Iain Macintosh 9y

¿Quién tiene la culpa?

El Manchester United está en declive, y Sir Alex Ferguson ha utilizado la publicación de su nueva autobiografía actualizada para negar que él sea el culpable. David Moyes dijo a la BBC la semana pasada que pensaba que el club era culpable por no apoyarlo la temporada pasada. La sensación generalizada es que a Louis van Gaal no le importa quién tiene la culpa, o lo que piensen los demás, pero definitivamente tampoco tiene pensado aceptar la responsabilidad en el corto plazo.

Nunca ha sido más cierta la frase que dice que el éxito tiene muchos padres y el fracaso es huérfano.

Pero mientras que los dos entrenadores del pasado se lanzan la pelota entre ellos, los malos resultados continúan bajo el director técnico actual. El gol tardío de Daley Blind rescató un empate para el equipo de Van Gaal el lunes, salvando al club de una humillante tercera derrota de liga en lo que va de la temporada. Ya están a diez puntos del Chelsea, y a pesar de toda la confianza del holandés, sin duda no se ven como candidatos al título.

No hay lugar donde esconderse. El West Bromwich Albion, organizado y rápido en el contraataque, es un equipo ordinario por las normas a las que está acostumbrado el United. También lo son el Leicester City, el Sunderland y el Swansea City. El Burnley ni siquiera es tan bueno. Pero el United no han logrado vencer a ninguno de ellos, y el Chelsea y el Manchester City son los próximos dos equipos en el itinerario. Esto puede empeorar antes de comenzar a mejorar. Pero, francamente, ¿qué puede hacer el United al respecto?

No se puede hablar de un nuevo cambio de dirección. Eso sería una locura. Van Gaal ha cometido errores, sobre todo al tratar de jugar con un fondo de tres cuando el club sólo tenía tres defensores centrales especializados, pero esto no es culpa suya. Además, probar diferentes jugadores en diferentes posiciones con resultados mixtos es lo que todos los entrenadores solían hacer con bastante libertad antes de que el fútbol pasara a ser tan histérico. Las llamábamos "temporadas de transición".

Ferguson y Moyes también cometieron errores; el primero con su fracaso para reforzar el centro del campo destacándose como el peor de sus errores, el último con una serie de calamidades tan grandes que nada se destaca en absoluto.

Pero el nombre de Moyes no fue sacado de un sombrero al azar. Fue contratado por una buena razón, a saber, su pasión por el desarrollo de jugadores, algo que compartía con figuras influyentes en la dirección del equipo. Tal vez con un mejor respaldo, Moyes podría no haberse quedado tan corto, aunque al no poder retener a los entrenadores de Ferguson, él fue culpable de algo de esto también.

Mientras que los tres entrenadores comparten un cierto grado de responsabilidad en este desastre, su parte de la culpa es minúscula en comparación con la que el club debe aceptar. El retiro de Ferguson no fue una sorpresa. Había estado en la agenda desde su primera salida abortada en 2001. ¿Cómo es que han estropeado tanto la sucesión? Hay demasiadas preguntas.

¿Por qué no se le concedió a Moyes la ayuda financiera otorgada a su sucesor? ¿Por qué no se adoptaron medidas preventivas para preparar la salida de Nemanja Vidic y Rio Ferdinand, dos de los mejores defensores de la era de la Premier League? ¿Por qué, cuando el dinero se gastó, fue destinado a Juan Mata, otro mediocampista ofensivo? ¿Por qué no hubo ninguna estrategia clara de transferencia cuando llegó Van Gaal? ¿Por qué se firmaron aún más volantes ofensivos en vez de defensores?

Todo eso, sin embargo, está en el pasado, y las respuestas no serán de ninguna ayuda para Van Gaal de todos modos. El United está en medio de una tormenta, y la única manera de salir es a través de la misma. Afortunadamente, hay señales de que esto es exactamente lo que van a hacer y, si vas a tener un mal comienzo, esta es definitivamente la temporada que tienes que elegir.

El Chelsea parece devastadoramente superior a todos los demás esta temporada. El Manchester City no está funcionando a toda máquina, pero sigue siendo una propuesta temible, como el Tottenham descubrió el fin de semana pasado. Pero el Liverpool y el Arsenal parecen vulnerables y el United está apenas a cuatro puntos de Southampton en tercer lugar.

Algunos observadores sugieren que la venta de Danny Welbeck (cosecha propia) por parte del United fue una indicación de que Van Gaal no tenía respeto por las tradiciones del club. Pero sólo tienes que mirar las razones que ofrece el equipo para comprender que sabe exactamente lo que hace saltar al United.

Tal vez consciente de que su equipo ya no tiene estabilidad defensiva, los ha hecho empujar hacia adelante sin descanso, desesperado por sumar en el tanteador antes de que lleguen los inevitables goles contrarios. Dejan espacios abiertos, claro. Dos veces en los primeros 70 segundos, Albion encontró espacios detrás de sus defensores entusiastas. El primer gol fue producto del avance excesivo de Luke Shaw en ataque; el segundo fue por error del lateral derecho Rafael, quien, quizás por fatiga, perdió de vista la línea defensiva y jugó con Saido Berahino. Pero, como exigen los fans, atacan, atacan y atacan.

Van Gaal podría haber exagerado cuando describió éste como su mejor trabajo, pero sí hubo señales claras de promesa. También fue alentador ver a Shaw no sólo hacerse responsable fuera de la cancha después del partido, sino negándose a rehuir de ella durante el juego. También hubo fuerza en el medio, a través de Ander Herrera y Blind. Y aunque podrían haber aprovechado mejor el dinero en otro lugar, no se puede negar que Ángel Di María es uno de los mejores jugadores del mundo.

Las disputas sobre quién es el culpable de este declive sin duda continuarán, seguramente durante muchos años en las páginas de muchas autobiografías. Pero en este momento, la prioridad es responsabilizarse por el presente. Y si bien el United aún no está obteniendo los resultados que desea, la sospecha es que no pasará mucho tiempo antes que los consiga.

^ Al Inicio ^