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Dos grandes muy lejos de los focos

BUENOS AIRES -- En apenas siete partidos de la Premier League 2014-15, Arsenal y Liverpool han quedado muy descolgados del top 5. En una temporada en la que el líder, Chelsea, está tan fino, el desplome de gunners y reds aún hace más ruido.

Los dos han hecho demasiadas concesiones en menos de un cuarto de campeonato. Arsenal ha marcado diez goles menos que el Chelsea y ha encajado dos más. Su diferencia de gol 11-9 refleja una permeabilidad demasiado importante. Y su registro (2 victorias-4 empates-1 derrota) es sinónimo de irregularidad. Desde la caída en la Capital One Cup (1-2) frente al Southampton el 23 de septiembre, en la que el Soton remontó en media hora un gol inicial de Alexis Sánchez, los de Arsène Wenger no consiguen hacer pie en las competiciones de cabotaje. Las lesiones de Giroud, Walcott y Özil, y los problemas físicos de Sanogo, han dejado desnudo al equipo y sin apenas respuestas para emerger airoso de la mediocridad. La UEFA Champions League se presenta como placebo a un equipo necesitado de confianza, cuyo dibujo táctico (4-1-4-1) sólo ha prevalecido con nitidez frente al Aston Villa, y el Galatasaray en la máxima competición continental.

El Arsenal puede jugar mejor, y con seguridad lo hará cuando Wenger tenga la mayoría de sus recursos en línea otra vez. No debe ser un atenuante que se haya tenido que enfrentar a la mayoría de los conjuntos más poderosos de la Premier League en estas primeras jornadas. Everton, Manchester City, Tottenham Hotspur, Chelsea. Pero evaluado el daño tras los inconvenientes que arrastra el plantel de unas semanas a esta parte, hay margen para mantenerle el crédito al actual proyecto de los del Emirates. Con la mayoría del plantel ok, y las mejores individualidades en plenitud, el balance debe ser bien diferente a este intrascendente octavo puesto, a 9 puntos del hasta ahora mejor equipo de la liga.

Por su parte, el Liverpool (noveno, también con 10 puntos) se ha despersonalizado por completo. Los de Anfield Road no pueden suplir la macha de Luis Suárez al FC Barcelona (marcó 31 goles en 33 partidos durante 2013-14).

Brendan Rodgers dio luz verde a la llegada de Mario Balotelli desde el Calcio con la promesa de que se hinchara a marcar goles, pero el polémico delantero internacional italiano aún no ha podido estrenar su casillero de anotaciones. La salida de Luisito parece haber marchitado incluso la flor de Daniel Sturridge –problemas musculares a parte-, compañero de aventuras de El Pistolero en el pasado curso.

Liverpool tiene un registro de 3-1-3, con 10 goles a favor y la misma cifra de tantos en contra. Su mal fario quedó patente en el clásico de Merseyside frente al Everton, cuando se pasó el partido dominando a su oponente a base de juego asociado, triangulaciones. Con el despegue de sus laterales, sobre todo el español Alberto Moreno. Un Lallana casi heroico. Y disparos desde media distancia. Pero acabó cediendo un empate inesperado cuando Jagielka remató desde larga distancia en el tiempo añadido. Un final para hacerse mala sangre.

El margen de credibilidad del Liverpool tiene menor amplitud respecto al del Arsenal por el hecho de que los reds soportan menos contingencias e imprevistos que los gunners. Llegados a este punto, la realidad es la que es.

Ambos, por el momento, amenazan con causar una fuerte decepción este año. Son dos equipos grandes muy lejos de los focos.

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