Jorge Morejón 9y

Se lo juegan todo

Este martes se pondrá a prueba finalmente si la decisión del gerente general de los Atléticos de Oakland, Billy Beane, de soltar a su cuarto bate Yoenis Céspedes por el zurdo Jon Lester fue una movida acertada o no.

Lester, más que probado en los exigentes escenarios de Series Mundiales, donde acumula récord de 3-0 y efectividad de 0.43, subirá a la lomita del Kauffman Stadium de Kansas City para enfrentar a unos inspirados Reales que no querrán que su primer viaje a la postemporada en 29 años sea cosa de un solo día.

El zurdo llegó a los Atléticos procedentes de Boston en el canje por Céspedes, en momentos en que Oakland comandaba cómodamente la división Oeste de la Liga Americana.

Pero aunque el pitcheo abridor se reforzó, la ofensiva decayó ante la falta de su principal puntal y los Atléticos clasificaron a duras penas, pues terminaron la temporada como los boxeadores que tras recibir una paliza miran el reloj en busca de la campana salvadora.

En la trinchera opuesta estará el derecho James Shields, un hombre que durante sus años con los Rays de Tampa Bay se labró la fama de ganar siempre el juego bueno, aunque sus números en postemporadas indiquen lo contrario: dos ganados, cuatro perdidos y efectividad de 4.98.

No es la de los Reales una tanda que meta miedo. De hecho, fue Kansas City el único equipo que no consiguió superar el centenar de jonrones (95) en todas las Grandes Ligas.

Pero saben desarrollar el llamado béisbol pequeño y se las arreglaron para fabricar un promedio de cuatro carreras por juego, suficientes para un pitcheo que permitió 3.51.

Entre el japonés Norichika Aoki, el venezolano Alcides Escobar, Jarrod Dyson y Lorenzo Cain le pueden complicar la vida a cualquiera, pues estamos hablando de un cuarteto que se robó 111 bases.

En un abrir y cerrar de ojos se colocan en posición anotadora a la espera de lo que puedan hacer Billy Butler, Eric Hosmer, Alex Gordon o Salvador Pérez, los miembros de la parte más robusta de la alineación.

Más poderosa luce la ofensiva de Oakland, a pesar de la pérdida de Céspedes, un hombre que en dos visitas a la postemporada dejó números recios, imposibles de ignorar.

Los Atléticos fabricaron 4.5 carreras por partido como promedio, pegaron 146 cuadrangulares y sus lanzadores trabajaron para efectividad de 3.22, la segunda mejor de todo el joven circuito.

Pero todo se reduce por ahora a un solo juego y mucho podría influir el momento en que llegan ambos equipos: los Reales eufóricos por su histórica conquista, los Atléticos pidiendo el agua por señas.

¿Favorito? La experiencia de Lester en momentos como estos hace pensar en que sean los Atléticos los próximos rivales de los Angelinos de Los Angeles, cuando el jueves comiencen las series divisionales.

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