecía indicar que la pelea iba a ser mucho más dura que la que efectuaron el 25 de mayo en el Luna Park, y en la que Narváez ganó por puntos, pero en la que un jurado votó a favor del Gallito. Los once años y once centímetros a favor del mexicano, con Ignacio Beristáin en la esquina, hacían prever que el desafiante iba a venir con un libreto bien estudiado y que, a fuerza de fricciones, iba a inquietar al argentino más que en la primera pelea.

Y podría decirse que el libreto, sobre todo en la primera parte de la pelea, funcionó bien para el mexicano. Apoyado en su largo de brazos y gran velocidad en la descarga de combinaciones, Orucuta planteó la pelea de lejos, trabajando muy bien en el ataque. Sin embargo, y a medida que fueron pasando los asaltos, las descargas del retador comenzaron a chocar en los guantes o los brazos de Narváez, quien comenzó también a ser el más certero de los dos, con golpes cortos a la cabeza.

Orucuta, que también lanzó muchos golpes al cuerpo –y que estuvo a punto de ser penalizado por golpes bajos por el referí norteamericano Celestino Ruiz-, se quedó en la intención de desbordar a Narváez. Pero como no siempre cantidad es calidad, fueron muchos golpes y pocos certeros.

Como nos decía el periodista especializado Gustavo Ferradans, de El diario del centro del país, de Villa María. "Esta noche Narváez desplegó todo su repertorio, manejó los compases de cada round y dio cátedra de cómo defenderse y atacar. Terminó siendo un jeroglífico que el mexicano no pudo entrar con golpes claros. Encima, fue su pelea mundialista número 30: indiscutible".

Si algo le podía faltar a la pelea, fue el final, con un Narváez inspirado, lanzando golpes precisos de todos los ángulos, que obligaron a Orucuta a retroceder, cosa que no había hecho en ningún pasaje de la pelea. Pero a partir del noveno, fue el campeón quien estableció definitivamente las condiciones y pasó a adueñarse totalmente del ring. Sin en los asaltos anteriores había sido el mexicano quien dominó en el ataque –pero no en eficacia, ya que la mayoría de sus golpes no fueron claros- esta vez fue el turno de Narváez. La pelea terminó con una larga ovación de los espectadores, unos 2.500, celebrando por anticipado el triunfo por puntos.

Narváez, que registró 51,950 kilos, queda con una marca de 43 victorias con 23 KO, una derrota y dos empates. Orucuta (52,050) queda con 29 triunfos de los cuales 24 fueron por nocaut y suma su tercera derrota. A los 39 años, el Huracán volvió a soplar con fuerza, inteligencia y –esto ya es demasiado obvio- con experiencia, que le sobra. Tras la pelea le dedicó la victoria a Osvaldo Rivero (el promotor, dos días antes fue robado y golpeado en el camino de Buenos Aires a Villa María). "Mi sueño es llegar a campeón a los 40 años y ya falta menos", dijo el campeón, nacido en Trelew, Chubut, el 10 de julio de 1975.

En el semifondo, el campeón internacional mediano CMB, Sebastián Heiland (24-4-2, 12 KO), derrotó a Mateo Verón (19-14-2-2 SD, 3 nocauts) sin mayores apremios. Fue nocaut técnico en el quinto, cuando el rincón de Verón arrojó la toalla. Fue la cuarta pelea entre ellos, con 2 triunfos para El Gauchito Heiland, un empate y una ganada por El Chino Verón. Esta vez, Heiland fue muy superior.

Si Orucuta era un rival difícil en los pronósticos, en realidad lo fue, pero no llegó a poner en peligro la corona de Narváez, quien puso en juego toda su capacidad para la contra ofensiva, en un trabajo de menor a mayor que culminó con una gran exhibición al final, tanto que el mexicano llegó a trastabillar en el último, conectado por un par de golpes a la zona alta. Ganó Narváez, se terminaron las dudas con Orucuta y el "Huracán" prometió que seguirá soplando.

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