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Incertidumbre en Perú ante el aplazamiento de la final

LIMA -- El aplazamiento de la final del campeonato Descentralizado de Perú por la falta de agentes de policía, argüida por el Gobierno para garantizar su seguridad, causó incertidumbre en el país sudamericano, ya que a día de hoy no se ha propuesto una nueva fecha para disputar el primer partido.

El encuentro de ida de la final, que jugarán el Juan Aurich de Chiclayo y el Sporting Cristal, estaba programado para el domingo en el estadio Elías Aguirre, y posteriormente se aplazó al lunes, pero el ministro del Interior, Daniel Urresti, negó el permiso para organizar el partido.

Urresti argumentó que la vigésima cumbre mundial de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP20, por sus siglas en inglés), que se celebra en Lima del 1 al 12 de diciembre, concentra a más de 40.000 agentes de policía, traídos de otras regiones como Lambayeque, cuya capital es Chiclayo, para brindar seguridad a la cumbre.

Las únicas opciones que dio el ministro para jugar el partido antes de la conclusión de la reunión de Lima es disputarlo a puerta cerrada o en Arequipa, a 1.800 kilómetros de distancia de Chiclayo.

El presidente de Juan Aurich, Edwin Oviedo, aseguró hoy a Radio Programas del Perú (RPP) que su club está dispuesto a contratar a mil agentes de seguridad privada para que el partido se pueda jugar con público.

Oviedo pidió reunirse con el ministro porque consideró una falta de respeto al club chiclayano y a su afición su negativa a posponer el encuentro, e incluso amenazó con dimitir si continúa la misma situación.

"Si el ministro Urresti persiste y nos obliga a jugar a puerta cerrada, nosotros como directivos no tendremos otra alternativa que aceptar de una manera indignante", dijo Oviedo.

El Sporting Cristal y Alianza también vivieron una situación similar esta semana, cuando el miércoles debían jugar en Lima el partido de desempate para determinar al campeón del torneo Clausura, pero la negativa del Gobierno a celebrarlo en Lima o Trujillo les obligó a disputarlo el jueves en Arequipa, a mil kilómetros de Lima.