Jordi Blanco | Corresponsal 9y

Messi, serio aspirante al Balón de Oro

BARCELONA -- El pasado viernes, un día antes de que Leo Messi se convirtiera en el máximo goleador histórico de la Liga española con su hat-trick al Sevilla, la FIFA cerró el plazo de votaciones para la concesión del Balón de Oro, un premio que a cada año que pasa aumenta la rivalidad del argentino con Cristiano Ronaldo.

"Si no gana Cristiano será una vergüenza", dijo hace algunos días su compañero Pepe. "No sé qué más debería hacer Cristiano para lograrlo", apuntó Ancelotti. "No puede haber otro vencedor", se sumó Florentino Pérez. En Madrid, tanto en el club merengue como en su entorno mediático más próximo, no existe debate posible... Y sin embargo, los datos, fríos, no deberían ofrecer tal seguridad.

Considerado Messi como el mejor futbolista del Mundial de Brasil, torneo en el que Ronaldo pasó de puntillas marchándose a casa tras una primera fase decepcionante, al portugués apenas le salvó la conquista de la Champions, en cuya final, por cierto, su concurso fue nulo, anotando un penalti cuando el partido frente al Atlético estaba sentenciado y salvándose, él y el equipo, de la derrota en tiempo añadido.

Más aún, durante la primera mitad del año el rendimiento y trascendencia de Messi estuvo a la altura de su gran contrincante. Desde enero y hasta la celebración del Mundial, jugando en sus equipos, el argentino marcó 27 goles por 23 del portugués y buena parte de ellos fueron trascendentales para que el Barça sobreviviera en la Liga.

En la Liga, Leo abrió las victorias frente a Sevilla, Almería, Osasuna, fue decisivo con un hat-trick en el Bernabéu y dio los triunfos ante Espanyol, Betis, Athletic o Villarreal. Cristiano, por su parte, sentenció al Granada y fue decisivo en Mestalla o en la visita al Levante.

En la Champions Messi, que venía de una lesión, fue decisivo en la eliminatoria contra el Manchester City, aunque no le alcanzó para superar al Atlético de Madrid. El portugués, que pasó de puntillas en la final, sí fue vital ante el Schalke o trascendente ante el Bayern.

En la Copa Barça y Madrid se encontraron en una final que Cristiano Ronaldo no jugó. Para llegar a ella, el madridista se destacó solamente en la eliminatoria contra el Atlético, mientras el azulgrana, autor de seis goles, sentenció tanto al Getafe como al Espanyol.

La temporada acabó con el Atlético conquistando la Liga en el Camp Nou... En un partido en que la providencia le robó a Messi un pedazo de historia por cuanto el árbitro le anuló un gol que después se demostró legal y que le habría dado al Barça el título y a él, a Leo, el papel protagonista sin discusión.

EL MUNDIAL
"El ganador del Balón de Oro, siempre, es un jugador que se haya destacado en el Mundial", refirió no hace muchos días, humildemente, Andoni Zubizarreta, sumándose sin aspavientos al discurso que antes había hecho el propio presidente de la FIFA, Joseph Blatter.

De hecho, el mandatario suizo fue hace algunos meses uno de los grandes defensores del argentino cuando desde Madrid se pretendió restar peso al premio concedido en Brasil por su torneo. Y los hechos cantan por si solos.

Italia conquistó el Mundial de 2006 y Cannavaro logró el Balón de Oro, que en 2002 había sido para Ronaldo con Brasil campeón o en 1998 para Zidane, con Francia campeona. La tendencia se rompió en 2010, cuando el Mundial lo conquistó España y Xavi e Iniesta quedaron por detrás de Messi, líder del mejor Barça de la historia y que en Sudáfrica quedó apeado con Argentina en los cuartos de final.

En 2014, en Brasil, la diferencia de rendimiento entre uno y otro fue sideral. Portugal, con Cristiano Ronaldo, quedó apeada en la primera fase tras ser aplastada por Alemania (4-0), no pasar del 2-2 frente a Estados Unidos y ganar por la mínima a Ghana, en una victoria ya inútil en la que el madridista marcó su único gol del torneo.

Messi, por su parte, marcó cuatro goles en la primera fase, siendo decisivo en las victorias contra Bosnia (2-1), Irán (1-0) y Nigeria (3-2) con dos dianas. En los octavos de final dio la asistencia con que Di María, acabando la prórroga, marcó para derrotar a Suiza, fue vital en los cuartos contra Bélgica y siendo el mejor del partido, marcó el primer penalti de la tanda decisiva contra Holanda en semifinales. La final fue para Alemania con el gol de Götze, después de que Boateng salvase bajo palos un remate de la Pulga o que se anulase un gol a Higuaín... En jugada iniciada por Leo.

La diferencia entre uno y otro, a la vista está, no admitió discusión.

EL CIERRE
Al final, la candidatura de Cristiano Ronaldo se ha sostenido en los últimos cuatro meses del año, entre agosto y noviembre, en que su capacidad realizadora se ha catapultado por mucho que el rendimiento de Messi, en absoluto, le haya desmerecido.

El portugués suma 20 goles en la Liga por 10 del argentino, quien se ha destacado como un asistente de lujo, regalando hasta 8 dianas a sus compañeros. El portugués mostró músculo con sus dos goles en la Supercopa de Europa frente al Sevilla pero pasó desapercibido en la Supercopa de España ante el Atlético, destacando solo un gol de penalti en la Champions ante el Ludogorets en Bulgaria enfrentado a la exhibición de Messi contra el Ajax.

Fue ante el equipo holandés, en Amsterdam, cuando Leo alcanzó el record histórico de Raúl, 71 goles, a los que también aspiraba Cristiano, no demasiados días antes de que el azulgrana se colocase igualmente en la cima de los goleadores de la Liga española superando el record de Zarra para sumar 253 dianas.

A nivel de clubs, Cristiano Ronaldo ganó Champions y Copa (aunque no jugase una final y pasase desapercibido por la otra), mientras Messi no ganó la Liga por un gol mal anulado (a él) y perdiera la final de Copa en Mestalla. Con sus selecciones la diferencia entre uno y otro se entiende brutal en favor del argentino.

¿Está ciertamente sentenciado el ganador del Balón de Oro? A la vista del rendimiento de los dos protagonistas no debiera parecer tan claro... Aunque en todo el asunto aparecen terceros aspirantes, con nombre alemán y procedencia bávara, porque el Bayern de Múnich, columna vertebral de la campeona Alemania en el Mundial y ganador de la Bundesliga, tiene en Müller, Lahm o incluso Neuer a futbolistas que no debieran quedar en el olvido.

Como, desde luego, no tiene que quedar Leo Messi, quien el pasado sábado volvió a demostrar, como tantas veces, cual es su ascendencia real en el mundo del fútbol.

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