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Salón de la Fama peligra

SAN DIEGO -- Es tiempo de que el Salón de la Fama de Cooperstown comience a pensar en una reestructuración total de la forma en que elige a sus miembros o de lo contrario correrá el riesgo de entrar en una crisis que, dejará la institución sin candidatos viables y, casi seguro, afectará la enorme credibilidad que tiene el organismo en la sociedad norteamericana.

El Comité de La Era Dorada anunció el lunes en el hotel Manchester Hyatt que no eligió a nadie para la ceremonia del Salón de la Fama del 2015. El cubano Tony Oliva y el norteamericano Dick Allen recibieron 11 votos cada uno y se quedaron cortos por uno del mínimo para ser electo por el organismo de 16 miembros.

También se quedaron los cubanos Minnie Miñoso (8) y Luis Tiant (3) y Jim Kaat (10), Maury Wills (9), Ken Boyer, Gil Hodges, Bob Howsam y Billy Pierce (3).

Resulta que el Comité de Veteranos (dividido en sub-comités llamados Era de la Expansión, Era Dorada y Era Pre-Integración) fue creado con la idea de enmendar injusticias de los miembros de la Asociación de Escritores de Béisbol (BBWAA, por sus siglas en inglés), el primer filtro al que se expone un candidato a Cooperstown.
Irónicamente, mientras los periodistas han tenido un comportamiento relativamente consistente en el criterio con que juzgan a los candidatos --sin incluir los casos de peloteros afectados por la sombra de los esteroides--, los comités de veteranos han sido exageradamente ambivalentes, y hasta cómicos, en su accionar.

Los candidatos de la Era Dorada, que comprende el tramo transcurrido entre 1947 a 1972, es juzgada por un panel compuesto por hombres brillantes: Los miembros del Salón de la Fama Jim Bunning, Rod Carew, Pat Gillick, Ferguson Jenkins, Al Kaline, Joe Morgan, Ozzie Smith y Don Sutton; los ejecutivos de Grandes Ligas Dave Dombrowski, Jim Frey, David Glass y Roland Hemond, y los veteranos periodistas Steve Hirdt, Dick Kaegel, PhilPepe y Tracy Ringolsby.

Ellos no volverán a revisar los casos de jugadores de la Era Dorada hasta el 2017. El próximo año corresponderá votar a los miembros del Comité Pre-Integración, que estudia las actuaciones de peloteros que jugaron antes de la ruptura de la barrera racial, y en el 2016 a los del Comité Era de la Expansión, que comprende a candidatos cuyas carreras se desarrollaron desde 1973 en adelante.

El problema, sin embargo, no es la constitución de los comités, sino las guías que se le dan a sus integrantes.

Si usted suma el hecho de que los evaluadores de carreras de candidatos que ya fueron suficientemente rechazados en el pasado temen cambiar eso para, supuestamente, no hacer el ridículo, con la resistencia de los escritores a votar por jugadores que estuvieron cerca de una jeringa alguna vez en sus vidas, entonces el panorama apunta a una sequía de candidatos en el futuro cercano.

En pocas palabras, si las 283 victorias y 16 Guantes de Oro del zurdo Jim Kaat no sirven para Cooperstown por, digamos "falta de dominio" o miedo de los veteranos para rescatarlos, pero tampoco son suficientes los 354 triunfos y siete premios Cy Young de Roger Clemens, por sospechas de que usó sustancias, entonces la pregunta del millón es: ¿¡Quienes irán a Cooperstown en el futuro cercano!?

La gente del Salón de la Fama de Cooperstown tienen un problema grave entre sus manos y eso solamente se resolverá haciendo una profunda revisión a las guías de elección que dan a periodistas y veteranos.