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"El éxito no ha cambiado a Ginóbili"

LOS ÁNGELES -- El asistente de San Antonio Spurs, Ettore Messina, es una de las personas del mundo del básquetbol que mejor conocen a Manu Ginóbili. La influencia que tiene sobre el argentino es tal que el internacional reconoció en varias ocasiones que las dos personas más importantes en su periplo profesional han sido Gregg Popovich y el propio Messina. Ahora, cuando su carrera está más cerca del final, el destino unió a dos elementos clave en el desarrollo de Manu.

El italiano es uno de los entrenadores más prolíficos de Europa y una referencia en el básquetbol mundial. Cuenta con cuatro Euroligas (1998, 2001, 2006 y 2008), dos galardones de Mejor Coach de la máxima competición europea (2006 y 2008) y 20 torneos locales entre Italia y Rusia. Su legado en el Viejo Continente es mayúsculo y parte de él lo consiguió junto a Ginóbili.

"Para mí es una gran ilusión porque tuve la suerte de entrenarlo durante dos temporadas y la mala suerte de tenerlo sólo dos temporadas porque se marchó para venir aquí", afirmó el italiano a ESPNDeportes.com en su primera campaña como integrante del cuerpo técnico de 'Pop'.

Messina y Ginóbili coincidieron en el Kinder Bolonia desde el año 2000 al 2002. Los Spurs ya habían drafteado al escolta unos meses antes y estaban esperando a que el argentino explotara sus habilidades en Europa antes de incorporarle al equipo. Junto a Messina, Manu ganó una Euroliga (2001, en la que además fue Jugador Más Valioso de la final) y dos ligas de Italia (2001 y 2002). El argentino brilló en aquella etapa previa al gran salto de jugar en la NBA.

"Personalmente, nunca dudé que pudiera conseguir un papel, un rol tan importante. La verdad es que hizo más de lo que yo pensé al momento. Yo pensaba que iba a ser un buen jugador de NBA, pero ahora va a ser un Hall of Fame", aseguró. "Lo más ilusionante es compartir tiempo con él en uno de los momentos finales de su trayectoria".

Han pasado 14 años desde que Ginóbili dio sus primeros pasos como profesional de la mano de un Messina consolidado en el baloncesto europeo. Según el coach, su alumno sigue guardando muchas de las virtudes de la personalidad que tenía en aquella época, en términos deportivos afirmó que su evolución ha sido más que significativa.

"Tiene una confianza, una experiencia, un conocimiento del juego. Pop lo ha subido muchísimo. Ahora le cuesta un poco más recuperarse partido a partido. Su sabiduría de juego, su visión de juego, sobre todo ese pase cuando él bota a un lado y busca al hombre en la esquina completamente contraria, esas son cosas que valen", destacó Messina.

LA INTELIGENCIA DE GINÓBILI

Desde su llegada a los Spurs, Manu asumió a la perfección el rol que le pidió Popovich. Ha jugado de suplente un 56.6 por ciento de los juegos en los que ha participado y digirió con inteligencia el papel que tendría en el equipo que le ha llevado a conseguir cuatro campeonatos de la NBA.

"Manu ha sido clave para nuestro éxito porque no hay muchos jugadores de la NBA de su calibre que hagan eso", destacó Popovich. "El que haya salido del banquillo todos estos años nos ha hecho un gran equipo de básquetbol. Nos permite tener un gran banquillo. Es un tipo muy especial y aprecio de verdad todo lo que ha hecho. Con el que más hablé al principio de gestionar los minutos fue con Manu. Es un jugador titular y ha salido del banquillo todos estos años. Siento algo de culpa en todo esto, pero prefiere ganar por encima de los minutos que participe", apuntó el coach.

A pesar de ser el jugador más importante de la segunda unidad durante casi tres lustros, Ginóbili siempre ha demostrado lealtad absoluta al proyecto de Popovich. Nunca aceptó ofertas de otros equipos ni dejó de sentirse importante.

"Es un gran jugador de banquillo porque sabe perfectamente que en el momento en que se decide el partido él está en la cancha", agregó Messina. "Él, que es una persona muy inteligente, ha entendido que esta era la manera para que el equipo pudiera ser incluso más fuerte y tener un segundo quinteto que cuando juega marca una diferencia importante. Esta es la razón por la que ellos ganaron el año pasado", afirmó.

MANU JUNTO A SUS DOS MENTORES

Gran parte de la culpa de la asunción de Manu la tienen los dos entrenadores más significativos de su carrera como profesional. Pasado y presente se han unido para hacer que sus últimos años de vida deportiva configuren un guión cerrado, un argumento constituido gracias a los conocimientos de dos sabios del básquetbol.

"Es una alegría y una satisfacción el poder compartir con Ettore después de tanto tiempo un campeonato, un día a día de una manera distinta a cuando lo hacíamos cuando yo era un niño", confesó el internacional argentino. "Nos comunicamos mucho, hablamos tanto del juego como de otras cosas. La verdad que le tengo un gran aprecio y siempre es bueno tener a gente que aprecias alrededor tuya", apuntó.

Mientras tanto, el tiempo no ha parecido pasar para Manu. Aunque su innegable evolución como jugador le haya llevado a alcanzar la cima en el panorama baloncestístico, su esencia sigue siendo la de aquel joven de 23 años de edad que dio el salto a Europa antes de triunfar en la mejor liga del mundo.

"Tiene la misma ilusión por el baloncesto que tenía cuando era más joven. El éxito no lo ha cambiado para nada, es una fantástica persona, un muy buen padre, un muy buen compañero. Sus padres tienen que estar muy orgullosos de él".

Lo dice Ettore Messina, el 'Pop' de Europa y una de las personas más cercanas al jugador.