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El triste valor de la mentira

Floyd Mayweather admitió a la Comisión Atlética de Nevada que el reality "Acceso Total" es fingido AP Photo

En el último episodio de un culebrón que le sigue asestando nuevas heridas a la credibilidad del boxeo profesional, Floyd Mayweather Jr. admitió que mintió para vender más PPV's de su última pelea. Y no es una noticia más, desde la perspectiva moral que debe sustentar el respeto hacia quien paga la fiesta, esto es una verdadera catástrofe.

En uno de los pasajes de nuestra última columna, (Mayweather, el último de su clase) dijimos, entre otras cosas que, "Montar un circo sin ser un actor de circo, tiene su precio y Floyd lo está pagando" o también, sobre su éxito, escribimos que "...a la larga, ese éxito descomunal ha dañado a este deporte, porque Floyd ha lucrado transformándolo en un exagerado juego promocional, donde se aprovechó de la inocencia de un público convencido de que el verdadero boxeo profesional, el boxeo espectáculo, es eso y no otra cosa".

La reciente comparecencia de Mayweather ante la comisión Atlética de Nevada para explicar algunos episodios irregulares de su programa televisivo promocional "Acceso Total", nos dan la pauta de que no nos equivocamos. Floyd no ha dudado en mentir para lograr su objetivo: ganar mucho dinero y ser considerado el mejor libra por libra. Y eso, infelizmente, no es una posible demagogia periodística de quien escribe. Lo dijo el propio Floyd, para desconsuelo de quienes amamos este deporte.

"Floyd Mayweather admitió a la Comisión Atlética de Nevada que el reality show "Acceso Total" de la cadena Showtime es fingido a manera de poder asegurar más compras en sus PPV y también sostuvo que el episodio que contenía escenas que mostraban condiciones inseguras de entrenamiento -- incluyendo un supuesto asalto de 31 minutos de combate sin descanso -- en el gimnasio de Las Vegas de Mayweather, así como el fumar marihuana en su presencia por un grupo de amigas en su casa de Las Vegas", fueron escena preparadas para el programa de televisión".

La definición, cruda y directa, es que Floyd mintió para convencer a cada televidente de pagar los más de 70 dólares que costaba presenciar su pelea contra Marcos Maidana el pasado 13 de septiembre en Las Vegas. No fue un juego de niños, fue una maniobra publicitaria que tuvo como víctima la inocencia del fanático y que abre la puerta hacia un enorme abanico de preguntas que no sabemos si hoy tienen respuesta.

¿Todo vale acaso para lograr los objetivos? ¿A Floyd le da lo mismo fingir con tal de vender una imagen? ¿Solo nos mintió en All Access? ¿En qué otra cosa nos pudo mentir durante todo este circo montado alrededor de cada una de sus peleas? Porque en los circos los payasos mienten cuando se golpean, mienten cuando escuchamos los golpes, mienten cuando caen aparatosamente y miente el presentador cuando nos presenta "algo nunca visto por nuestros ojos". ¿Esa es la misma filosofía que Floyd no duda en cultivar? Alguien debería responder esa pregunta, antes de justificar con cara de "yo no fui", la barbaridad que Floyd reconoció haber cometido.

Y al llegar a este punto, hay consideraciones que deben ser tenidas en cuenta. Es verdad que el show de la televisión se compone mayormente de ficciones, del juego de la fantasía, de la recreación de situaciones, de aquello que nuestros ojos quieren ver por mero entretenimiento. Lo entendemos, lo asumimos y así es que lo aceptamos. Pero convengamos que las cosas cambian cuando lo que nos muestran ficticiamente, se transforma en una maniobra artera, repleta de acciones fingidas presentadas como verdaderas y con el único objetivo de vendernos un producto. Aquí y en cualquier país del planeta, eso es engaño, es falsa publicidad, eso debería ser un delito y alguien deberá aclarar si efectivamente lo es. Los más de novecientos mil fanáticos que pagaron su PPV, merecen algo más que un artículo de prensa.

Los fanáticos que odian o idolatran a Floyd, merecen una disculpa, una justificación y por sobre todas las cosas, una aclaración ineludible: ¿esa fue la única mentira o todo ha sido un show de engaños y situaciones fingidas?

El presidente de la comisión Francisco Aguilar pidió que en lo sucesivo, Mayweather alerte a la Comisión Atlética de Nevada" acerca de los elementos falsos en las futuras ediciones de "All Access", cosa que por supuesto Floyd aceptó.

Ahora, seguramente, nadie hará más preguntas. Seguramente a nadie le importarán las posibles mentiras anteriores y peor que eso, a nadie le importará que puedan existir otras mentiras más graves. Floyd volverá a subir al cuadrilátero y volverá a ganar igual que siempre. Sin embargo, ahora habrá algo diferente después de su próxima victoria; todos tendremos el derecho a preguntarnos, ¿habrá ganado realmente o también en eso nos habrá mentido?