Armando Neria 10y

Chicharito: Goles vs camisetas

MÉXICO -- El fichaje de Javier Hernández, aún tras su doblete contra el Deportivo, sigue siendo un tema polémico en España y México: ¿Realmente es la solución de gol para el Real Madrid? ¿Su compra se dio por un tema más de imagen que deportivo? ¿Qué tanto influyen los negocios de Florentino Pérez en el momento de tomar la decisión?

Múltiples respuestas existen para estas incógnitas todas válidas, pero en el campo, lo tangible es que en 46 minutos de liga suma ya dos goles. Aún llama más la atención que ante el Deportivo hizo sus dos primeros disparos a gol (contra el Atlético no generó oportunidades) y ambos culminaron en el fondo de la red rival.

En menos de un mes, Chicharito ya ha hecho patente dos características que lo llevaron, en su momento, a estar en lo más alto del Manchester United: tener una enorme efectividad de gol (llegó a ser el segundo de la Liga en dos campañas, sólo por debajo del Kun Agüero) y ser un imán mediático.

A las arcas del Madrid le importa más lo segundo. Que entre y anote dos goles en un partido ya sentenciado, significa dinero que caerá a sus arcas, que su marca se expanda (sí, aún más), que el Real vuelva a ser un equipo seguido a tope en México. Para la afición Azteca importa más lo primero, es el revivir de uno de los jugadores que más se han querido en los últimos años. Para Hernández, parece que ninguna le importa; se mantiene en su discurso, en su sencillez, en su inexplicable calma.

Es cierto, es el arranque de la Liga, pero Javier ya consiguió en septiembre lo que no pudo hacer durante su último año y medio en el United: que lo volteáramos a ver, que nos ilusionáramos con otro mexicano, tener alguna razón para despertarnos en la mañana del fin de semana (incluso 'con resaca' como dirían en España) y buscar un partido de un club del que no somos seguidores. Ese es el efecto que tiene: sus goles venden ilusiones a los mexicanos, y camisetas para Florentino. Si le va bien al Chicharito, le va bien a todos; es un ganar-ganar, un negocio redondo.

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