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La triste realidad de los Sixers

Lo puedes ver en la expresión de Michael Carter-Williams, un joven y talentoso base de 23 años que está en apenas su segundo año en la NBA y carga con una responsabilidad demasiado grande para él, lo puedes notar en la desazón de su entrenador Brett Brown y en los asientos vacíos del Wells Fargo Center. Los Sixers son una vergüenza para la ciudad de Filadelfia con su marca de 0-14 esta temporada, y lo peor de todo es que no parece haber una luz al final del camino, al menos no en el futuro inmediato.

Los Sixers perdieron por 114-104 este martes contra los Portland Trail Blazers, un equipo ampliamente superior que en verdad se esforzó por regalarle una victoria a su rival con cinco balones perdidos en el primer cuarto, 15 en total, y permitiendo que un equipo que promedia un 32 por ciento de efectividad en tiros de campo eleve ese número a 50.

Sin embargo, la ineptitud del conjunto local pudo más que la indiferencia del visitante. Los Sixers iban ganando por 52-50 en el entretiempo y 58-52 en el tercer cuarto, pero este grupo de jóvenes no sabe como manejar un partido y Portland se despachó con 39 puntos en el tercer cuarto como parte de un parcial abrumador de 39-22.

Sí, uno puede decir que los Sixers perdieron la batalla de los rebotes por 52-29 y que LaMarcus Aldridge los trató como un juguete con sus 33 puntos y 11 rebotes, pero si uno mira más de cerca pudo ver que los Sixers en realidad van mejorando poco a poco y que ellos en realidad jugaron su mejor partido de la actual campaña, manteniéndose a tiro hasta la recta final del último cuarto.

Su realidad actual es tan triste que una derrota más o menos peleada por 10 puntos es causa de optimismo.

Carter-Williams tiene la mala costumbre de conformarse con el tiro con salto y comenzó el partido errando sus primeros cinco tiros, pero una vez que él fue más agresivo y encaró hacia el aro terminó encestando 10 de sus próximos 19 intentos para culminar el encuentro con 24 puntos, su cantidad más alta de la temporada.

Tony Wroten sigue consolidándose como escolta y fue el jugador más consistente del equipo con sus 20 puntos, Henry Sims tampoco desentonó y también anotó más puntos que en cualquier otro partido de la actual campaña con 22, y Nerlens Noel jugó con la actitud de un veterano a pesar de ser un novato.

No se confundan, los Sixers siguen siendo tan malos que hasta algunos jugadores de la NBA consideran que el mejor equipo del básquetbol universitario los podría derrotar. Eso es ridículo, pero su historial reciente invita a ese tipo de especulación.

Eso si, si ellos juegan más seguido como contra los Blazers y menos como cuando perdieron por 53 puntos contra los Dallas Mavericks, por 25 contra los San Antonio Spurs o por 32 contra los Toronto Raptors, su primer alegría de la temporada no tardará demasiado en llegar.

Fijémonos en el calendario de la próxima semana para especular con cuando exactamente podría llegar ese primer triunfo tan ansiado.


Miércoles 26: vs. Brooklyn Nets
. Los Nets cuentan con una marca de 5-8 (2-5 como visitantes), y ya perdieron una vez contra los Sixers en tiempo suplementario la temporada pasada. Probabilidad: 30%


Sábado 29: vs. Dallas Mavericks.
Los Mavs son una de las revelaciones de la Conferencia Oeste y su marca es de 10-5, pero ellos tienen un choque exigente contra los Raptors un día antes. Probabilidad: 5%


Lunes 1 de diciembre: vs. Spurs.
No, simplemente no. Los campeones vigentes ya derrotaron a los Sixers por 100-75 a media máquina esta temporada. Probabilidad: 1%


Miércoles 3 de diciembre: vs. Minnesota Timberwolves.
El partido es en Minnesota, pero el no tener que lidiar con la presión de su gente podría llegar a ser algo positivo para Filadelfia. Los Wolves también son malos con su marca de 3-9 y esta podría llegar a ser su mejor apuesta, aunque no por mucho. Probabilidad: 45%

Si los Sixers no logran ganar ninguno de estos compromisos, estarían 0-18 y luego reciben al Oklahoma City Thunder, sotanero del Oeste sin Kevin Durant ni Russell Westbrook.

El día más temido sería el martes 23 de diciembre, ya que ese podría ser el día en que Filadelfia podrían llegar a quebrar el récord de 26 derrotas consecutivas que ellos mismos igualaron la temporada pasada. Su rival en ese entonces sería el Heat en Miami. Linda manera de esperar la navidad.

Los Sixers de esta temporada emulan a los de la campaña 1972-73, quienes también tuvieron el peor arranque de la historia de la liga con 14 derrotas en la misma cantidad de partidos y culminaron sus esfuerzos con una marca de 9-73, la peor de todos los tiempos tras 82 partidos.

¿Acaso Carter-Williams, Noel y compañía podrán evitar volver a hacer el tipo de historia equivocada y ganar 10 de sus próximos 68 compromisos? El titulo de peor equipo de la historia está en juego, y ese no es un legado que ningún equipo quiere heredar, mucho menos dos veces en 50 años.

Esto no es culpa de los jugadores dentro de la cancha, sino que de los dirigentes fuera de ella que le venden un producto podrido a su gente con la promesa de que todo cambiará y valdrá la pena a largo plazo.

Lamentablemente para los simpatizantes de una franquicia tan orgullosa como prestigiosa, hasta que la mentalidad organizacional no cambie, los resultados tampoco lo harán.