Carlos Nava, Escritor ESPN Digital 9y

En ascenso el juego de los Cowboys

SAN FRANCISCO -- En seis semanas, los Cowboys ascendieron de la "segunda división" de la NFL a la "primera". Y Tony Romo, Jason Garrett y Jerry Jones dejaron de ser los enemigos públicos de cualquiera que se presuma de ser aficionado de los Cowboys.

Bien decía el entrenador Bill Parcells: "Ganar cura todos los males en cualquier parte". Aún es difícil saber si estos Cowboys son un equipo real, contendiente, capaz de seguir en la lucha por algo importante; algo que no logran en realidad desde la mal recordada temporada 2007.

El arranque de campaña 5-1 es el mejor precisamente desde ese año, cuando terminaron con el mejor récord de la Conferencia Nacional, 13-3, para perder su primer partido de postemporada, apenas un fín de semana después de que Romo fue visto en Los Cabos, con algunos compañeros más como Jason Witten.

En 11 temporadas cerca de los Cowboys, cualquiera he visto casi de todo, menos un campeonato; el que ha esquivado a la estrella solitaria desde la temporada 1995. Las tres grandes diferencias, al menos hasta ahora, con los actuales Cowboys son la disciplina, el carácter y los entrenadores ayudantes de Jason Garrett.

Este equipo es diferente a los más recientes, o quizá desde que se fue Parcells en que saben que toda acción lleva una reacción; buena o mala... Es un equipo que llega temprano a entrenar; lastimado o sano.

Son un grupo de muchachos que quizá están cambiando los nombres y los dramas por trabajo, sacrificio conjunto, que disfrutan el simple hecho de ser premiados después de una victoria importante con poder vestidor de manera cómoda, a su gusto, en vez de traer la corbata apretada y el saco casi a reventar durante cuatro horas de vuelo entre Seattle y Dallas.

Han mostrado que tienen el carácter para reponerse a desventajas tempraneras o que pueden aguantar el resultado hasta el final. Jerry Jones ha rodeado a Garrett de "genios" asistentes, que en su mayoría ya tienen experiencia como entrenadores en jefe. Y otros que han mostrado éxito. Hace tiempo que Jones ya se dio cuenta de que Garrett fue nombrado entrenador en jefe de los Cowboys de manera prematura.

Es un hecho, que más pronto que tarde será uno de los nuevos genios de la NFL. Pero no en este momento. Su manejo de tiempos y movimientos de juego deja mucho que desear, hasta la fecha.

Pero ahora tiene al coordinador ofensivo Scott Linehan para balancear su ataque entre carrera y pase. ¿Quién no recuerda a los Cowboys de días recientes cuando lanzaban cerca de 50 pases, si en el primer cuarto ya estaban abajo en el marcador aunque fuera por tres puntos? ¿Habrá algún fan de Dallas que se olvide de los tiempos fuera, la selección de jugadas o la falta de carácter del entrenador en momentos de coyuntura?

Supongo que muy pocos. Tampoco creo que haya mucha gente que haya olvidado el desastre defensivo que eran hasta hace unos meses y con jugadores de much más renombre que los actuales que se han rifado como pocos en los seis partidos de la temporada.

La única derrota, en el juego inaugural contra San Francisco, fue ocasionada por la ofensiva y sus entregas de balón en el primer cuarto. Pero la defensiva se ha comportado. Por momentos parece que se dobla, pero no se rompe.

Como dice el coordinador Rod Marinelli, están más preocupados por evitar puntos o jugadas grandes que por las yardas totales que les generan. Al final en la NFL como en casi todos los deportes, gana el que anota más y el que recibe menos.

Romo sigue siendo el mismo quarterback efectivo, capaz de hacer jugadas, como ha sido siempre. Más maduro, obvio. Está ya en su décimo segunda temporada NFL, novena desde que es titular.

La gran diferencia es que ahora ha tenido más ayuda de ambos lados del balón. Tiene una línea ofensiva que ha hecho olvidar a muchos críticos que prefirieron al guardia Zack Martin que al quarterback ganador del Heisman Johnny Manziel, o que hace un año reclutaron en primera ronda al centro Travis Frederick en vez de un profundo de élite, como se anticipaba, o tal vez que en el 2011 eligieron a Tyron Smith, en vez del ala defensiva de Houston J.J. Watt.

Ojo no quiero decir que el reclutamiento de Smith fue mejor que haber traído a Watt, para nada. Pero ya en conjunto Smith y el resto de los cuatro linieros, secundados por el mejor cuerpo de alas cerradas de la NFL, está dando frutos; pregúntenle a DeMarco Murray. Romo tampoco ha tenido que entrar con la presión de que anota 50 puntos o pierde...

Pero calma, cuidado, apenas es la Semana 6 de temporada regular... Por los pronto, los Cowboys están en una oportunidad única de tomar vuelo rumbo a sus históricamente peores meses de temporada o antes de que se produzca la típica "novela de terror" que siempre aparece en Valley Ranch cuando las cosas parecen ir bien.

Los Cowboys recibirán los próximos tres partidos en casa, incluidos juegos contra sus rivales divisionales Giants y Redskins. El equipo además recibirá refuerzos internos estos días. El ala defensiva novato DeMarcus Lawrence comenzará a entrenar esta semana, después de estar fracturado desde la pretemporada.

Se anticipa el muy pronto regreso de Bruce Carter, el linebacker que ha estado lastimado del muslo derecho sin participar en los últimos dos partidos. Después de la semana 10 podrán reactivar al tackle defensivo Josh Brent.

Así que si los Cowboys aprovechan la próxima estancia en casa, se concentran y, sobre todo, siguen madurando, quizá puedan aspirar, antes que pensar en otra cosa, sí antes que pensar en otra cosa, a conseguir su primer boleto a playoffs desde el 2009. Y, como cosa rara, con un equipo que a la defensiva no tiene nombres, sólo jugadores de futbol americano.

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