Jordi Blanco | Corresponsal 9y

Luis Enrique asegura que nunca entrenaría al Real Madrid

BARCELONA -- El Barcelona viaja mañana a Madrid para disputar un Clásico especial. Será el primero con Luis Enrique como entrenador azulgrana y la expectación no puede ocultarse. "No, nunca entrenaré al Real Madrid, porque ya vi todo lo que tenía que ver allí", respondió con ironía el técnico, cuando se le pregunto por ello y recordándole que Ancelotti ya dijo que nunca dirigiría al Barça.

"Cualquier victoria en el Bernabéu es importante para un culé y ese es el ánimo con el que vamos. A nivel personal, la verdad, tengo mala memoria para quedarme con un recuerdo en especial". Serio y firme en su discurso, el técnico, de todas maneras, mostró una pose calmada en la previa de su primer Clásico como entrenador. Pero en el ambiente flota la excitación.

El Barça de los records acude al Bernabéu con un único objetivo: "Ganar" y apartando del plano los goles que pueda marcar Messi o la posibilidad de que Bravo aumente su racha de imbatibilidad. "Queremos tener controlado el partido hasta que haya una oportunidad de hacer daño al rival. Es evidente que nosotros queremos tener más tiempo el balón que el Real Madrid", admitió el técnico asturiano, quien dio a entender que su equipo mantendrá "desde el minuto 1 " la ambición por ganar.

Alejado de su época como futbolista, Luis Enrique se mostró con el ánimo más tranquilo ante su primer Clásico y alejándose de polémicas que pudieran salpicarle. Así, ni entró a valorar las palabras de Ancelotti que pudieran ser consideradas como una provocación por afirmar que él cambiaba a sus jugadores sin preguntar. "Yo a Ancelotti le tengo mucho respeto. Todo el mundo tiene derecho a opinar, a hablar... Por mí está claro: máximo respeto. Me cae muy bien el señor Ancelotti y no quiero entrar en eso", cerró con elegancia el entrenador asturiano, quien prefirió llevar su discurso a aspectos futbolísticos.

"Más allá del 11 que saque el Madrid, nuestra manera de jugar será la misma. Nosotros no cambiamos la idea futbolística que tenemos pensando en el equipo contrario", avisó el técnico azulgrana, admitiendo que "hay que valorar las circunstancias del rival y una de sus mejores cualidades es la transición" pero dejando claro que nada le hace cambiar la preparación de un partido "sea el rival que sea".

¿Confianza? A través de las palabras de Luis Enrique se diría que en el Camp Nou la fe ante el choque es máxima y ni el hecho de que haya tantos debutantes que, quizá, no estén acostumbrados a tal presión le cambia el pensamiento. Bravo, Rakitic, Mathieu, Suárez... Varios son los jugadores que pueden vivir su bautismo de fuego en este partido de máxima presión, por mucho que al entrenador eso no le preocupase: "No veo nada especial; no noto diferencias. Hay que tener claro que todos son futbolistas de nivel, contrastados. Han jugado partidos importantes con sus clubes y no veo que estén con un ánimo diferente a los demás".

Lo que es indudable es que para él, por mucho que lo ocultase con sus palabras, el de mañana no será un partido cualquiera. "Me gusta que el cariño esté repartido", aseveró entre risas Luis Enrique, quien recordó que el pasado curso, con el Celta, "sí fue diferente; yo era el objetivo, pero eso ahora será distinto. De todas maneras cambia la película de ir como jugador a hacerlo como entrenador. De jugador casi no me acuerdo ya, como entrenador lo viví el año pasado muy tranquilo y placentero", dijo con la sonrisa adivinándose en su rostro.

El Barça no dará a conocer su convocatoria hasta mañana mismo por la mañana. Con Busquets, en palabras de Luis Enrique, "totalmente recuperado", adivinar el once se contempla un juego peligroso y casi imposible dependiendo de cómo quiera mandar el entrenador en el campo. "Nosotros imaginamos como puede darse un partido... Y luego ser todo diferente", advirtió en este aspecto, no dando ninguna pista acerca de si Suárez jugará de entrada, quiénes serán los centrales titulares o si en su intención de ganar la batalla por la posesión le dará más peso al centro del campo con cuatro futbolistas. "La mayoría de futbolistas del Barcelona, por no decir todos, cumplen los requisitos necesarios para jugar partidos de este tipo, así que en ese aspecto la confianza es máxima" sentenció.

Con cuatro puntos de ventaja en la tabla, el Barça podría dar mañana un golpe de efecto en el Bernabéu, aunque a nadie escapa que el primer partido de máxima exigencia, en París, lo perdió o que, también, la imagen futbolística del equipo se ha movido entre la excelencia y minutos de menor nivel.

"Es evidente que tenemos una ventaja por ir por encima en la clasificación y claro que lo preferimos", convino Luis Enrique, para quien el partido, sea cual sea su resultado "no será para nada definitivo" en el transcurso de la temporada. Pero por encima de palabras de cara a la galería y de ofrecer una imagen seria, en el vestuario azulgrana este Clásico se contempla de manera especial.

La historia espera a Messi y puede seguir aguardando a Bravo... Pero por encima de cuestiones personales, el barcelonismo espera que el equipo de Luis Enrique vuelva a darle una alegría en un escenario que en los últimos años le ha dado muchas alegrías... "Aunque marcase el gol Douglas", bromeó un periodista cuando el entrenador abandonaba este viernes la sala de prensa.

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