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Tras avanzar en la Copa MX, 'Chelís' se considera "un escogido por Dios"

GUADALAJARA -- A José Luis Sánchez Solá se le quebó la voz. Al llegar a la conferencia de prensa en el estadio Jalisco ya tenía los ojos enrojecidos como evidencia de que había llorado al ser rebasado por sus emociones.

El técnico del Puebla confesaba que no se quedó en la cancha a presenciar los penaltis porque ingresó al área del recinto donde se encuentra una capilla y rezó por sus jugadores para que anotaran en la serie de penaltis para vencer al Atlas y darle el toque de fortuna al portero Alfredo Fraustro.

"No vi ningún penalti, me metí a la capilla para pedirle a Dios que les diera puntería a los jugadores y manos de pulpo al portero. Dios hizo un pacto conmigo. Soy un escogido, y ante este hecho te lo comento, los penaltis son un volado, y el Barba me dio dos monedas con el lado de águila, y yo voy águila".

El "Chelís" dijo que el triunfo era dedicado a la afición poblana.

"Estamos muy contentos por los jugadores porque se han esforzado mucho, porque siguen siendo honestos, y esto es para la afición del Puebla, aún no hemos logrado nada, es una semifinal, pero por lo menos brindarles una semifinal en su casa es algo muy bueno".

La victoria también la considera una forma de confirmarse de que son capaces de sobrevivir a la batalla encarnizada de permanecer en la Primera División.

"Esta es la prueba de que sí podemos salvarnos, porque es muy tormentoso este proceso, es muy largo, nunca había vivido un descenso tan largo como este, esa luz al final del túnel sí la vemos, y a veces no ves ni m... Yo le doy mucho respeto a la Copa, me encanta jugarla".

Y ahora Puebla se queda en Guadalajara para enfrentar de nueva cuenta al Atlas en la Liga.