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Encuentra la fórmula ofensiva

MADRID -- Sexto partido de Liga, sexta alineación diferente del Atlético de Madrid. Condicionado por las ausencias de Arda Turan, en las primeras dos jornadas de Liga, y de Mario Mandzukic, en las dos anteriores a la victoria por 4-0 sobre el Sevilla, Diego Simeone llevaba toda la campaña buscando al compañero en ataque más adecuado para el croata, que hasta el momento de su lesión se había establecido como máximo goleador colchonero con tres tantos.

La lesión que lo marginó durante dos encuentros provocó un alto en la búsqueda y que Simeone se replanteara la situación. Tras el encuentro contra el Real Madrid, el único hasta este sábado en que había tenido a todos sus hombres de ataque disponibles, Diego Simeone cambió el habitual 4-4-2 por un 4-2-3-1, formación que había utilizado en una ocasión para enfrentar al Eibar, en la jornada dos de la Liga, con Griezmann en el enganche.

El cambio de dibujo respondía a una necesidad, pues el argentino ha señalado en varias ocasiones que sólo dispone de un nueve puro. Sin embargo, el sistema parece ser el que mejor se acomoda al Atlético de Madrid, que conforme avanza el tiempo y sus jugadores parecen más acoplados, le da al técnico la oportunidad de utilizar un ataque diferente en cada partido, prácticamente diseñado de acuerdo al rival en turno.

"Tenemos un técnico muy inteligente, arma más a lo que se va a enfrentar el equipo y trata de acomodar las piezas lo mejor que se puede", señaló el lateral Cristian Ansaldi.

Ante el Celta, Simeone utilizó a Raúl Jiménez en punta mientras el francés, de nuevo, jugó en una posición más retrasada. El ataque creó 17 oportunidades de gol y tuvo 18 disparos a puerta. Sin embargo, los goles rojiblancos en el empate 2-2 llegaron en jugadas a balón parado, el arma más efectiva del equipo. La afición, sedienta de espectáculo, recriminó la pobre cosecha con silbidos.

En el partido siguiente, fue el turno de Antoine Griezmann de tomar la batuta mientras Raúl García hizo las veces de media punta. Los rojiblancos salieron victoriosos del encuentro ante Almería por 1-0 con un tanto que de nueva cuenta llegó desde un tiro de esquina. Y aunque el parado tenía una tendencia defensiva, con Tiago y Mario Suárez formando la pareja en el centro del campo, el Atlético de Madrid creó 15 situaciones de gol y remató a portería en 19 ocasiones.

Llegado el encuentro ante Sevilla, Diego Simeone pudo, por fin, contar con todos sus hombres de ataque. Aún así, su dibujo en la cancha fue muy similar a los dos anteriores: Mario Mandzukic como único delantero y Saúl Ñíguez como hombre de enganche. Al doble pivote volvió igualmente el capitán Gabi para hacer pareja con Tiago. El resultado, una goleada por 4-0 que denota una gran efectividad aunque su producción ofensiva fue, en comparación con los encuentros anteriores, mucho menor: seis ocasiones de gol creadas y 11 disparos a puerta.

De los cuatro tantos anotados, dos llegaron en cobros, otro desde el punto penal y solo el primero fue producto de una ocasión aislada, cuando Koke, en el borde del área grande, se encontró con un balón que había rebotado en un defensa sevillista.

La producción aumentó con los cambios. Fue con Raúl García, Griezmann y Jiménez ya en la cancha que el Atlético encontró el camino para anotar los últimos dos tantos. Mandzukic, por su parte, apenas participó. El delantero, que volvió portando una máscara protectora se veía incómodo y fuera de ritmo, apenas completó seis de los 12 pases que intentó y disparó a gol en una sola ocasión.

"Puede jugar el que sea (en ataque), no tenemos un equipo titular. Simeone pone a los que cree que están mejor momento. Hay jugadores de sobra que pueden estar, eso da para que nunca afloje el equipo. Todos (los delanteros) debemos estar intensos, colaborar en defensa con el resto del grupo y hacer goles", comentó Raúl Jiménez, autor del cuarto tanto de la noche, tras el partido.

De Griezmann, Simeone aprecia la gran velocidad "tiene gol, que puede dar profundidad al equipo, tiene uno contra uno", ha señalado varias veces el técnico. De Raúl Jiménez, el entrenador ha destacado que "aguanta el balón, que es lo que le pido a un delantero", alguien que "puede jugar de segunda punta, que va bien de espaldas, tiene criterio y buen juego periférico".

En cuanto a Alessio Cerci, el último en llegar y quien apenas ha participado como suplente en dos encuentros, Simeone espera a que termine de "ponerse a punto" antes de asignarle un papel definitivo en el equipo. Con una delantera siempre cambiante, para Simeone lo importante es tener opciones en la media cancha, que es donde realmente se genera el juego del Atlético.

"Nos dio mucha estabilidad el jugar con más hombres en el centro del campo, con Saúl, con Gabi, con Tiago, con Koke. Nos dio fortaleza, intensidad y posesión de la pelota", dijo Simeone tras el encuentro ante Sevilla.

No en vano, nueve de los 11 goles que el conjunto rojiblanco ha marcado en la Liga han sido producto de jugadas a balón parado.
De momento, los resultados comienzan a darle la razón. Con la goleada, el Atlético subió a la segunda posición, a dos puntos del Barcelona y con uno de ventaja sobre Valencia y Sevilla.