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GGG frente a Rubio, ¿luego Cotto?

El invicto campeón mediano de la AMB, el kazajo Gennady Golovkin, se presentará este sábado, por primera vez, en la costa oeste de los Estados Unidos contra el campeón interino del CMB, el mexicano Marco Antonio Rubio, en el StubHub Center de Carson, California

El choque de un temible noqueador como GGG ante un rival veterano con las credenciales de Rubio, permite esperar una batalla entretenida y con un posible final explosivo. Sin embargo, hay otro detalle que parece sumar un atractivo adicional a la pelea: la decisión del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) que ordenó al monarca mediano, Miguel Angel Cotto, a defender su título contra el ganador de esta batalla.

Es difícil responder hoy si Cotto estaría dispuesto a cumplir con ese mandato, pero su nombre estará en la boca de quien termine la pelea de este sábado con la mano en alto. Y pocos dudan que ese vencedor será Gennady Golovkin, sin embargo es nuestro deber encontrar los argumentos que permitan justificar ese vaticinio.

Si dividimos nuestros argumentos entre estadística, historial, diferencias físicas y estilo. El primero favorece a Rubio, el segundo y el tercero a ninguno, mientras que el estilo, claramente beneficia al invicto campeón kazajo. Tanto en altura, como en extensión de brazos, no habrá diferencias entre los dos rivales y los 34 años de Rubio frente a los 32 de Golovkin, tampoco marcan alguna ventaja en ese aspecto. La estadística, no obstante, parece favorecer al mexicano ya que realizará su sexagésimo séptimo combate como profesional, con 59 victorias y 51 KO.

Sin embargo, hay que aclarar que si bien, en el historial, los dos presentan una larga lista de rivales, pocos de esos oponentes alcanzan una estatura de primer nivel. Golovkin, con una marca de 30 batallas ganadas como profesional, llega a esta pelea con una racha de 17 KO consecutivos, de los cuales 11 fueron logrados antes del cuarto asalto. No obstante al revisar su lista de oponentes, a excepción de Daniel Geale que nunca había sido noqueado en 32 batallas, ninguno de los restantes rivales reunía la categoría ni los antecedentes adecuados para evaluar los verdaderos límites de GGG.

Con Marco Antonio Rubio sucede algo parecido. En su histórico de oponentes, precisamente los dos últimos que consiguieron vencerlo, Kelly Pavlik en febrero del 2009 y Julio Cesar Chávez Jr. en febrero del 2012, parecen ser los únicos de "Grandes Ligas". Luego de su última derrota, el mexicano ha sumado seis victorias consecutivas, de las cuales cuatro han sido por la vía rápida, pero contra rivales que entre todos suman 39 derrotas. De esos seis rivales, el único oponente con cierto peso, pudo ser el ex campeón mundial argentino Carlos Baldomir, al que enfrentó en septiembre del 2012, cuando completaba 41 años de edad y ya era una sombra de lo que fue.

Las diferencias que le otorgan el gran favoritismo al kazajo, aparecen cuando se trata de considerar los estilos de ambos. Golovkin ejerce presión permanente sobre sus rivales y es contundente en su golpeo con las dos manos. Lo más llamativo de su estilo es la precisión de sus impactos con un inusual porcentaje de efectividad. Algo poco común entre los pugilistas agresivos. En defensa, GGG ha sido poco exigido, sin embargo, cada vez que lo han conseguido conectar, ha mostrado poseer una dura mandíbula.

"El Veneno" Rubio no posee el mismo volumen de golpeo que su rival ni tampoco se le aproxima en velocidad. El mexicano, no obstante, tiene mucho poder en su mano derecha, utiliza con muy buen criterio el jab y la experiencia le brinda la astucia suficiente para adecuar su estrategia defensiva al acoso del rival. Rubio se maneja todo el tiempo con una guardia alta y trabaja en ofensiva con golpes largos, aunque se abre en demasía, lo que facilita la respuesta del oponente a la zona media y en eso Golovkin es letal. Ante Matthew Macklin le bastó un solo trallazo con la mano izquierda, a esa zona del cuerpo, para noquearlo.

Como lo demostró ante David Lemieux (que estaba invicto y era favorito) en 2011, cuando Marco Rubio enfrenta a un rival agresivo debe apelar a la paciencia. En esa batalla superó las seis primeras rondas, cediendo el protagonismo al rival, manejando la distancia, cerrándose al golpeo del canadiense y evitando ser un blanco fijo, mediante cortos movimientos laterales. El rival se fue desgastando y en el séptimo, el mexicano lo destruyó con poderosos volados de derecha.

Lemieux no es Golovkin, pero Rubio deberá apelar a las mismas herramientas si aspira a dar la sorpresa este sábado en California. Manejar la distancia en base al jab, ser efectivo en el bloqueo, mover el torso de manera permanente para dificultar la precisión del kazajo, evitar lanzar golpes por afuera y apelar a las rectas por el centro. Si Rubio consigue superar la mitad de la pelea, sus posibilidades de victoria aumentarán.

De Golovkin no debe esperarse nada diferente a lo conocido. Su estrategia de presión constante y golpes desde todos los ángulos suele amedrentar a sus rivales. Marco Rubio no parece en lo previo que vaya a ser diferente al resto. La apuesta segura, deberá ser al castigo a la zona media de Rubio, con ganchos por afuera, aprovechando los huecos que permita la guardia alta del mexicano.

De todas maneras es posible que GGG tome alguna precaución para evitar una sorpresa con la derecha alta de Rubio. En su última pelea, ante Daniel Geale, el KO llegó en un contragolpe, luego de recibir una dura derecha alta que le conmovió la mandíbula. Un golpe similar, en un rival con el poder del mexicano, podría ponerlo en problemas.

La batalla, mientras dure, promete ser entretenida, aunque no creo que la misma se prolongue más allá del sexto asalto. Gennady Golovkin debería ganar por KO, otro resultado sería una enorme sorpresa. La expectativa, vendrá por cuenta de lo que ocurra después. ¿Acatará Miguel Ángel Cotto el mandato del CMB y aceptará defender su cinturón mediano contra el ganador de este combate? Yo, al menos, no lo creo. ¿Y ustedes, que opinan?