Carlos Nava, Escritor ESPN Digital 9y

Cowboys perdieron su personalidad

ARLINGTON, Texas -- Los aficionados de los Cowboys tuvieron este domingo otra probadita de lo que puede ser la vida sin Tony Romo.

Ni con siete puntos de ventaja, el quarterback suplente Brandon Weeden pudo mover a la ofensiva de los Cowboys, que perdieron este domingo 28-17 ante los Arizona Cardinals.

Weeden lucio apático, descoordinado, sin comunicación con sus compañeros y falto de ritmo de principio a fin.

Muchas de sus estadísticas las infló en "tiempo basura" cuando el partido ya estaba decidido, como el primer pase completo al mejor receptor de los Cowboys, Dez Bryant, en la última serie ofensiva.

Igual sucedió con Terrance Williams, un receptor titular con seis touchdowns que fue ignorado durante más de tres cuartos por Weeden.

El mariscal de campo que tuvo que jugar por el lesionado Tony Romo, quien fue desactivado apenas de último minuto antes del partido, pareció por momentos ni siquiera conocer el sistema, ya que muchos de sus pases fueron a zonas donde ningún receptor esperaba.

"Tengo que jugar mejor", reconoció Weeden. "Sin importar las circunstancias, tengo que salir y hacer jugadas. No puedo regalar el balón. Todo fue mi culpa".

"Fui inconsistente. Por momentos estuve bien y otras no", agregó. "No importa si no casi no he jugado en dos años. MI deber era salir y hacer el trabajo. Tampoco es que jugué horrible todo el tiempo, pero debí ser más consistente".

La mayor parte del partido, Weeden telegrafió de manera evidente sus pases, al voltear a ver sólo a su primera opción en campo abierto, para facilitar la cobertura de los Cardinals, que llegó al juego con la peor defensiva contra el pase en la liga.

Nunca volteó a ver a sus opciones secundarias, ni fue capaz de moverse atrás de la bolsa cuando recibió presión; par de las principales armas de Romo en ayuda de su línea ofensiva.

"Hubo un par de veces que fue mi culpa (la falta de entendimiento)", mencionó Weeden. "Pero no hay excusa. No puedes regalar el balón en esta liga ni fallar pases de rutina porque te van a costar".

La frustración e impotencia de la inefectividad de Weeden llevó a varios roces en la banca de los Cowboys, cuando jugadores como Terrance Williams o Jason Witten reclamaron al quarterback que había receptores descubiertos por completos, en situaciones de tercera oportunidad que quizá hubieran dado el primero y 10 o mucho más.

"Para frenar la carrera, nos jugaron coberturas individuales casi todo el partido", dijo el entrenador en jefe de los Cowboys, Jason Garrett. "Debimos ser más efectivos en lanzar el balón, ver las opciones, atrapar también el balón... La falta de potencia por pase nos provocó falta de balance por carrera".

Para colmo, la ofensiva se volvió predecible por completo. DeMarco Murray, líder en yardas ganadas por carrera en la NFL, por vez primera fue detenido en menos de 100 yardas, con 79.

Su escapada más larga fue de 19 yardas entre los 19 acarreos que tuvo; igualada en la menor cantidad de la temporada, junto con el partido pasado; en ambos casos fueron derrotas.
Murray fue incapaz de avanzar una yarda en cuarta oportunidad en el último periodo, cuando el partido estaba 14-10 para Arizona, debido al inexistente bloqueo de la remendada línea ofensiva.

Dallas tuvo que jugar sin dos titulares en la línea; el tackle derecho Doug Free (pie) y el guardia izquierdo Ronald Leary (ingle).

"No jugamos muy bien a la ofensiva", dijo Garrett. "Obviamente, ellos vinieron comprometidos a parar la carera. Es su estilo defensivo".

"Creo que insistimos bien y efectivos por carrera", agregó. "Pero deberíamos haber generado más por pase de manera consistente, para ayudar también a la carrera".

La defensiva mantuvo a los Cowboys en el partido durante poco más de tres cuartos, hasta que se rompió y mucho tuvo que ver con los más de 31 minutos que estuvo en el campo de juego, 16 en la primera mitad.

El novato Tyler Patmon interceptó un pase al quarterback Carson Palmer en la octava jugada del partido que regresó para touchdown.

Al final, Dallas (6-3) permitió 339 yardas totales, 237 por pase y 102 por carrera, que fueron suficientes para que Arizona (7-1) ganara su séptimo partido del año y los Cowboys perdieran el tercero, segundo consecutivo; todos en casa.

"Este no es el momento del año para perder confianza", dijo el dueño y gerente general de los Cowboys, Jerry Jones. "Somos un buen equipo, nuestro récord habla por si mismo. Pero es un hecho que estoy molesto porque creo que hoy pudimos ser mejores".

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