Martín Bater 9y

Landon Donovan: El adiós del 10

Landon Donovan se quitó la cinta de capitán que supo vestir con orgullo durante más de una década y se la entregó a Jozy Altidore, su fiel compañero en ataque durante tantos años y el heredero al que le confiaba su legado como máximo goleador histórico de la Selección de Estados Unidos.

Así se retiraba el mejor jugador de la historia del conjunto de las barras y las estrellas del campo de juego por última vez, envuelto en gloria y ovacionado de pie por miles de personas.

Los hinchas cantaban "Thank you, Landon" (Gracias, Landon) y "¡Lan-don Do-no-van!". Era un agradecimiento genuino, un gracias por alegrías mundiales, por tantos goles y momentos memorable inmortalizados por siempre en la historia.

Se suponía que el acto final de Landon Donovan con la camiseta número 10 de la selección estadounidense contra Ecuador solo debía durar 30 minutos, él debe disputar un partido importante con el Galaxy en la MLS este domingo después de todo, pero nadie quería decir adiós en el Estadio Rentschler de Connecticut.

Tanto su entrenador Jurgen Klinsmann como la gente en las gradas y sus compañeros dilataron el momento de la inevitable sustitución, de la caída del telón, hasta los 40 minutos del primer tiempo, cuando EE.UU. iba ganando por 1-0 gracias a una jugada que se originó con un centro pasado de Donovan y que culminó en el gol de Mix Diskerud.

El gol propio del "Capitán América" lamentablemente nunca llegó. El mismo Donovan dijo en una entrevista con ESPN durante el entretiempo del partido que él se imaginaba una despedida similar a Derek Jeter, el campocorto de los Yankees de Nueva York que fue el héroe de la victoria agónica de su equipo en su último partido en casa.

El palo se encaprichó a los 24 minutos y la pelota no besó a la red en su último remate al arco a los 37, tras dos grandes asistencias de Jozy Altidore. El destino quería que su primer y último gol con la selección sea contra México, pero eso no hizo que su despedida fuera menos mágica o emotiva.

Donovan también expresó que lo que más lo enorgullece es lo que él y sus compañeros construyeron a través de los años y que quiere explorar el mundo e influenciar a jóvenes futbolistas durante su vida después del fútbol.

Sin embargo, al verlo jugar a un alto nivel contra la cuarta mejor selección de Sudamérica uno podría tener la sensación de que su retiro es prematuro a los 32 años, aunque al verlo tan feliz y en paz tras 14 años vistiendo la camiseta de su país uno también ve que es la decisión que Donovan está convencido de que es la correcta.

Sunil Gulati, presidente de la Federación Estadounidense de Fútbol, le regaló un cuadro a Donovan con una camiseta número 10 hecha de partecitas de cada versión de la playera estadounidense que él vistió junto a los nombres de los compañeros con los que jugó.

De alguna manera, cada parte de esa camiseta creada solo para él representa partes de su corazón y que disfrutó cada minuto, cada momento de su carrera internacional, la cual incluyó cinco goles en tres Mundiales y un total de 57.

"Voy a extrañar a todo esto", dijo Donovan sobre jugar para la selección de su país. A la vez, él agregó que está listo para dar vuelta la página.

Un capítulo triunfal de la historia de Estados Unidos también se acaba de cerrar con la ida de Donovan, el emblema de las gambetas, de la rebeldía y de la alegría de jugar que cambió al rumbo del fútbol norteamericano y se despidió a lo grande.

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