Los recesos internacionales siempre han sido la pesadilla de los DTs de clubes, y Manuel Pellegrini debe estar contando las horas que faltan para recuperar a su precioso conjunto de atletas esta semana. Sin embargo, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que una pausa de este tipo en el calendario nacional resultó ser tan beneficiosa para el Manchester City.
Pellegrini está muy acostumbrado a las interrupciones de rachas excelentes por la partida de casi toda la plantilla al aeropuerto de Manchester, pero esta vez su personal y él han aprovechado la ocasión para darse un respiro y hacer un balance de estado, lesiones y psicología del plantel antes de que la acción se reanude en serio este fin de semana con la visita de un alegre y confiado Swansea City.
En el frente de lesiones, el panorama es bastante sombrío, ya que Eliaquim Mangala, Edin Dzeko, Vincent Kompany, David Silva y Aleksandar Kolarov están fuera. De éstos, sólo los dos defensas centrales parecen tener posibilidades de regresar al equipo para la visita del Swansea, mientras que la presencia esencial de David Silva no se espera hasta finales de mes como muy pronto.
El cuadro es más sombrío aún para los dos miembros Balcanes de la escuadra, ya que Kolarov regresaría en diciembre y aún no hay fecha para Dzeko, ya que se las arregló para lastimarse en serio la pantorrilla en apenas cuatro minutos de juego en Loftus Road, la última vez que el City jugó.
Si bien las lesiones son parte del juego, perder tantos jugadores importantes en un momento en el que hay una clara falta de confianza en el equipo puede describirse como un hecho desafortunado. Sin embargo, todo en la vida tiene dos caras, y la introducción forzada de sangre nueva a veces puede ser la solución.
Mientras el cuerpo médico de Pellegrini está dedicado a su importantísimo trabajo de reparación, el DT tendrá que sacar a relucir su mejor trato con aquellos jugadores que están listos y en forma para jugar. Masajear egos y la correcta gestión de un entorno psicológico en ocasiones frágil de un equipo de fútbol son habilidades vitales en circunstancias como ésta.
El City actualmente tiene baja autoestima y poca confianza, y por lo tanto, es poco probable que los jugadores estén ansiosos por asumir riesgos en el campo de juego. Reparar la confianza con una fuerte y sólida actuación contra los Swans será esencial. Como aquellos que regresan del servicio internacional probablemente también estén cansados después de dos partidos de alta tensión, además de mucho viaje, el objetivo de Pellegrini debería ser asegurarse los tres puntos de la forma más rápida y sencilla posible.
A medida que el City se acerca a los tumbos (en algunos casos literalmente) a la apretada agenda de Navidad y la apertura de la ventana de pases, la falta de estado de algunos quedará en plena evidencia. Los nervios bien documentados de Mangala en la defensa central son, en opinión de la mayoría, parte de un proceso de adaptación particularmente difícil para el joven francés.
Ha demostrado lo suficiente en un sólido y valiente debut contra el Chelsea, y en ocasiones aisladas desde entonces, como para persuadir a muchos de que será un activo enorme para los Blues en el futuro cercano. El anuncio reciente del FC Porto de que las condiciones de Bruno Martins Indi están ayudando a los fans locales a olvidarse de Mangala muy rápido puede ser cierto, pero yo creo que tarde o temprano el fornido defensor empezará a cantar el mismo himno que sus socios de la defensa. En ese momento veremos exactamente por qué 32 millones libras le fueron abonadas a Porto este verano.
No puede decirse lo mismo de Gael Clichy, quien ha tenido tres años para adaptarse a lo que el City quiere de él. Como ha sido admirablemente señalado por mi colega David Mooney esta semana, una alarmante cantidad de los problemas del City han estado arraigados en torno al menudo jugador francés, ya sea por sus propios errores o por los que provocó en otros por su propia inactividad. Con Kolarov lastimado, pero tras haber mostrado una falta de dirección similar, Pellegrini podría estar haciendo su parte para reforzar en enero.
Si abre la cartera, puede que también revise la ofensiva, que --si a Sergio Agüero le sucede lo impensable-- luce penosamente diezmada. Como los rendimientos de Dzeko y Stevan Jovetic han sido muy irregulares hasta ahora, la línea frontal sin el pequeño maestro argentino será menos amenazante para los equipos contrarios que una pistola de juguete.
Los próximos seis partidos harán bastante para definir la temporada del City, con los últimos dos encuentros de la Champions League contra los oponentes más fuertes del grupo (Bayern y Roma), partidos difíciles como visitante en Southampton y --históricamente para el City al menos-- Sunderland, además de la visita a Manchester de dos equipos, Swansea y Everton, que disfrutarán de proponerle un desafío al City en cualquier competencia estética cabeza a cabeza.
Mientras Pellegrini prepara las palabras de aliento para sacar a sus hombres de este mal momento, dentro de poco veremos no sólo de qué están hechos estos jugadores en un momento difícil, sino también su DT.