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ROSARIO-- Era previsible. En un deporte muy lógico como el rugby, haber visto un triunfo del seleccionado del Alto Valle ante Rosario en la fecha 4 del Campeonato Argentino de Uniones era algo improbable. La mayor cantidad de clubes, jugadores, años de práctica del deporte se ven plasmados finalmente en la cancha. Los verdes, pese a las desventajas, firmaron un decoroso 46-26 en contra en el Grantfield, la sede de Old Resian Club. Emanuel Soto, hooker y capitán del equipo de Diego Manson, habló con Scrum sobre el paso de su combinado por la Cuna de la Bandera, el certamen nacional y la actualidad de su formación. -¿Cómo viste el partido que hizo Alto Valle ante Rosario?
-Nos costó mucho. En el primer tiempo nos pesaron las piernas, nos faltaba aire, pero pudimos aguantar un poco el resultado. En el segundo tiempo, salimos a quemar las naves. Sabíamos que Rosario cada pelota recuperada posiblemente la convertiría en puntos. Perdimos dos pelotas, es la diferencia que se ve plasmada en el resultado, 20 puntos. Esas dos pelotas nos jugaron muy en contra. Estoy muy orgulloso de estos chicos. Este equipo está compuesto por dos clubes. Había 13 jugadores de Neuquén Rugby y dos de Marabunta. Tratamos de hacer lo mejor que podemos. Tenemos muchas desventajas, pero estamos felices de estar en esta zona Campeonato. Rosario juega un rugby de mucho vuelo. Nosotros le jugamos a tratar de lentificar esas pelotas. Por momentos pudimos hacerlo. -En el juego cerrado de los forwards, ustedes intentaron en la primera parte proponerle batalla a los locales. Por momentos, lo lograron. ¿Qué te pareció?
-Sí, como nosotros intentamos lentificarle la pelota, Rosario jugó a complicarnos el scrum. Nosotros tenemos un scrum sólido. Lo plantamos siempre ante todas las uniones. Rosario jugó a ensuciarnos en esa formación y eso es lo que en definitiva terminó logrando. No nos dejó sacar pelotas limpias. Estamos por la buena senda. Jugaremos con Córdoba y trataremos de poner a nuestra unión lo más arriba que podamos. -¿La cuestión física influyó en los últimos minutos?
-Tuvimos un viaje en ómnibus de casi 20 horas. Intentamos nutrirnos y tomar agua todo el tiempo. Cuando veníamos en el viaje paramos a correr. Se vio un primer tiempo donde los jugadores sentimos el cansancio. Realmente el viaje en bondi se nota. En este nivel, regalar algo así es muy improductivo. -De todas maneras, me imagino que están contentos por estar en el primer nivel, que es el más difícil contra las uniones con más clubes y con más jugadores, ¿verdad?
-Nosotros peleamos mucho desde el Sur. Realmente no nos dan competencia porque ésa es la verdad. Nosotros jugamos contra equipos del Sur que, sin desmerecer a nadie, tienen un nivel mucho más bajo que los clubes del Alto Valle. Estamos golpeando la puerta en la UAR para que nos ayuden a jugar una competencia. En el ritmo y en lo colectivo, ellos hacen la diferencia. Román Miralles es un tipo que admiro mucho, un jugadorazo. Necesitamos que nos abran esa puerta porque no queremos desaparecer del mapa. Tenemos material humano para hacerlo. Mantuvimos la categoría el año pasado. -Seguramente será un repechaje durísimo para quedarse en la zona Campeonato contra rivales como Mendoza, Santa Fe o Mar del Plata, tres uniones grandes. ¿Cómo imaginás ese partido?
-Somos 30 locos que no tenemos nada que perder. El resultado, como decimos en el vestuario, no nos interesa mucho. Sí nos gusta salir con una sonrisa de la cancha, sabiendo que nos vaciamos adentro, que dejamos todo lo que tenemos. Me toca ser el capitán y veo a estos 23 tipos que dejan sus familias, que entrenan con 2 grados bajo cero, que hacen viajes de 1.000 kilómetros para tener una buena competencia. Son hombres que tienen un corazón y unas pelotas enormes. Perdimos, pero se dejó todo. Estas personas son grandes personas y van a ser exitosos en su vida gracias a este deporte.
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