Maximiliano de Mingo 9y

Nicolás Alamo: "Delta es un compromiso de por vida"

BUENOS AIRES-- "Gracias por la magia". "El romance será eterno". Estas dos leyendas se podían leer a ambos lados de las remeras blancas que gran parte del público de Delta lució el sábado durante el partido con Olivos. ¿El destinatario? Nicolás Alamo, el apertura que se retiró de la actividad, tuvo su tarde emotiva. "Olé, olé, olé… Nico, Nico" y "Nico no se va" sonaron antes del encuentro.

Todo el club se rindió a los pies de uno de los principales impulsores de la creación de Delta, junto a los Lovisolo y los Dobal. Alamo entró a la cancha primero, separado del resto del equipo, para recibir el cariño, el afecto, los aplausos y la ovación para disputar su último partido tras 17 años de juego ininterrumpido. En la cancha sumó dos penales que sirvieron para ganar 11-10. Además, fue el capitán, por un gesto de su compañero Ramiro Dobal que le cedió la cinta para que el honor sea completo.

"Me quedo con este abrazo de todo el club y sólo me queda devolver a ustedes todo lo que me dieron", fue la sentida reflexión apenas concluido el partido. Pero sus emociones fueron más allá de su último match.

-¿Qué sentís con el retiro, el mismo día del primer descenso, pero a la vez con toda la fiesta que armaron para vos?

- Son sensaciones encontradas, es una carrera muy linda la que pude lograr hacer. Nos toca descender hoy, pero no me quiero quedar con eso, me quiero quedar con todo lo que hizo este club, todavía no cumplió ni cinco años y ya jugó en el mejor rugby de Buenos Aires. Nos toca irnos, pero con la frente alta, ganando la última fecha y por muy poquito, porque Manuel Belgrano lo ganó sobre el final.

-¿Qué cosas se te cruzaron por la cabeza en el momento en que saliste solo a la cancha, con un pasillo de casi cien metros de gente del club aplaudiéndote y coreando tu nombre?

-Es lo que uno cosecha a lo largo de tantos años. Fueron 17 años en Primera, la verdad que son un montón y por suerte esto es crecimiento y lo que demuestra la gente es increíble.

-Te toca retirarte en tu cancha, con tanta gente querida, habiendo jugado en Primera con Delta, ¿imaginabas algo de todo esto hace cinco años cuando decidieron separarse de San Fernando?

-A lo mejor cuando uno deja de jugar o se va, se da cuenta de lo que hizo el club y lo que aportó uno, hicimos mucho. Nos tocaron vivir muchas emociones fuertes, este sábado nos tocó vivir una más, pero como dijo Ramiro (Dobal), que es el capitán del club, hay que estar todos juntos para poder volver a Primera el año que viene.

-¿Ese fue otro detalle para sumarte emoción? Te donó la capitanía para el último partido...

-Sí, la verdad que fue un gesto increíble de Rama. Son gestos de un amigo, de un hermano, que no se olvidan más.

-En tu extensa carrera pasaste por muchas situaciones, entre ellas el seleccionado de Buenos Aires, pero si tuvieras que elegir un momento de todos estos años, ¿cuál sería?

- Me quedo con el ascenso a Primera con Delta el año pasado. Igual son muchos los momentos buenos, no me quiero olvidar de San Fernando tampoco porque fue un club que a mí me educó, hice ahí todas las infantiles y me formó como persona. Pero el ascenso a Primera con Delta fue un momento lindo, producto del trabajo de muchos años y se nos dio.

-¿Ya tenés definido qué vas a hacer el año que viene?

-Sí, ya me engancharon para dirigir a una de las infantiles. Delta es un compromiso de por vida. Tenemos muy pocos años y acá todos tenemos que hacer de todo y tengo que estar activo (risas).

-Les tocó el descenso, pero en las palabras del final del partido se escuchó que van a volver rápido, ¿coincidís?

-Sí, porque el único que se retira soy yo, queda la base que es un equipo muy bueno, que si sigue haciendo las cosas así el año que viene, va a volver rápido.

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