BARCELONA -- Con el recuerdo de su derrota en Los Cármenes el pasado mes de abril todavía fresco en la memoria, el FC Barcelona recibe mañana al Granada en el Camp Nou con la necesidad, imperiosa, de recuperar las sensaciones que quedaron aparcadas en Málaga. Después de cuatro victorias consecutivas, el equipo de Luis Enrique se quedó seco en La Rosaleda y se contempla el choque frente a los rojiblancos trascendental para volver al buen camino.
Los antecedentes invitan al optimismo en clave azulgrana, por cuanto las 20 visitas anteriores del Granada se saldaron con victorias locales, buena parte de ellas con cómodas goleadas que hacen sospechar una tarde, a priori, tranquila con vistas al duelo de Champions, el martes, frente al PSG.
Pero es el encuentro frente al Granada el que ocupa todo el pensamiento de Luis Enrique. "Esto no es tan fácil como tocar un botón y venga... Los rivales también juegan y nosotros debemos buscar soluciones, pero cada rival ha buscado lo mismo. Excepto el Athletic todos se han cerrado en su campo", recordó el entrenador asturiano, quien admitió que espera lo mismo del Granada y reconoció que será un partido más parecido al de Málaga que al del próximo martes ante el PSG.
Con ese partido en el pensamiento no es aventurado imaginar que Luis Enrique volverá a tirar de rotaciones y a los probables regresos de Matthieu, Alves y Mascherano, podrían sumarse Xavi (que tras cinco jornadas aún no fue titular) y Sandro o Munir en ataque, si bien es aventurado imaginar que Messi, el único futbolista que ha disputado todos los minutos de la temporada, pudiera quedar fuera del partido.
El empate sin goles en Málaga y, más aún, el no haber rematado entre los tres palos en todo el partido provocó pasmo en el entorno barcelonista. El suceso, que no ocurría desde hace 10 años y medio, fue recibido con cautela. "Hicimos 10 disparos a portería pero no estuvimos finos a la hora de finalizar y con eso ya fui crítico", apuntó Luis Enrique, quien a pesar de ello avisó que "no creo que se deba dramatizar con ello".
XAVI, PROTAGONISTA A SU PESAR
El técnico asturiano no es amigo de personalizar en sus jugadores. De hecho, más allá de Messi, a quien no pierde la ocasión de elogiar, prefiere pasar de puntillas por los demás. "Con Douglas he hablado como con el resto", zanjó cuando se le inquirió por el brasileño, no quiso referirse demasiado a Matthieu, "nos ha aportado potencia, buen criterio y ha disipado las dudas que pudieran existir", se limitó a comentar... Pero no pudo escaparse de Xavi, uno de los personajes más destacados.
"Solo juegan 11... No me dejan más. Si cada vez que no juegue uno u otro me vais a preguntar... Yo decido quiénes juegan y quiénes salen del banquillo", aseveró Luis Enrique al referirse al centrocampista de Terrassa, añadiendo su incomodidad por la cuestión: "La semana pasada me preguntaron si soy injusto con Bartra, ahora Xavi... Unos jugarán más y otros menos pero tengo que gestionar".
El técnico, con todo, dejó traslucir a través de su discurso que el futuro del capitán puede no ser el que habría soñado: "Xavi es un jugador especial pero las situaciones cambian... Yo quiero a Xavi, su predisposición es perfecta, le necesito y sé lo que nos puede ofrecer. Probablemente podría haber jugado más minutos, pero yo soy quien decide".