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Dani Alves ensombrece la goleada del Barcelona ante APOEL en Chipre

BARCELONA -- La cartulina amarilla que Dani Alves vio el martes en Nicosia y que le apartará del decisivo partido frente al PSG fue acogida con indisimulado disgusto en el seno del Barcelona, donde se entendió tan innecesaria su alineación por parte de Luis Enrique como evitable la acción que le costó la amonestación.

Con el Barça ya por delante en el marcador, el lateral brasileño cortó un balón sin aparente peligro en la zona de medios azulgrana con la mano, lo que provocó la lógica tarjeta que confirmó los peores presagios. Alves no anduvo ni acertado ni tampoco centrado en el juego, en un momento en que el equipo de Luis Enrique controlaba con calma el partido y su error ensombreció el ánimo.

Las primeras críticas, de puertas adentro, fueron sin embargo para el entrenador por decidir su presencia en el once a pesar del riesgo y más teniendo en cuenta que, como se confirmó después, el choque frente al APOEL podía ser el más cómodo de esta fase de grupos. Luis Enrique desplazó a Chipre tanto a Martín Montoya como a Douglas y en cierta medida se esperaba que uno de ellos, o incluso Adriano, fueran los elegidos para actuar en el lateral derecho. Pero la sorpresa fue mayúscula.

Luis Enrique comenzó por enviar a la grada a los dos laterales diestros y continuó por dejar en el banquillo a Adriano para mantener en el once a Alves, aún sabiendo el riesgo de su alineación con los ojos puestos en el diez de diciembre y el PSG. "Fue una sorpresa porque en las apuestas, quien más quien menos coincidía en que no jugaría", aseveró un periodista desplazado a Chipre con la expedición, avisando que entre los propios futbolistas la decisión del entrenador resultó chocante. Incluso, se especuló, para el propio protagonista.

La sanción que apartará a Alves del partido decisivo frente al campeón francés, que el Barça necesita ganar si quiere pasar a los octavos de final como campeón de grupo, devuelve al escenario la difícil situación deportiva del club en clave de futuro. La pasada semana una información de Mundo Deportivo aseguró que el Barça ya tiene decidido no prolongar el contrato del brasileño el 30 de junio y que en caso de mantenerse la sanción de la FIFA que impediría acudir al mercado de fichajes, Martín Montoya es contemplado como el primer 'aspirante' al puesto.

Sin pretenderlo, Alves habría ahora puesto en el primer plano al entrenador, quien se ha mantenido en un absoluto silencio respecto a la situación contractual del jugador pero manteniéndole siempre en el equipo y apartando a su teórica competencia ha dado a entender que solamente confía en un jugador para el puesto... Precisamente el señalado desde la directiva.

En el actual escenario se aventura como lo más probable que Adriano sea quien ocupe el lateral derecho el diez de diciembre, pero sea él o, sorprendentemente, cualquiera de los dos más sacrificados (Montoya y Douglas) quienes formen parte del once titular contra el PSG, lo que suceda en el cierre de la fase de grupos marcará de forma directa la trascendencia real del problema.

Si el Barça cumple las expectativas, gana, pasa como campeón de grupo a octavos y el rendimiento defensivo no se ve afectado por la ausencia de Alves, todo habrá quedado en una anécdota... Si, por el contrario, Cavani, Lavezzi, Ibrahimovic y compañía dejan en evidencia al sustituto del brasileño, lo ocurrido en Nicosia será recordado como un error de estrategia muy grave de Luis Enrique.