Eduardo Alperín 9y

González, luchador infatigable

BUENOS AIRES -- El argentino Ricardo González es el estandarte del infatigable luchador, sorteador de innumerables obstáculos al hacer camino al andar. Ahora, a los recién cumplidos 45 años de edad, después de 16 temporadas consecutivas de jugar en el European Tour, perdió esta temporada la tarjeta y salió a recuperarla.

Y vaya si la recuperó frente a 155 adversarios mucho más jóvenes, entre los que estaban su compatriota Estanislao "Tano" Goya, de 26 años, y el chileno Nicolás Greyger, de 28. Y no sólo eso, sino que fue segundo en la maratón de seis vueltas, en días consecutivos, intercambiando el Stadium Course (par 72) y el Tour Course (par 70) del PGA Catalunya Resort, en Girona, España.

Ricardo bajó el par en cuatro de los últimos seis hoyos, con 410 (68-68-65-72-70-67), 18 bajo el par, quedó a dos golpes del finlandés Mikko Korhonen, que hizo 408 (72-65-65-71-68-67).

Goya (71-68-71-73-72-70) y Geyger (66-74-66-77-69-73), con 225 (-3), fueron 43ª y, al no poder dentro de los primeros 25, debieron conformarse de poder actuar en el Challenge Tour 2015. El bonaerense Ariel Cañete (71-79-74-77), con 301 (+17), no pudo pasar el límite 283 (par) y se fue con las manos vacías.

A pesar de sentir perder la oportunidad de la victoria, González estaba feliz con su logro y lo alineó junto a los cuatro títulos del Tour Europeo: el Omega European Masters 2001, el Open de Madrid 2003, el Open de Sevilla 2004 y el SAS Masters 2009, que acumulo en una larga y fructífera carrera en el nivel superior.

"Este segundo lugar está a la altura de ganar en el Tour Europeo", dijo el jugador de Rosario, y continuó: "Tienes que ser paciente y mantenerse feliz. Le dije a mi caddie que tenía que disfrutar de la semana, y estoy muy feliz ahora. Sentí la presión al comienzo, cuando pensé que había terminado mi carrera. Tengo 45 años, por lo que poder mantenerme un año más en el circuito es para mí una enorme satisfacción".

NACIÓ EN CORRIENTES Y ROSARIO LO PROYECTÓ AL GOLF
Transcurría 1984, estaba en el Rosario Golf Club para cubrir la información del Abierto del Litoral, cuando dos aficionados me llevaron a la cancha de par 9 del frigorífico Swift, porque deseaban mostrarme a un joven, de un poco más de 15 años, de condiciones notables. Allí vi a Ricardo González por primera vez. Me encontré con un pegador potente, de buenas condiciones, poseedor de una llamativa personalidad para su edad.

En 1986 ingresó al campo rentado. En 1987, poco antes de cunplir 18 años, venció Abierto de Rosario y, en 1987, en el Gran Premio Las Praderas de Luján. Viajó a Europa, tuvo buenos y malos pasajes hasta afincarse en el European Tour en 1996.

González simboliza el desfase del tiempo entre tantos jugadores estilizados, puro músculo, surgidos del laboratorio del golf. Nació en Libertador, a 40 kilómetros de Esquina (Corrientes). Con apenas un año, su familia se trasladó a Rosario, donde su padre comenzó a trabajar en un frigorífico. Creció en la pobreza y se inició en el golf como caddie. Ahora tiene plena conciencia de la carencia de una preparación ideal en su juventud, pero la suple con su fortaleza mental para encarar los problemas.

Aunque no satisfaga los requisitos del golfista moldeado y bendecido por el marketing, sus dotes naturales le permitieron luchar siempre. Cuando debió superar la pérdida de sus padres y su suegro. Seguio adelante por su esposa y sus tres hijos. Antes de esos ingratos acontecimientos, maravilló con un golpe mágico en Malmoe, tan sensacional que lo bautizaron "El Hombre Hacha".

Justo terminó la actuación en Gerona, que le valió la tarjeta 2015 y 11.500 euros, cuando en el Rosario Golf Club se inició el Abierto de Litoral, que él ganó en cinco ocasiones, la última vez en 2013, cuyo título no pudo ir a defender, y la semana próxima jugará el Personal Classis, junto con Fabián Gómez.

El correntino-rosarino es capaz de superar la edad, los esfuerzos o el cansancio al calor del fuego de la pasión.

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