Gonzalo Aguirregomezcorta 9y

Lesión de Westbrook, broma macabra

LOS ÁNGELES -- Sobre la espalda de Russell Westbrook había recaído la responsabilidad de minimizar los daños causados por la baja de Kevin Durant. Como segundo mejor jugador de Oklahoma City Thunder, su propósito, su obligación y su cometido no era otro que el de ser el líder indiscutible de la franquicia, el catalizador ofensivo del grupo, ése jugador capaz de apagar el fuego de un desliz incontrolable. Lo logró, a medias, en el primer juego de la temporada gracias a 38 puntos que no pudieron salvar a su equipo de la quema ante Portland Trail Blazers. En el segundo, frente a Los Ángeles Clippers, no le dio tiempo ni a llegar al descanso.

Su rostro se torció cuando su mano izquierda palpó a la derecha para buscar una explicación al dolor, una respuesta a esa molestia que acabó en infortunio cuando los servicios médicos de la franquicia le diagnosticaron una fractura en el segundo metacarpiano. Así, sin más, el armador se convertía en la segunda baja sensible del Thunder.

Aún no se sabía cuánto tiempo se perdería cuando finalizó la cita en el Staples Center, pero los rostros de preocupación no vaticinaban nada bueno. Scott Brooks afirmó que no quería pensar en el tema hasta que no saliera del estadio, sin embargo tendrá que encontrar la fórmula para que la imagen que mostró el Thunder en el segundo periodo ante los Clippers se asemeje a la realidad que les tocará vivir durante algunas semanas.

El retrato de este despropósito con reminiscencias poco alentadoras supone otra piedra en el camino, otro desenlace que obliga a agudizar el ingenio y a pensar en positivo, porque lo contrario sería volver a más de lo mismo. No hace ni un año que Westbrook regresó a la normalidad después de tres intervenciones quirúrgicas en la rodilla. Aquel cuarto elegido en el draft de 2008, cuyo destino parecía estar escrito con letras de oro victoria al recalar en el mismo plantel que Durant (segundo en el draft de 2007) vio como en apenas unos meses su futuro dejaba de brillar con tanta claridad.

Regresó a finales de febrero y el Thunder no pudo poner la guinda a una gran temporada porque San Antonio Spurs fue demasiado bueno como para ser vencido por nadie, ni siquiera por Miami Heat. Es como si el destino hubiera querido gastarle una broma macabra a Westbrook y al equipo, uno de los más dinámicos y temidos de la liga cuando sus dos jugadores estelares están sobre la duela. Como si los dioses del básquetbol se hayan empeñado en tirar por tierra el trabajo y la calidad de estos eternos contendientes.

Pasará un tiempo sin que les veamos, ni juntos, ni separados, y las alarmas se encienden en la carrera hacia los playoffs. En una pretemporada y dos partidos de campaña regular, el Thunder ha perdido fuelle y es probable que den una ventaja a sus rivales directos que a la postre podría resultar clave.

^ Al Inicio ^