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Messi, crack, apunta al récord

BARCELONA -- Leo Messi ya suma 250 goles en la Liga española. El sábado, en el Clásico, podría igualar o superar el record que estableció Telmo Zarra en 251 dianas... Pero Leo Messi, en un partido cualquiera como fue éste ante el Eibar demostró que es más, mucho más, que un goleador incansable.

No fue, para nada, el mejor partido liguero del Barcelona. Se asemejó al que disputó en Champions frente al APOEL, un duelo a priori cómodo que se convirtió en antipático, con el Eibar aguantando durante una hora larga el empate a cero, con Bravo sufriendo por mantener virgen la portería, con la defensa poniendo de los nervios a la hinchada... Y con Messi esperando la ocasión.

A la Pulga nada le nubla. Irureta, que se multiplicó, le sacó una mano enorme y se llegó a escuchar el rumor nervioso entre la hinchada. Y se llegó a ver jugadores descentrados. Pero a él nada le ocupa. Retrasó su posición cuando fue menester para iniciar la jugada en compañía de Xavi y al llegarse a la hora de partido decidió intercambiar su posición con el capitán.

"Nos ha costado abrir la lata", admitió el veterano centrocampista, agradecido con Leo cuando le regaló una asistencia mágica, que habría firmado el mejor Laudrup, que rompió a la zaga del Eibar a través de un pasillo imposible. Messi, el goleador, se disfrazó del mejor asistente.

Y marcó el 3-0 con un duro remate cruzado, para regalar a la hinchada su diana particular con la que acercarse a la historia. Porque Leo Messi no puede, nunca, dejar escapar la oportunidad.

200 VECES LEO

La Pulga está a un gol de los 251 que marcó hace más de medio siglo Zarra y llegará presto al Clásico del Bernabéu para abrir la puerta a la leyenda. Pero, además, el argentino sumó su gol número 200 en el Camp Nou con la camiseta del Barça.

Desde aquel primer gol que marcó en un partido de Liga al Albacete en 2005, Messi ha anotado 139 dianas en el campeonato de la regularidad, otros 37 en la Champions League, 16 más en la Copa del Rey y 8 en la Supercopa de España.

Y Messi, a la suya, sigue siendo intocable en los planes de Luis Enrique. Si Gerardo Martino le dio descanso con la selección, el entrenador del Barça volvió a mantenerle sin discusión en el campo. Han sido ocho partidos de Liga y dos de Champions completos, 900 minutos sin descanso y con fiabilidad.

"A veces miro al entrenador rival y creo que debe pensar que tengo mucha suerte de tenerle en mi equipo. Es un estímulo brutal. Es excelente tener un jugador como él", admitió Luis Enrique en la sala de prensa, dando a entender que se le acaban los adjetivos a la hora de hablar del crack.

Porque Messi parece vivir en una dimensión distinta en el mundo del fútbol. Es impensable imaginar un partido en el que no esté presto para sacarse algo de la chistera y es por ello que tropiezos como el de París duelen especialmente al entorno pero le duelen a él especialmente. Se sabe tan trascendente, tan imprescindible y tan superior que se intuye que debe dar el golpe en cualquier momento.

Con Madrid en el horizonte, el barcelonismo puede estar tranquilo mirando a su '10'. Vuelve a estar en el primer plano del escenario. No hay noticia mejor.