Salvador Rodríguez 9y

Arena forjadora de leyendas

MÉXICO -- Si a Tepito se le llamó con justicia la Cuna de los Campeones, a la Arena Coliseo había qué llamarla la Catedral del Boxeo Mexicano.

Inaugurada en 1943 exclusivamente para los deportes del pueblo, el boxeo y la lucha libre, la Coliseo fue una aduana que sólo los elegidos libraron. Quien estelarizó y ganó ahí era porque tenía el talento, el carisma y la bravura suficientes para representar a México a lo grande.

Ahí se forjaron las leyendas y la conocedora fanaticada lo sabía.

La Coliseo fue la casa de Raúl 'Ratón' Macías, pero también vio pasar a figurones del pugilismo azteca de la talla de José 'Huitlacoche' Medel, José 'Toluco' López, Luis Villanueva Páramo 'Kid Azteca', Rodolfo 'Chango' Casanova, Ricardo 'Pajarito' Moreno, Juan Zurita, Vicente Saldívar, Rubén Olivares, Chucho Castillo, Salvador Sánchez, Carlos Zárate, Lupe Pintor, Julio César Chávez, Ricardo 'Finito' López, Marco Antonio Barrera y Jhonny González.

"La Coliseo es una Arena que impone", compartió con ESPN el legendario Carlos 'Cañas' Zárate, un formidable noqueador que tras su paso por el 'Embudo de Perú 77' se convirtió en un figurón del boxeo mexicano e internacional. "No tengo duda de que ha visto pasar más Campeones Mundiales de México que ninguna otra arena en el país, tenía magia", agregó.

Y claro que tenía magia. A sólo unas calles del Zócalo de la Ciudad de México, la Coliseo también vibraba con el bullicio de los barrios de la Lagunilla y Tepito. Era una arena construida por don Salvador Lutteroth para el pueblo y sus ídolos. Ahí se bordaba la historia del deporte mexicano.

Pero con el paso del tiempo, la construcción de la Arena México y la proyección que poco a poco fueron logrando las figuras en míticos lugares como el Olympic Auditorium o el Forum de Inglewood, la magia fue desapareciendo.
Apenas llegó el nuevo milenio y sin el apoyo de la televisión y la huida de los patrocinadores, la Coliseo cerró las puertas al boxeo profesional.

Sin embargo, este sábado se hará un nuevo intento por parte de Promociones del Pueblo de los promotores Osvaldo y Reginaldo Küchle, el Consejo Mundial de Boxeo y la Secretaría de Turismo para revertir el hechizo y devolverle el encanto.

El intento bien lo vale, porque a final del día, la Arena Coliseo será por siempre la Catedral del Boxeo Mexicano.

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