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Una década de la Pulga en la cima

BARCELONA.-- El 16 de octubre de 1986 un italiano llamado Reinhold Messner alcanzó la cima del Lhotse y se convirtió en el primer alpinista del mundo en coronar las 14 montañas más altas de la tierra, por encima de los 8 mil metros. Fue él, Messner, quien en 1978 ascendió el Everest sin oxígeno por primera vez... Sin duda, desconocía, él y el mundo entero, que algún día existiría un futbolista capaz de dejar sin respiración a cualquiera con un balón en los pies. Aquel tipo, Leo Messi, celebra este 16 de octubre sus 10 años como futbolista profesional.

La noche del 16 de octubre de 2004, cuando la gesta de Messner alcanzaba su mayoría de edad, Frank Rijkaard pronunció en el banquillo de Montjuïc unas palabras mágicas. se giró y sonriendo le dijo a un joven Messi: "Leo entras por Deco". Sin tener conciencia de nada, en aquel momento comenzó a escribirse un nuevo y trascendente capítulo en la historia del fútbol. Y a ocho minutos de acabar aquel derbi en el campo del Espanyol el Barça entró en una nueva dimensión.

Imposible imaginar en aquel momento hasta qué punto crecería la trascendencia de Messi, aquella temporada la cerró con nueve partidos oficiales disputados (siete de Liga, uno de Champions y otro de Copa).

A la sombra del primer gran Barça liderado por Ronaldinho, Leo se empapó desde la barrera de las genialidades del brasileño y de sus acompañantes. Deco, Eto'o, Xavi, Giuly, Iniesta, Márquez, Puyol y Valdés formaban la columna vertebral del conjunto que recuperó el cetro en la Liga española, desconocedores del huracán que se avecinaba. Aquel jovencito de 17 años ya estaba allí, impaciente por hacerse un puesto.

Al cabo de 10 años la historia no puede escribirse sin colocarle en un lugar de honor. Antes de su debut el Barça había ganado una Champions y hoy suma cuatro; con Messi se han ganado 6 Ligas y 2 Mundiales, se han batido todos los records (con el año del sextete en primer plano) y el fútbol azulgrana ha alcanzado la excelencia a ojos de todo el universo deportivo.

Sea, o no, el mejor futbolista de la historia, existe un factor que coloca a Leo al margen de cualquier otro: la constancia. Más allá de su debut en Montjüic, desde que se instaló en el primer equipo el rendimiento de 'La Pulga' ha sido incontestable. Diez años en plenitud, en crecimiento y manteniéndose en la cima de un deporte que ha supuesto la mejor etapa del Barça en su globalidad, coincidente con su indiscutible brillantez.

Messi contaba con 17 años, 3 meses y 22 días la noche en que Rijkaard le dio la alternativa oficial. Hacía 4 años que se había instalado en Barcelona y todo el esfuerzo de su familia se resumía en esa orden del entrenador holandés. Era el paso adelante definitivo, el salto al vacío para demostrar que todo lo que se aventuraba en la intimidad del club era cierto.

"¿Un crack? No nos precipitemos. Es especial, pero gestionemos su crecimiento", avisó un responsable de la cantera con una lógica aplastante al dar cuenta del salto que significaba pasar del juvenil o el filial al primer equipo, de jugar ante 500 espectadores a hacerlo al lado de Ronaldinho y en el imponente escenario del Camp Nou, ante 90 mil hinchas entregados a la causa.

¿Peso? A Messi nada le vino grande. Debutó con el 30 a la espalda y al día siguiente de su puesta de largo, tan sonriente como humilde e introvertido, aseguró que "todavía tengo mucho que aprender. Soy aún muy chico y aunque le di a mi madre el mejor regalo quiero seguir divirtiéndome". Y divirtiendo a los suyos transportó la felicidad al barcelonismo en plural.

"Me gusta marcar goles y dar asistencias. Hago lo mejor para el equipo y si veo a un compañero mejor colocado para marcar le doy el balón", soltó en la primera entrevista que se recuerda en Barça TV, el canal oficial del club, en noviembre de 2003. Con el paso del tiempo todo lo imaginable quedó superado.

Ganador en cuatro ocasiones consecutivas del Balón de Oro, aquellos 8 minutos que disputó en el viejo campo del Espanyol fueron los primeros de los 434 partidos que lleva a su espalda. Con el 30 debutó, con el 19 jugó las siguientes 3 temporadas y con el 10 se instaló en la eternidad al heredar el dorsal de Ronaldinho cuando el brasileño abandonó el Barça en el verano de 2008.

El mundo del fútbol se ha rendido a los pies de Leo Messi tras 10 años estratosféricos que guardan en la retina momentos sublimes. Una colección bestial a todos los niveles que provocan que hasta los más incrédulos acaben rendidos a la evidencia. Existió Di Stefano, alumbró Cruyff, maravilló Maradona... Y Messi explotó las virtudes mezcladas de todos ellos.

El futbolista total cumple 10 años en el escenario. Y se hace difícil adivinar, o incluso imaginar, el momento en que ponga final a su reinado en los estadios.