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Expectativa en en Perú tras la inhabilitación a Burga para presidir

LIMA -- La inhabilitación de la candidatura del actual presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Manuel Burga, para ser reelegido en el cargo por tercera vez consecutiva causó expectación en Perú de cara a las elecciones a la presidencia que celebra este jueves el máximo organismo del fútbol peruano.

A la Villa Deportiva Nacional (Videna), donde esta tarde se celebrará la votación, llegaron varias decenas de aficionados que piden la salida de Burga de la FPF y en torno a la entrada del complejo deportivo se dispuso un cordón policial.

El comité electoral de la Federación Peruana decidió anoche inhabilitar la candidatura de Burga y la de Agustín Lozano sin dar oportunidad a reclamo, por lo que ahora el único candidato en vigencia es el presidente del Deportivo Coopsol, Freddy Ames.

La lista encabezada por Manuel Burga, presidente de la Federación Peruana desde 2002, fue inhabilitada al considerar que infringía la normativa deportiva de Perú, que solo permite una reelección como mandatario de este organismo.

"De ser reelegido (Burga) para el período 2014-2018, supondría una segunda reelección, lo que contravendría expresamente el artículo 46 de la Ley General de Promoción y Desarrollo del Deporte", explicó el comunicado del comité electoral.

Junto a Burga también se inhabilitó la candidatura del presidente de la liga departamental de Lambayeque, Agustín Lozano, "por ser funcionario público en vigencia y alcalde reelegido de Chongoyape, para el período 2015-2018, cargo que resulta incompatible con la función de Presidente de la FPF, en caso de ser elegido".

El presidente del comité electoral, José Luis Noriega, explicó a a Radioprogramas del Perú (RPP) que Ames podría convertirse en el nuevo presidente de la Federación Peruana con solo un voto, y que ninguna apelación por vía penal de Burga supondrá una desafiliación de la FIFA.

Burga postulaba a un cuarto mandato al frente de la FPF bajo sospechas y denuncias de delitos de corrupción, como el de lavado de activos, que son objeto de investigación por parte de la Fiscalía y la procuraduría especializada en ese tipo de delitos.

Las sospechas de corrupción se avivaron el domingo cuando la revista Poder aseguró que el presidente de la federación incurrió en malversación de fondos en 2007 y 2008 a través del Instituto Alfonso Huapaya Cabrera, que la justicia no investigó porque el informe policial que lo incriminaba fue cambiado antes de llegar al juez.

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