MÉXICO -- El delantero mexicano Hirving Lozano, del Pachuca, es el rey de los jóvenes más sobresalientes del Torneo Apertura 2014; su habilidad, su empuje, sus goles, le tienen en lo alto, pero también hay otros que sin desempeñarse en una posición lucidora realizan una labor importante en varias zonas de la cancha.
En las nueve primeras fechas del Torneo Apertura 2014, la juventud ha metido fuerte el acelerador aunque sólo 12 equipos de los 18 participantes estén confiando abiertamente en sus condiciones.
Se trata de muchachos de los 19 a los 24 años que, si bien no todos debutaron en el presente año, han tomado vuelo gracias en el presente.
Los Tuzos aportan a Hirving, de 19 años, quien a pulso se ha ganado la titularidad desde aquel juego de debut ante el América el torneo pasado, cuando se presentó con un golazo teniendo un minuto en el campo.
Hoy cuenta con cuatro anotaciones y de espera mucho más de él. El equipo también tiene entre su gente más regular al mediocampista Rodolfo Pizarro (20), quien juega su tercer torneo como titular. Dieter Villalpando (23) debutó en este año y ya inicia los partidos.
Erick Gutiérrez (19) ha ido de menos a más en participación en los dos torneos recientes.
El Pachuca está demostrando que se puede ser protagonista con un plantel con varios canteranos, lo mismo que el Santos; pero los laguneros no sólo le dan chance a los chavos nacidos en sus fuerzas básicas, como el defensa José Javier Abella (24) y Jesús Escoboza (21).
También buscan jugadores extranjeros talentosos y de poca edad, como Andrés Yair Rentería, delantero colombiano de 21 años que prácticamente se sigue formando en el club. Fue traído como seleccionado Sub-20 y jugador de la segunda División de su país. Poco a poco fue recibiendo minutos y hoy es titular goleador en el ataque norteño.
El Atlas tiene al mediocampista Arturo Alfonso González (20) dando mucho de qué hablar. Es atrevido yendo al frente, de ahí sus tres goles. Este es su segundo torneo como titular y va por más.
Xolos de Tijuana está metido en zona de calificación con un plantel equilibrado que tiene en Greg Garza (23), estadounidense-mexicano, a uno de los jóvenes figuras. El delantero Javier Güemez (22) está iniciando los partidos y aunque no ha anotado, se le tiene mucha fe por su habilidad. Cuestión de tiempo para se haga sentir.
Por su política deportiva, Chivas tiene jóvenes regulares y sobresalientes, más allá de su posición en la tabla general. Hoy se ubica debajo de la media tabla, pero tiene tres chavos capaces de brindar buenas actuaciones como el portero José Antonio Rodríguez (22), a pesar de haberse comido uno de los goles del Querétaro el domingo. Juega su segundo torneo como titular y en el presente había recibido cinco goles en siete partidos, hasta antes de los tres de Gallos Blancos. Si en sus inicios le ganaban los nervios, ahora es muy diferente, aunque como todo mundo tiene sus malos días.
No obstante su edad, el delantero Carlos Fierro (20) ya tiene un buen recorrido. Debutó en 2011; de allá a la fecha ha tenido altas y bajas, pero últimamente ha sido más titular que banca y ha tenido buenos juegos. Giovani Hernández (21) ha jugado poco, pero tiene sus buenos momentos. La presión no le hace mella al mediocampista; su pierna zurda es de oro, como lo demostró el domingo con una anotación. Tiene temple.
El defensa George Corral (24) debutó a los 19 años con América y fue a partir de que juega en Gallos Blancos de Querétaro que despuntó; es titular por tercer torneo seguido, luego de esporádicas apariciones con las Águilas y picar piedra en Jaguares.
Ángel Sepúlveda (23), delantero, es canterano del Morelia; jugó en el Atlante e hizo goles, y ahora como gallo se ha ganado la oportunidad de iniciar los partidos y ha anotado dos veces.
Siendo el peor equipo de la competencia, Morelia no cambia su proyecto actual de apoyar a los jóvenes. Le otorga semana tras semana su confianza a chavos como el mediocampista Armando Zamorano (21); aunque fue debutado por Jaguares en 2011, con los michoacanos ha tenido regularidad y hoy es parte de la columna vertebral del equipo.
Al volante Jorge Zárate (22), el Puebla le dio su primera oportunidad en 2010, pero ha sido en este año cuando destaca como jugador titular de los Monarcas. Con el Puebla llama la atención el atacante Luis Guadalupe Loroña (21), de las inferiores de Jaguares. Debutó hace dos años, ha marcado pocos goles, pero es muy constante en sus actuaciones.
Por su parte, su compañero Uriel Álvarez (24) surgió en el Santos, equipo en el que tuvo una buena racha de titular, pero como poblano en su segunda etapa se alza como de lo mejor.
Por Chiapas dan de qué hablar las actuaciones del brasileño Bruno Pereira Pires (22); es un defensa seguro y sabe hacer goles. Llegó el torneo pasado sin cartel y ha sido bien llevado por el técnico Sergio Bueno, quien lo considera titular indiscutible.
Por el lado juvenil de Pumas se cuenta al lateral Josecarlos van Rankin (21), quien no baja su nivel. Solventa bien su labor defensiva y sube mucho en busca de apoyar el ataque. Es de los pocos universitarios que superó la transición de José Luis Trejo a Guillermo Vázquez.
El delantero Daniel Ramírez pintaba para un torneo prometedor, pues había sido importante en el torneo anterior en momentos clave, pero lleva varios juegos inactivo por un desgarre.
Defensa del Toluca, Jordan Silva (20) sorprendió con un gol en su primer partido como titular en la jornada siete; ahora lleva tres seguidos de inicio, lo cual es promisorio para un chavo que sólo había jugado 37 minutos en el Clausura 2014, el torneo de su debut. El técnico José Cardozo lo está manteniendo por la gran respuesta que ha manifestado en la cancha.
El Veracruz le ha dado toda la confianza al delantero Daniel Villalva, quien ha respondido de maravilla en su primer torneo en el futbol mexicano. A sus 22 años se le ha visto muy adaptado al medio; por algo es titular y suma dos anotaciones.
Hasta hoy, la baraja de posibilidades es interesante para sus ojos. Aún le queda mucho al Apertura 2014, tiempo suficiente para no perder de vista a los jóvenes que le dan otro sabor a la competencia.