<
>

Gigantes sufren fuerte golpiza en KC

KANSAS CITY -- El pitcheo de los Gigantes de San Francisco se derrumbó peor que la última vez que estuvo en Kauffman Stadium; sufrió una de las peores golpiezas en la historia de una Serie

Y ahora los Giagantes tendrán que jugar el campeonato de las Grandes Ligas en Kansas City en un séptimo y definitivo partido contra los Reales.

La única vez que estuvieron en una situación idéntica fracasaron.

En la Serie Mundial del 2002, contra Angelinos, los Gigantes se fueron a toda la ruta del Clásico de Otoño para intentar coronarse, después de que llegaron al sexto juego con la ventaja 3-2, como este martes comenzaron en Kansas City.

Antes, habían ganado el cuarto y quinto de la serie, tras perder el tercero y segundo, y triunfado en el primero. Idéntico a la actual disputa por el cetro de las Mayores que sostienen contra los Reales.

"Son tiempos y equipos diferentes", dijo el tercera base de los Gigantes Pablo Sandoval. "Eso es sólo histórico, es una anécdota. Hemos estado en situaciones complicadas. Podremos salir otra vez de esta".

Habrá que ver si estos Gigantes pueden crecer en el momento más importante del año y de las últimas dos temporadas; así como hicieron para llegar al Clásico de Otoño desde la ronda de comodines, cuando eliminaron al favorito Pittsburgh, y luego en la Divisional cuando despacharon a Washington con todo y su mejor marca de la Nacional, o cuando borraron al entonces campeón de liga, San Luis.

"No tenemos porque estar enojados ni decepcionados", comentó Sandoval. "Estamos en una Serie Mundial; vamos al Juego 7, algo que muchos han soñado y nunca llegaron".

"Mañana sólo hay que venir a un nuevo día, el último partido de la temporada olvidándonos de lo que sucedió hoy", agregó. "No fue el fin del mundo, sólo perdimos esta noche y mañana nos jugamos la Serie Mundial".

Para los Gigantes será complicado; esta generación nunca había estado en una situación similar; llegar al séptimo y último después de recibir una paliza de magnitudes históricas, en la que su pitcher abridor, Jake Peavy, apenas aguantó una entrada y un tercio, con cinco carreras y seis imparables.

Los Reales conectaron 15 hits y para el tercer inning todos los jugadores de la alineación habían conectado al menos un imparable.

Peor aún, el relevo que se mantenía casi impenetrable fue humillado. Desde Yosmeiro Pettit, quien entró por Peavy con cuenta casi perfecta en la Serie Mundial y la postemporada.

Petit fue incapaz de detener; recibió castigo por doquier, incluyendo dos carreras antes de sacar dos outs y completar la entrada, después de que había impedido carreras en 12 innings lanzados antes en la postemporada, incluyendo el Juego 4 de la serie.

"Son situaciones diferente, yo no había entrado antes con corredores en las almohadillas y no fue nada fácil", dijo Petit. "Hay que darle crédito a ellos. Hice unos buenos pitcheos y ellos pudieron ajustar. Pero son cosas de las que uno aprende".

"Ellos me pescaron varias bolas rompientes y no las rectas, porque yo lancé muchas bolas rompientes en casa y ahora ellos estaban preparados para eso", agregó. "Es mi trabajo ahora yo hacer los ajustes".

Y luego Jean Machi, quien de no ser porque el manager Bruce Bochy ya daba el juego casi por perdido desde esa segunda entrada en la que San Francisco recibió siete carreras, jamás hubiera vuelto a participar en esta Serie Mundial.

Machi recibió dos carreras de cinco hits en tres entradas de relevo.

"Tenía tiempo sin lanzar tres innings, pero entendí que tenía que lanzar lo más posible para ayudar a que el resto del bullpen esté descansado mañana", dijo. "Ahora mis compañeros en el bullpen están tranquilos ya pensando en el juego de mañana".

En cambio, el abridor rival, el precoz Yordano Ventura disfrutó una noche que recordará toda su vida al maniatar a los Gigantes en tres imparables en siete capítulos.

Los bateadores californianos parecieron por momentos jugadores amateurs frente a Ventura, quien encontró maneras de salir con bien en los escasos, muy escasos momentos de peligro para su causa.

"Traté de trabajar tan fuerte como pudiera para dejar a mi equipo en un buen lugar", dijo Ventura.

Y sí dejó en buena posición a sus Reales para aspirar al campeonato, ya que en las últimas nueve series mundiales que fueron a la distancia, el equipo local se coronó todas las veces.

Este miércoles, los Reales recibirán a los Gigantes con Jeremy Gunthrie en la loma para enfrentar a Tim Hudson.