Jordi Blanco | Corresponsal 9y

El Barça, atropellado sin excusas

BARCELONA -- Del Parque de los Príncipes al Bernabéu, el Barça completó su segundo fiasco de la temporada en, precisamente, su segundo partido de máxima exigencia. Si en París fue derrumbado por el PSG, en Chamartín el Madrid dejó al descubierto sus limitaciones, empezando por Dani Alves, otra vez horroroso en su marca, y acabando por Luis Suárez, invisible en su esperado debut.

Marcó Neymar, un golazo... Pero fue el Barça en su conjunto una sombra, nunca a la altura de las circunstancias y nunca cumpliendo las exigencias frente a un Real que le atropelló de mala manera y que marcando tres goles no habría sido inimaginable que marcase cinco.

Luis Enrique aseguró en la previa que todos sus jugadores estaban preparados para un choque de estas circunstancias pero la realidad desnudó al entrenador asturiano y a no pocos de sus futbolistas. Bravo acudió fiel a la cita, y si en sus anteriores 12 duelos frente al Madrid había encajado 30 goles, mantuvo la media y se llevó tres. Aspirante a alcanzar los 824 minutos de imbatibilidad de Miguel Reina, a los 34 se acabó la fiesta cuando Marcelo dejó en evidencia a Alves y su centro raso lo cortó con el brazo de mala manera Piqué.

La racha acabó de penalti, pero nunca un penalti evidenció tanto el pesar de un equipo. Y mostró que este Barça que sumaba ocho partidos sin encajar ni un gol y cediendo apenas un empate era poco menos que fachada.

SIN NOTICIAS DE LEO NI DE SUÁREZ Igualmente decepcionante fue la actuación de Leo Messi. Protagonista durante tantos días por la posibilidad de batir el record histórico de Telmo Zarra, el argentino nunca entró en el partido, no acudió, no jugó y apenas se le vio felicitando a Neymar cuando el brasileño celebraba su gol. En el tercer minuto.

Ancelotti montó una tela de araña con la que anular el fútbol de combinación y posesión del Barça, especialmente anulando a Messi. Pero no debió sospechar el entrenador italiano que Leo se anularía solo.

A su lado Suárez. Poco o nada que decir. Se esperaba tanto del uruguayo que pasó total y absolutamente desapercibido por el campo, sin ofrecer ni un ápice de la calidad que se le supone y no poniendo nunca en peligro la meta de Casillas, más feliz a cada minuto que pasaba.

El Barça volvió a naufragar. Al cabo de 25 días de su KO en París, el equipo de Luis Enrique ofreció su peor cara, desde un portero que sin ser responsable de ningún gol tampoco fue capaz de salvarlo, hasta Pedro o Sergi Roberto, cuya entrada en el campo no resultó nada. Nada de nada.

Al Barça le dieron un repaso en Madrid. Y deberá tomar nota de muchas cosas.

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