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El show solitario de Kobe Bryant

LOS ÁNGELES -- Kobe Bryant hizo un auténtico partidazo en la derrota ante Phoenix Suns (112-106). De sus manos salieron un total de 37 tiros de campo de los que anotó 14, es decir obtuvo un 37.8 por ciento de acierto. En total, logró 39 puntos en la que es su mejor actuación en cinco partidos, en cinco derrotas dolorosas para Los Angeles Lakers, un equipo que no levanta cabeza.

Kobe fue Kobe. El capacitado para poner al Staples Center en pie, el artífice de mantener vivo el hilo de esperanza ante un marcador adverso que estuvo cerca de voltear con ese protagonismo de sello propio.

"Estaba tratando de ser agresivo, de jugar con mucha energía", afirmó el dorsal número 24. "Es muy fácil mirar las estadísticas y decir '37 lanamientos' pero nadie sabe lo duro que estuve trabajando para lograr tiros fáciles, rebotes ofensivos y tiros en transición. Fallé algunos tiros fáciles, pero cuando juegas con tanta energía, de manera incesante, habrá muchas oportunidades", declaró.

Sin embargo, y una vez más, no fue suficiente. Su pulso, su soltura, su clásico lanzamiento en suspensión, su mordiente en ataque no pudieron salvar de la quinta quema consecutiva a los suyos. Logró su mayor cantidad de anotaciones desde abril de 2013, cuando le hizo 47 puntos a Portland Trail Blazers. Pero así es la vida, porque con Kobe solo no basta.

Para que los Lakers recuperen la confianza es necesario que el esfuerzo sea colectivo, que la efectividad vaya al unísono. A los Lakers les falta solidez defensiva (continúan siendo la peor defensa de la liga), alternativas de ataque (37.5 por ciento en triples -6/16- y 39.8 por ciento en tiros de campo -35/88), fluidez de juego y movimiento de balón (16 asistencias por 28 de los Suns), y sobre todo orgullo. Ése que se desvanece en cada cita perdida, en cada uno de los encuentros que termina con retiradas cabizbajas por el túnel de vestuario.

"Debemos ganar estos partidos. Juegos que están apretados y puede ganar cualquiera de los dos equipos, esos tenemos que ganarlos. Es un proceso de aprendizaje, es muy frustrante pero debemos estar determinados. Yo tengo que mantenerme así, igual que los chicos. Tenemos que intentar darle la vuelta a esto", señaló Bryant.

Los Lakers han entrado en la espiral más temida. Por menos, Mike Brown tuvo que marcharse por la puerta de atrás (tras lograr un balance de 1-4 en los primeros cinco juegos de la temporada 2012/13). Ni el quinceavo aniversario del Staples Center pudo cambiar el destino del equipo, que tendrá cinco días para digerir el pésimo comienzo de campeonato antes de medirse a Charlotte Hornets en casa.

"Por lo que vi, los chicos están enfadados", subrayó Byron Scott. "Eso es bueno. Estaría descontento si estuvieran pasándolo bien".

Antes del juego, Scott abordó el tema de cómo afecta a la moral el no haber sido capaz de lograr la victoria en cinco encuentros. El calendario fue caprichoso con cinco citas en una semana y ante equipos como Golden State Warriors, Houston Rockets, Phoenix Suns en dos ocasiones y Los Angeles Clippers.

"Creo que ganar es como perder, es contagiosos a veces y si los chicos se meten ahí, será una montaña rusa larga", apuntó antes del encuentro ante los Suns. "Es algo que no queremos pensar, queremos pensar en el proceso de hacernos mejores y los resultados vendrán. Mientras tanto, quieres ganar partidos de básquetbol".

Las duras reprimendas en las prácticas y los trabajos para ajustar la defensa no están dando sus frutos. Jeremy Lin (18 puntos y tres asistencias), Carlos Boozer (13 puntos, seis rebotes y cuatro asistencias), Jordan Hill (15 puntos y 15 rebotes) deben dar más de sí. Al igual que la banca, que apenas pudo aportar ante los Suns. Hay mucho que mejorar en Lakers, porque con Kobe no basta.