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Dolorosa preparación lo motiva

Antonio DeMarco y Jessi Vargas, durante su última conferencia de prensa antes de la pelea. Chris Farina | Top Rank

MACAO, China -- La preparación de Antonio DeMarco para enfrentar al campeón Jessie Vargas fue la más dolorosa y lejana de su carrera.

Tuvo que soportar un campamento al otro lado del planeta con respecto a su natal Tijuana, en Filipinas, y la noticia de que su hermanita de 13 años padece una grave enfermedad.

Pero está convencido de que ambas cosas serán fundamentales en sus aspiraciones de conseguir otra corona mundial, cuando enfrente a Vargas por el cetro Superligero de la Asociación Mundial de Boxeo.

"Este campamento tan lejano de mi casa ha sido una de las cosas más duras de mi carrera, pero a la vez una de las más bonitas", dijo DeMarco en el entrenamiento público de los boxeadores preliminaristas del cartel de este fin de semana en el Venetian Hotel de Macao, encaezado por la pelea entre Manny Pacquiao y Chris Algieri.

"Fue durísimo dejar durante casi dos meses a mis dos hijas, que son lo que más amo", agregó. "Fue difícil dejar a mi esposa, a mis padres, a mi hermana. Pero por ellos estoy aquí luchando. Es bien duro para mí".

DeMarco dijo que la preparación en Filipinas bajo la tutela de Freddie Roach, junto a Pacquiao, sirvió en todos los aspectos, desde la concentración sin distracciones, hasta convertirlo en un mejor boxeador.

Pero la peor circunstancia fue enterarse durante su estancia en Macao que su hermana Mariana Soto sufre cáncer.

"Pero eso me ha hecho fortalecerme en esta preparación", mencionó. "Me avisaron cuando apenas tenía dos semanas en Filipinas y créeme que me quería regresar. Pero le pedí tanto a Dios que ahorita estoy tan tranquilo".

"Vengo tan bien preparado física y mentalmente que estoy seguro de que puedo conseguir el campeonato del mundo", añadió. "Eso motivaría a mi familia en estos momentos tan duros".

De Marco enfrentará a Vargas, un boxeador méxico-americano de Las Vegas con marca perfecta en 25 combates profesionales, incluidos nueve nocauts, a quien considera un boxeador completo.

En marzo de 2012, el tijuanense ganó el título Ligero del Consejo Mundial de Boxeo, que perdió dos peleas después.

"Es un buen peleador", dijo Vargas. "Pero yo vengo en mi mejor momento. Voy para arriba. Sé que tendré enfrente a un boxeador con experiencia de campeonato mundial, pero no hay forma de que me detengan".

DeMarco (31-3-1, 23 ko's) creció en una ciudad donde los campeones mundiales han sido una constante.

Incluso, su suegro, Raúl "Jíbaro" Pérez fue uno de los monarcas de esa ciudad fronteriza y cuya experiencia ha ayudado en el desarrollo de DeMarco.

"Fue dos veces campeón del mundo con gran estilo", dijo. "Lo he visto en video y no me canso de verlo en la casa. Y me da consejo sobre lo que se puede ganar y lo que se puede perder. Me ha transmitido esa experiencia que debo aprovechar dentro y fuera del ring".

El tijuanense está consciente de que un triunfo sobre Vargas puede catapultarlo a los grandes escenarios y bolsas. Pero por lo pronto, sólo ansía subir al cuadrilátero, ganar y volver a su casa en Tijuana, de donde ha estado ausente desde hace par de meses.

"Voy a dar una muy buena pelea para la gente que vaya a la arena y para la que vea por televisión", prometió. "Vengo bien preparado y estoy listo para demostrar lo que puedo hacer".

DeMarco siguió desde pequeño a otros grandes campeones tijuanenses más allá de su suegro, como Erik "Terrible" Morales, Manuel "Mantecas" Medina. Pero uno de sus mentores de su carrera ha sido "Baby" Zepeda, un boxeador fronterizo que se quedó corto en sus aspiraciones de campeonato mundial.

"Es uno de mis entrenadores y alguien a quien he admirado", dijo. "Debió ser campeón y he aprendido con él que debo aprovechar mis oportunidades. Tal vez él no tuvo tanta oportunidad de conseguir ese título".

"Vengo preparado para cualquier tipo de pelea", agregó. "Agradezco la oportunidad, pero creo que Vargas se arrepentirá de habérmela dado. La próxima vez que hablemos ya será como campeón mundial".