Jordi Blanco | Corresponsal 9y

En el Barça incomodan los arbitrajes

BARCELONA -- Agarrado a la persecución del Real Madrid gracias a un gol milagroso en el último suspiro, el Barcelona apartó del plano tanto las dudas respecto a su juego en Mestalla como la incomodidad manifiesta que crece en su entorno respecto a los arbitrajes. Tema este último que comienza a calar en el vestuario azulgrana.

El sábado el barcelonismo asistió pasmado al gol con el que Benzema abrió la victoria madridista en Málaga. "Fue un agarrón clarísimo. Increíble que no se pitase la falta", apuntó una fuente próxima a la plantilla azulgrana, que admitió que los jugadores de Luis Enrique empiezan a cansarse de la diferencia de criterio arbitral que observan en los campos.

El club mantiene el silencio y entre la plantilla existe el pacto tácito de no entrar en el debate pero, transcurridas 13 jornadas de Liga, alrededor del Camp Nou crece la sensación de que los 'pequeños detalles' escapan a cualquier lógica. "Comparas la entrada de Otamendi a Neymar con la de Mosquera a Marcelo y te entra la risa", abundó la misma fuente, recordando el penalti con el que el Madrid inició la remontada frente al Elche y para quien las diferencias en los primeros tres meses y medio de competición invitan a la preocupación.

Antes de su victoria en La Rosaleda, el Real Madrid aplastó al Eibar con un contundente 0-4 que dejó en mera anécdota tanto el gol que abrió su victoria, precedido de un fuera de juego clarísimo, como el 0-3, que llegó tras un centro de James cuando el balón había superado la línea de fondo.

Los datos se amontonan al repasar los partidos e invitan a recordar la jugada con la que el equipo de Ancelotti abrió su victoria en Granada, a los dos minutos, en la que Carvajal cometió falta en la banda derecha del ataque merengue sobre Murillo para robarle un balón que acabó centrando para que Benzema asistiera al remate final de Cristiano Ronaldo.

Fue, como la del Elche o Eibar, una jugada anecdótica a la sombra del resultado final pero que empujaron al equipo de Ancelotti. Y son circunstancias, jugadas concretas, 'pequeños detalles', que quedando ocultas en goleadas no borran lo sucedido.

EL CLÁSICO

Y todas esas jugadas, entre anecdóticas y decisivas, se suman a lo sucedido en el Clásico directamente, encuentro que venció el Real Madrid por 3-1 y que ante la superioridad que mostró en su juego durante muchos minutos dejó encerrada en el cajón una jugada concreta que en el vestuario azulgrana no se ha olvidado.

Con el partido empatado tras el penalti que transformó Cristiano Ronaldo, el 2-1 que marcó Pepe de cabeza a la salida de un corner ejecutado por Kroos se produjo tras un forcejeo entre Benzema y Mascherano que bien pudo ser falta del galo al impedir el movimiento del argentino pero, más claro, un empujón del propio Pepe a Dani Alves, que evitó que el brasileño pudiera impedir su cómodo salto para rematar de cabeza.

El gol desniveló la balanza para el equipo de Ancelotti y desembocó en una segunda mitad en la que el Barcelona fue siempre a remolque, disminuido también en su juego y que acabó encajando otro gol que cerró el Clásico con la victoria merengue por 3-1.

Pero llegó, otra vez, con una jugada polémica que en el entorno barcelonista se entiende benefició directamente al líder. Como ante el Elche, el Levante, Granada, Eibar o Málaga. Mientras el Barça se sentía perjudicado en Valencia de mala manera con el penalti no señalado a Neymar (en toda la Liga aún no ha marcado ni un gol desde los 11 metros mientras Cristiano Ronaldo ya ha anotado 6) o el gol mal anulado a Suárez, la cabalgada del Real Madrid obtiene esos 'pequeños detalles' que marcan las diferencias.

Y poco a poco en el Camp Nou va calando esa sensación de que el criterio arbitral empieza a pesar.

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