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Nicolas Escude, el último héroe de Francia en Copa Davis

Escude, un instante después de cerrar la serie en Australia Getty Images

LILLE -- "Fue la victoria más importante de mi carrera porque mi meta era ganar la Copa Davis". No lo duda. Lo puede decir una y mil veces. A 13 años de ese momento soñado y a diez temporadas de haber colgado la raqueta, Nicolas Escude aún dibuja una sonrisa en su rostro cuando recuerda lo sucedido en Melbourne, sobre césped, en 2001. Ahí escribió una gesta histórica que coronó a Francia como campeón de la Copa Davis por última vez. Este fin de semana, en Lille, Richard Gasquet y Jo-Wilfried Tsonga buscarán agregarle una página más a la tradición gala en la competencia.

"En el primer single de la final le gané en cinco sets a [Lleyton] Hewitt, que venía de consagrarse en el Masters de fin de año", rememoró Escude en La Voix du Nord, en su triunfo más importante en la competencia. Pero hubo un antes y un después, obviamente. Y con varias particularidades, con el capitán francés Guy Forget en un rol decisivo, una victoria épica en cuartos de final ante Suiza y una mala fortuna del lado del comandante australiano John Fitzgerald en la definición.

El primer escalón de la proeza lo subió en Neuchatel, en abril. Forget le dio un guiño por sobre Cedric Pioline y no defraudó. Con pasado en el Top 20, Escude venía de ganar su segundo título ATP en Rotterdam, en cancha dura bajo techo. Y en la final había derrotado a un joven de 19 años que empezaba a marcar un rumbo glorioso. La superficie de la serie en Suiza era similar (carpeta bajo techo) y su rival para el primer día, el mismo que había vencido en la definición del certamen holandés. Un tal Roger Federer. Con el 1-0 a favor, tras un enorme 15-13 en el quinto set de Arnaud Clement ante Marc Rosset, Escude firmó el 2-0 al imponerse en cuatro parciales.

Pero hubo más en tierras helvéticas, porque los locales reaccionaron en el dobles y en el primer punto del domingo. Todo en manos de Nicolas. Y bien al límite. Rosset, quien, al igual que Federer, no tenía una buena relación por entonces con el capitán Jakob Hlasek, no saltó a la cancha por cuestiones físicas. En su lugar, George Bastl, hombre fuera del Top 100 pero capaz de generar sorpresas, como lo hiciera un año después en Wimbledon al eliminar a Pete Sampras. Y asustó con un 6-1 inicial. Pero Escude reaccionó, llevó la historia al quinto set y, para hacerlo aún más épico, levantó un match point algo particular. En el 5-6 y 30-40, un espectador suizo se adelantó al pique del tiro del francés y gritó "fuera"; la bola fue buena y Bastl, desconcertado, falló su golpe. Hizo un clic por la acción y se fue del partido. Remontada y victoria del francés, por 8-6, para el 3-2 en la serie y el pase a las semifinales.

Luego del 3-0 (la serie terminó 3-2) ante Holanda, en la que Escude venció a Sjeng Schalken en cinco sets en el segundo punto, Forget lo mantuvo firme entre los singlistas para la definición en Melbourne ante Australia. Su final en 's-Hertogenbosch 2010 y los cuartos de final en Wimbledon, unos meses antes, le dieron el aval para la cita en césped. Tenía dos contras: esa victoria ante Schalken había sido su único festejo en una cancha en dos meses, con cuatro derrotas consecutivas. Y enfrente estaba Lleyton Hewitt, por entonces N°2 del mundo. Pero el galo contaba con un plus. Había derrotado al aussie en el All England Club ese mismo año.

La jugada de Fitzgerald, de poner césped para la serie, parecía acertada en la previa, pero la historia se le complicó. Escude volvió a sorprender a Hewitt el primer día de acción y Patrick Rafter, que puso el 1-1 al vencer a Sebastien Grosjean, no pudo jugar el domingo por una lesión en un brazo. "Tomamos un riesgo en dobles, y no funcionó, pero era algo que debíamos afrontar", marcó tras quemar sus últimas fichas reemplazando a Todd Woodbridge. Ante la adversidad, Hewitt saltó a la acción por tercer día seguido y forzó un quinto punto. Todo en manos de Escude, una vez más. Y otra vez ante un rival de menor calibre, como Wayne Arthurs, aunque peligroso en esta superficie por su servicio. Éxito en cuatro sets y título para Francia en un 2001 soñado por el último héroe francés.

Ahora, justamente, Escude este fin de semana verá la actividad bien de cerca en la serie de Francia ante Suiza, por la final de la Copa Davis. Actualmente se encuentra en el equipo de trabajo de Jo-Wilfried Tsonga, junto a Thierry Ascione. Escenario ideal para el traspaso de la vara.