Adry Torres 9y

Calderón al mando del triángulo

NUEVA YORK - Una de las razones por la que los New York Knicks adquirieron a José Calderón el pasado verano fue por la virtud que posee el español dirigiendo cualquier tipo de sistema ofensivo.

El pésimo arranque que han tenido los Knicks esta temporada ha sido un reflejo de la falta de un verdadero controlador del timón de la ofensiva del triángulo, pero el debut del base titular mostró destellos de lo exitoso que puede ser este nuevo sistema, pese a que la victoria llegó ante los Philadelphia 76ers, la decepción más grande de la liga. De nuevo el lunes en Houston, la actuación de Calderón en minutos limitados, sin dudas, ha mostrado destellos de lo exitoso que puede ser este nuevo sistema.

En sus primeros dos partidos, el español ha jugado una media de 23.5 minutos tras recuperarse de una distensión en la pantorrilla derecha que sufrió el pasado 22 de octubre. El pronostico inicial del cuerpo medico de los Knicks indicó que solo iba a estar fuera de la cancha entre dos a tres semanas. Sin embargo, el jugador de 33 años de edad justamente retornó cinco semanas después de lesionarse.

"Me va tomar un poco de tiempo para estar al 100 por ciento. El otro día estuve un poco indeciso", afirmó Calderón, que ha promediado 6.0 puntos, 4.0 asistencias y 0.5 balones perdidos.

"Nunca sabes lo que va a suceder. Tenía miedo a veces. Mi movimiento esta mucho mejor. Iba (corriendo) sin pensar sobre la pantorrilla".

Nueva York, que se medirá ante el antiguo equipo de Calderón en Dallas la noche del miércoles, por primera vez esta temporada, como nunca necesitará a un saludable Calderón tras determinar horas antes del encuentro que Carmelo Anthony no jugará debido a espasmos en la espalda que sufrió el lunes en Houston.

El nativo de Villanueva de la Serena, España, ha luchado un poco con su tiro desde el campo y detrás de la línea de tres puntos.

Calderón, que en su carrera ha registrado 48 por ciento de goles de campo y 41 por ciento de triples, ha acertado 4 de 13 desde el campo y 2 de 6 triples.

Calderón no estuvo sorprendido por lo enmohecido que le resultó su tiro, fallando cinco de seis intentos desde el campo. El único tiro que logró fue un triple que encestó en el primer parcial, aunque aprovechó para irse aclimatando al ritmo de juego tras tanto tiempo alejado.

El armador quedó a gusto con su rendimiento, afirmando que en ningún instante de los tres parciales que jugó tuvo que lidiar con dolores en la pantorrilla.

"Al principio... va a ser un poco espantoso por ahí cuando estás empujando el 100 por ciento o lo que sea. Siempre va a estar en tu mente un poco o al menos por un tiempo", indicó el veterano. "Sólo tengo que salir y tratar de hacer las cosas bien y hacer jugadas. Me perdí algunos tiros abiertos como se esperaba. Yo no fui tan rápido como yo quería ser... como esperábamos. Así que estaremos mejor cada día".

New York ha perdido 10 de sus últimos 12 encuentros. En medio de sus tres derrotas mas recientes, incluyendo ambas la semana pasada ante Milwaukee y Minnesota, los jugadores estaban empezando a notar un progreso con lo que se trata de un sistema muy complejo.

En lugar de distanciarse durante ese período que estuvo recuperándose, Calderón fue uno de los grandes apoyadores, ofreciendo su conocimiento práctico a Shane Larkin, que fue el armador titular en 12 de los 13 partidos con promedios de seis puntos, 2.9 asistencias y 40 por ciento de goles de campo, y Pablo Prigioni, quienes tuvieron la encomienda de pilotar el intrincado sistema.

"Solo va a seguir mejorando", señaló el jugador que obtuvieron los Knicks el pasado 25 de junio en un canje con los Dallas Mavericks, a quien van hacer una visita el este miércoles.

"Creo que nos estamos comprendiendo mejor. Sabemos lo que tenemos que hacer, lo que nuestros compañeros en la cancha quieren hacer. Esa es la clave del movimiento del balón, del espacio. Tenemos que tratar de hacer eso durante 48 minutos", agregó el base, que promedió 11.4 puntos, 4.7 asistencias, 46 por ciento de goles de campo y 45 por ciento en tiros de tres el año pasado en 81 partidos, durante su única temporada con los Mavericks.

RECIBIDO CON BRAZOS ABIERTOS

El retorno de Calderón solamente no fue un gran avistamiento para los 19,812 que llenaron el Garden, también lo fue para Carmelo Anthony.

El superestrella de la escuadra neoyorquina tuvo la suerte de tener a bases astutos como Andre Miller y Chauncey Billups durante su época en Denver y brevemente pudo confiar en Jason Kidd en su segunda temporada con los Knicks dos años atrás.

Ahora se beneficiará inmensamente jugando al lado de un base que reconoce el concepto del triángulo.
"José es un base inteligente. Es un tipo inteligente. Ha jugado muchos partidos. Él sabe cómo dirigir un equipo. Sabe cómo operar la ofensiva, especialmente una ofensiva como esta", dijo Anthony.

"Puede tirar el balón. Puede espaciar la cancha. Pero lo más importante es su coeficiente intelectual por ahí en la cancha de baloncesto, creo que es muy alto", continuó. "Eso es algo que hemos estado perdiendo en esa posición".

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