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La Ley Chelsea

BUENOS AIRES -- Chelsea ejecuta uno a uno a sus rivales en la English Premier League. Con calculada frialdad y extrema precisión. Sin compasión. No importa su pedigrí. Este sábado fue el turno del Liverpool, al que atendió a domicilio con una victoria (1-2) en Anfield Road, mínima en el marcador, amplia en el juego. En las once primeras jornadas del campeonato, al equipo dirigido por Jose Mourinho apenas se le han escapado cuatro puntos. Suma 29 y sólo el brillante Southampton de Ronald Koeman es capaz de seguirle el ritmo. Debe disputarse más de la mitad del torneo -restan 27 jornadas para el desenlace-, pero por mérito propio y demérito ajeno el Chelsea ya se prueba el traje de campeón.

Liverpool tuvo un comienzo resplandeciente. Le puso las manos en la garganta al líder, la apretó con todas sus fuerzas durante veinte minutos y agitó con furia su cabeza, sin lograr desmayarlo. Lo llevó a ese instante del éxtasis en el que se pierde la respiración aunque el corazón continúa latiendo. En ese frenesí inicial el turco Emre Can puso en ventaja a los Reds a los 9' con un disparo de media distancia que se coló al rebotar en Gary Cahill, pero cinco minutos después, a los 14', el propio Cahill, extraordinario central cuyo rendimiento crece partido a partido, recompuso a su equipo y le devolvió a su estado mental habitual. A partir de ahí, en un in crescendo incesable Chelsea se fue comiendo la resistencia de Liverpool como las termitas acaban con la madera y lo sometió por completo.

El partido se dio tal como lo pensó Mourinho. Resultó fundamental el brasileño Ramires para anular las subidas de Alberto Moreno, el muy buen lateral español de Liverpool. También las ayudas entre Ivanovic y Cesc Fàbregas en el mismo sector derecho para mantener bajo control al explosivo Raheem Sterling. Liverpool pierde gas cuando no consigue hacerse fuerte en el juego exterior, y así esta jornada puede terminar 10º en la clasificación con 14 puntos, lejos de cualquier expectativa que signifique salvar la temporada. Por contra, la personalidad camaleónica Chelsea le permite adaptarse a cualquier situación que le toca enfrentar. Si hay que sudar, se suda. Si el juego da para gustarse, a disfrutar.

Su disposición táctica le cerró casi todos los caminos al brasileño Philippe Coutinho, tan elegante como discontínuo. Curioso que Brendan Rodgers no le diera minutos en este partido a Adam Lallana y Kolo Touré, jugadores que vienen siendo importantes esta temporada. Como fuere, este Chelsea no da señales de debilidad. En sus próximos 5 partidos recibirá a West Bromwich Albion, Tottenham Hotspur de Pochettino y Hull City. Y visitará a Sunderland y Newcastle. Con un promedio de edad de 26,8 en el plantel, que muestra a las claras la madurez del grupo que comanda 'Mou'; un goleador como Diego Costa, que suma 10 tantos en 9 partidos (el killer del área que el equipo no tenía en la pasada temporada); y una condición de invicto en 2014-15 que trepa a 16 partidos, los Blues avanzan con paso imperial por la EPL.