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Federer le ganó un partidazo a Wawrinka y es finalista en Londres

Federer domina 14-2 el choque contra su amigo Wawrinka EFE

LONDRES -- Tras una fase de grupos con juegos rápidos y diferencias marcadas, llegó la emoción a Londres. Este sábado, en el mejor partido de las Finales ATP, Roger Federer superó por 4-6, 7-5 y 7-6 (6) a Stan Wawrinka en un verdadero partidazo. Wawrinka estuvo break arriba todo el tercer set, sacó para partido y tuvo cuatro match points, pero se quedó con las manos vacías. Desde temprano, Novak Djokovic esperaba al vencedor en la definición.

Por cómo llegaba cada uno a este partido, el arranque era todo menos lo esperado: Wawrinka mostraba mucha solidez desde el fondo, movía a Federer de lado a lado y aceleraba en el momento oportuno (acabaría el encuentro con 20 winners más). Con paciencia, el N°2 de Suiza se abría paso en el juego, enseguida quebraba para 2-1 y volvía a pegar en 5-2.

Wawrinka metía pocos primeros servicios, pero los ganaba todos. Con el segundo daba licencias, pero Federer no aprovechaba. El quiebre cuando Stan sacaba para set en ese 5-2 parecía acortar diferencias, pero no era suficiente para evitar que el campeón de Australia martillara la primera ventaja.

Federer estaba incómodo en los intercambios desde el fondo. Wawrinka era profundo, lograba buenas aperturas y no fallaba en la definición. Por eso Roger empezó a ir más a la red, y tuvo rédito. Mientras tanto, ambos llegaban sin quiebres hasta el duodécimo game, con Stan al servicio 5-6.

Wawrinka venía de sacar adelante complicados games de servicio. Pero en ese pasaje se derrumbó. Federer hizo lo suyo con un anticipo desde el fondo que descolocó a todos. Stan terminó de concretar la historia con una tremenda volea a la red y un nuevo error no forzado. Quiebre en cero, y set iguales.

En el tercero, el drama. De arranque, nomás, Federer se vio 0-40 y dio paso a una pequeña polémica: pensó ganado el primer punto del set, desoyendo el real cobro del juez. Es decir: jugó el 0-30 pensando que era 15-15. Y frustrado por el enredo, otra vez se vio break abajo y corriendo de atrás en el partido.

Federer, entonces, buscó la igualdad de todas maneras. Tuvo dos puntos de quiebre con Wawrinka sirviendo 4-2, pero no pudo. Y las últimas fichas le cayeron en un game decisivo, con su rival sacando para partido.

En ese 5-4, Wawrinka mostró todas sus caras y trajo a escena la irregularidad que lo acompañó en la última parte del calendario. Tuvo tres match points en ese tramo, pero falló repetidamente buscando acortar los puntos y evidenciando deficiencias en la red. Entre las chances desaprovechadas, Federer se gestionó dos nuevas instancias de quiebre. Y por fin pudo alcanzar la paridad.

Ya en el tiebreak, roles invertidos: Federer sacando los primeros miniquiebres y Wawrinka buscando achicar distancias. En efecto, Stan pasó de estar 3-5 a 6-5, con su cuarto match point del encuentro, esta vez con el servicio de Federer. Y fue saque ganador, nomás. Enseguida, llegó la primera gran oportunidad para Roger. Y allí todo terminó.