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MÉXICO -- Rubén Omar Romano reconoció que el 21 de septiembre es una fecha crucial en su vida, ya que ese día, pero de hace nueve años, fue rescatado por las autoridades mexicanas tras haber pasado 65 días en cautiverio, luego que el 19 de julio de 2005 fuera secuestrado por un grupo de delincuentes al salir de un entrenamiento en La Noria. Desde entonces, dijo, aprendió que cada día hay que vivirlo con intensidad: "Por supuesto que cada 21 es como volver a nacer, me acuerdo de todo y me doy cuenta que la vida es una sola, y que hay que hay que disfrutarla". No negó que por un instante en aquellas cuatro paredes, un cuarto donde normalmente se le mantuvo encerrado, creyó que no regresaría a su casa: "Es un milagro de Dios que estoy con vida y a partir de ahí he decidido aprovechar cada minuto, vivirlos intensamente. Por supuesto que en esos momentos la familia, Dios, los amigos, eran muy importantes y por supuesto que me aferré a ello para seguir luchando. Pensaba en el primer día en que iba a salir nuevamente a un campo de juego". "Todos en la vida cometemos errores; (ese lamentable episodio en su vida) ya es pasado, lo más importante es que tenía a toda familia futbolística unida y en esos momentos para mi fue una parte fundamental Cruz Azul, por eso los llevo muy adentro, a toda su afición, a Billy Álvarez, a la gente, porque se portaron espectacular con mi familia". Expresó: "Lo recuerdo todo, fueron malos momentos los que pasé, pero nunca tuve un mal trato (por parte de sus captores), se portaron considerados conmigo y si hubo un poco de agresividad, fue en la última semana, pero fue por el nerviosismo, por muchas cosas, fue algo más psicológico. La verdad, mucho no quiero hablar, ni recordar tampoco. Sí tengo cada minutos y cosa presente, pero bueno, ya es pasado. Te digo, me sirve para acordarme cada vez que llega esta fecha, que la vida hay que aprovecharla, disfrutarla y vivirla intensamente". --A estas alturas de aquel lamentable hecho, ¿guardas rencor a tus plagiarios?
"No, no se puede vivir con rencores. No, por supuesto que no guardo rencor a nadie, más allá de que he tenido pasajes en mi vida de cosas desagradables, pero es normal, la vida en sí te da estos tropezones, estos golpes". FUNDIDO CON MÉXICO Y CON CRUZ AZUL
"Esto me unió más a México", aseguró, "siempre lo dije, México a mi me dio tantas cosas que por un momento desagradable no me iba a ir del país, ni iba a escapar, ni iba a huir. Estoy muy agradecido a toda la gente mexicana que siempre estuvo o rezando o prendiendo veladoras. Siempre sentí su apoyo, aún estando allá adentro".
Dijo que también confirmó quiénes eran y quienes no eran sus amigos, "pero he ganado muchos más de los que perdí". Reconoció Romano que le dolió su "divorcio" con Isaac Mizrahi, quien finalmente se quedó con su cargo en la dirección técnica de los cruzazulinos, a los cuales dirigía en aquel tiempo, aunque expuso que el también exatlantista le demostró su amistad en esos momentos de apremio, ya que "siempre estuvo al pendiente, se portó espectacular conmigo y con mi familia". --Cuéntanos cómo fue cuando te rescataron. Te vimos con la barba muy crecida, muy delgado. "Sentí alegría, pero todavía estaba 'choqueado'. No sabía qué decir, fue repentino, fue muy rápido". --Hubo quienes pensaron que era algo montado por la propia directiva de Cruz Azul.
"La gente puede pensar muchas cosas, el único que sabe lo que vivió fui yo y la verdad es que fue un parteaguas en mi vida. He cambiado bastante, no soy el mismo en la forma de sentir y de vivir. Siempre me preguntan que si la presión de un resultado, que si te echan o no te echan, pero yo no creo que en el futbol exista lo que me pasó a mi: tensión, miedo, desesperación; un resultado no me vuelve loco".
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