Iain Macintosh 9y

Impecablemente construido, el Chelsea no le teme a Man United

Si estás buscando razones por las que el Chelsea no va a ganar el título, su partido contra Maribor en plena semana no es un buen lugar para iniciar la búsqueda. No fue el marcador lo que debería intimidar al resto de la Premier League, sino la manera en que lo alcanzaron.

El Chelsea no es sólo un buen equipo, es un equipo motivado. Están totalmente comprometidos, son completamente profesionales y tienen muy pocos puntos débiles. Los seguidores del Manchester United deberían estar más bien preocupados por el gran partido de este fin de semana.

Maribor, por supuesto, no es exactamente miembro de la realeza europea. Pero llegó a la fase de grupos de la Champions League de la manera difícil, ya que su título esloveno no fue pasaporte de entrada a la UEFA. Ya habían enfrentado a Schalke y al Sporting de Lisboa antes de su viaje a Londres. Pero nadie los había vencido hasta que jugaron contra Chelsea.

Fue sobre el final cuando quedó claro lo que José Mourinho ha conseguido en poco más de un año, el espíritu que ha cultivado.

El Chelsea tenía una ventaja de cinco goles y fácilmente podría haber dado el encuentro por terminado dejando correr el tiempo durante los últimos 10 minutos. En cambio, defendieron como si la ventaja fuera la mínima. Cuando Maribor atacaba, bloqueaban con asombrosa determinación, lanzándose delante de los remates a la meta y persiguiendo a sus rivales por todos lados. No se conformaban con una victoria; querían una actuación perfecta.

Ésta fue la marca del primer equipo de Mourinho en Chelsea, una voluntad de ganar que los alimentaba a través de las largas campañas. Fue un estado de ánimo que permaneció en el vestuario incluso después de la salida de Mourinho en 2007, una inercia que casi los impulsa a seguir ganando bajo Avram Grant.

Los equipos bien financiados de superestrellas millonarias siempre pueden ser derrocados por jugadores de menor calibre que sencillamente lo desean más. El problema durante las primeras dos campañas de Mourinho en Stamford Bridge fue que nadie lo quería más que el Chelsea. Y hay señales de esa misma hambre en este equipo. Ha erradicado las personalidades que creía demasiado débiles como para confiar en ellas y las ha reemplazado con cabezas que considera más fuertes.

Si es que estaba mirando, Louis van Gaal habrá notado que éste ni siquiera fue el conjunto más sólido del Chelsea. Engañando una vez más a los medios de comunicación, Mourinho había insistido en que no descansaría jugadores. Sin embargo, Petr Cech, Kurt Zouma y Filipe Luis, quienes sumaban tres partidos de liga como suplentes entre los tres en toda la temporada, fueron seleccionados como titulares. La escala de la victoria significó que Cesc Fábregas y Oscar pudieron ser reemplazados temprano para descansar sus piernas. El Chelsea está en excelentes condiciones.

Todo esto ha sido producto de la aplicación liberal de un atributo que ha estado ausente en Stamford Bridge durante muchos años: el sentido común. Los libros del Chelsea son tan equilibrados como su plantilla. No era ningún secreto que Mourinho no estaba conforme con sus delanteros la temporada pasada, por lo que se deshizo de todos ellos y comenzó de nuevo, pagando mucho dinero por Diego Costa, uno de los mejores de Europa, para luego incorporar una leyenda veterana del club y un gran rematador en Didier Drogba y Loic Remy.

Sabía que las piernas de Frank Lampard se estaban debilitando, por lo que pagó una suma considerable por otro mediocampista creativo con capacidad de gol, Cesc Fábregas, el hombre perfecto para complementar a su fichaje de invierno, Nemanja Matic.

La defensa, que permitió solamente 27 goles en la liga la temporada pasada, no necesitó más que un pequeño ajuste. Filipe Luis por Ashley Cole. Y luego estuvo la decisión difícil pero justificada de promover a Thibaut Courtois.

Ha sido un trabajo de reconstrucción impecable, y fue prácticamente auto-financiado por la venta de jugadores. Compara y contrasta con el fracaso del United a la hora de reemplazar a Nemanja Vidic y Rio Ferdinand, a pesar de que estaba claro desde hacía meses que ambos estaban en la puerta de salida. Compara y contrasta con el fracaso del Arsenal a la hora de reforzar una línea de fondo endeble. No es mucha ciencia, sólo sentido común.

No todo son malas noticias para el United. Se ha informado que los problemas de Costa no se limitan a los isquiotibiales y que podría haber sufrido una infección estomacal severa. Remy se retiró inmediatamente después de abrir el tanteador el martes, aparentemente con una lesión en la ingle. La edad ha desgastado a Drogba, y el prospecto de academia Dominic Solanke nunca ha jugado en la Premier League. Andre Schürrle, quien también se está recuperando de una lesión, podría llegar a encabezar la línea.

Pero el Chelsea jugó razonablemente bien sin un delantero de primera la temporada pasada. Y Mourinho también habrá visto al United. Habrá observado la forma en que sus defensores pasan la línea de mitad de cancha en ataque, dejando espacios detrás. Puede que le preocupe la creatividad de Ángel Di María; sin duda respetará la amenaza planteada por Radamel Falcao, pero no le temerá al United, ni debería hacerlo.

Nos hemos acostumbrado a los partidos parejos entre estos dos clubes durante los últimos años. Pero puede que este fin de semana el asunto no sea tan parejo.

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