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Renovación y cambio

BUENOS AIRES -- Renovación y cambio. Ese parece ser el "slogan" de los clubes de fútbol de Primera División a la hora de contratar entrenadores.

En general la llegada de técnicos jóvenes estaba relacionada a los clubes más chicos, que con menor presupuesto apostaban a ex futbolistas recién retirados, algunos de destacada trayectoria en equipos grandes, para hacer sus primeras armas en la "silla eléctrica".

Sin embargo, ahora son los clubes grandes quienes también se suman a esta tendencia.

Sin ir más lejos, hasta hace poco a Boca lo dirigía Carlos Bianchi (65), Mostaza Merlo a Racing (64), Ramón Díaz (55 años) a River y Omar de Felipe (52) a Independiente.

Hoy Gallardo es el técnico de los Millonarios, Arruabarrena el de los Xeneizes, Cocca el de la Academia y Almirón el del Rojo.

La excepción a la regla es Edgardo Bauza (56) en San Lorenzo, técnico de experiencia que viene de sacar al Ciclón campeón de la Copa Libertadores.

El Muñeco (38 años), hizo su primera experiencia en Nacional de Uruguay, donde fue campeón. Y tras la sorpresiva salida del Pelado se hizo cargo del equipo de Núñez.

Con él, River es sensación en el torneo local, marcha primero e invicto y parece imparable, aunque todavía queden ocho fechas para el final, en el camino hacia el título.

El Vasco (39) llegó luego del adiós del Virrey, con algo más de experiencia que el DT de River. Arrancó su carrera como técnico de Tigre, donde salvó al equipo del descenso y casi lo saca campeón, y luego desembarcó, al igual que Gallardo, en Nacional de Uruguay, donde fue segundo.

Cocca (41 años) y Almirón (43) son los que cuentan con más currículum entre los Dts jóvenes de clubes grandes.

El de Racing debutó en 2007 en la CAI, y luego pasó por Godoy Cruz, Gimnasia y Esgrima de La Plata, Santos Laguna de México, Huracán y Defensa y Justicia, equipo al que llevó a la máxima categoría por primera vez en su historia.
El de Independiente tiene una larga trayectoria en México, donde arrancó, en 2008, en Dorados de Sinaloa; más tarde dirigió a Tiburones de Veracruz, Correcaminos de UAT, Atlas de Guadalajara, Defensa y Justicia, Tijuana y Godoy Cruz.

Las ventajas, en principio, parecen importantes: sed de triunfo, apuesta al trabajo, ganas de demostrar que están para grandes desafíos, buena llegada a planteles cada vez más jóvenes. Ni hablar de la cuestión económica: sin duda, son más "baratos" que entrenadores ganadores y con mucha experiencia.

La falta de descensos fue un factor que les jugó a favor: ayudó a que los clubes se quitaran presión y le abrieran las puertas a caras nuevas. Además, el hecho de no tener la "guillotina" de la permanencia sobre sus cabezas dejó como resultado equipos que arriesgan más y que juegan mejor.

La tendencia sigue en muchas otras instituciones: Martín Palermo (40) en Arsenal, Matías Almeyda (40) en Banfield, Pablo Quatrocchi (40) en Quilmes, Gustavo Barros Schelotto (41) en Lanús, Gustavo Raggio (42) en Newell's, Mauricio Pellegrino (42) en Estudiantes, el Turu Flores (43) en Vélez y Darío Franco (45) en Defensa y Justicia.

En 12 de los 20 equipos de Primera el rango de edad de los Dts va de los 37 a los 45 años. En otros casos, técnicos como Roberto Sensini (47), Carlos Mayor (48) y Pedro Troglio (49) superan los 45 pero no llegan a los 50.
Los que sí pasaron esa barrera son Miguel Angel Russo (58), Ricardo Zielinski (54), Gustavo Alfaro (52) y Walter Perazzo (52). >

No hay dudas: los técnicos jóvenes invadieron los bancos de suplentes del fútbol argentino. ¿Ayudarán a renovar el fútbol?