Más allá de las objeciones que puedan existir sobre el hecho de que los jugadores de la NBA vistan camisetas "I Can't Breathe" [No puedo respirar] durante las entradas en calor antes de los partidos --los jugadores deberían tener una agenda más clara, no deberían romper las reglas de vestimenta de la NBA, etc.-- no perdamos de vista el punto clave: Están dirigiendo la conversación en la dirección correcta.
Las camisetas, que hacen referencia a las últimas palabras que Eric Garner pronunció antes de morir luego de que un oficial de policía le aplicara una llave de estrangulamiento al arrestarlo, han planteado preguntas entre los jugadores que las visten. Jugadores como Derrick Rose, LeBron James y Kobe Bryant han traído claridad sobre estas cuestiones. La disparidad entre el significado de la vida de los negros y el poder de la policía ha llegado a "un punto de inflexión", en las palabras de Bryant. Esa es la gran inferencia de las muertes de Garner en Staten Island y de Michael Brown en Ferguson. Se trata de vidas perdidas, del dolor de las familias, de las políticas públicas que deben abordarse.
Debemos dar crédito a los jugadores por haber mantenido la claridad sobre estos puntos.
Luego de haber usado la camiseta durante la entrada en calor previa al partido contra los Nets en Brooklyn el lunes por la noche, James dijo, "Más que nada es un apoyo a la familia, porque ellos son los que deberían estar recibiendo toda la energía y el esfuerzo".
Tras observar la forma en que el movimiento se ha extendido más allá de las comunidades inmediatas e incluso en los 48 estados contiguos de EEUU, Bryant dijo: "Se ha convertido en una cuestión por la que las personas están defendiendo sus derechos, cuestionando en serio el sistema judicial, cuestionando el proceso del sistema legal y a aquellos que tienen autoridad, si están abusando o no de ella, y cuál es el umbral para usar esa fuerza, y así sucesivamente.
"Pero en eso se ha fundado nuestra nación. Tenemos la posibilidad de cuestionar estas cosas, y de una manera pacífica. Y eso es lo que nos hace un gran país".
Los Lakers vistieron estas camisetas antes de su partido contra los Sacramento Kings el martes por la noche, y muchos las usaron cuando estaban en el banquillo.
"Como equipo, simplemente queríamos dar un paso al frente y mostrar nuestro apoyo a la comunidad", dijo Carlos Boozer. "No 'promovemos a los delincuentes'. No se trata de eso. Estamos promoviendo la humanidad. Podemos tratarnos mejor unos a otros, más allá de la situación".
Aplaudo su negativa a apartarse de este camino.
Hay quienes dicen que los jugadores de la NBA ganan demasiado dinero, o en algunos casos que no se criaron en el gueto, y que por tanto no deberían meterse... como si una categoría impositiva pudiera descalificar a alguien de la compasión.
Hay quienes quieren desviar la conversación hacia la pequeña minoría de manifestantes que recurrieron a la violencia... como si este país no tuviera un historial de respuestas violentas a los impuestos, a la abolición de la esclavitud y la integración de las escuelas.
Los más errados son aquellos dispuestas a condonar las muertes de Brown y Garner porque supuestamente habían violado la ley. Eso pasa por alto la premisa fundamental de nuestro sistema legal, que sostiene que todo individuo es inocente hasta que haya quedado demostrado ante un jurado que efectivamente cometió un delito. Brown y Garner nunca llegaron a juicio, así que por defecto murieron "inocentes". Pero el mismo sistema legal se vuelve sospechoso cuando los oficiales que indiscutiblemente causaron sus muertes no son llevados a juicio.
Eso fue lo que causó la ira, la confusión, la penetrante sensación de que hay que hacer algo. Estos jugadores de la NBA respondieron a la llamada a través de sus declaraciones. (Ah, y por favor no describan lo que hicieron como una protesta. Una protesta es un paro o una sentada o una marcha por las calles. Una protesta no es trotar por la cancha con una camiseta.)
Lo que faltó en las protestas reales que han surgido en todo el país es una agenda específica. A pesar de toda la retórica contenida en el discurso "I Have A Dream" [Tengo un sueño] de Martin Luther King, también tenía metas tangibles: que personas de todas las razas pudieran sentarse a la misma mesa, tomarse de las manos, ir juntos a votar.
No sé qué es más impresionante: que esas ideas fueran más una fantasía que una realidad para los afroamericanos en una época tan reciente como 1963, o que cinco décadas más tarde el pedido sea una súplica aún más básica de sobrevivir las interacciones con la policía.
Hemos escuchado pedidos para que se extienda el uso de cámaras de video en los uniformes de los oficiales de la policía, pero si la grabación en vídeo de la llave de estrangulamiento y el derribo de Garner no alcanzó para una formulación de cargos, ¿qué gran diferencia harían más cámaras? Hay que enfocarse en el umbral de qué es lo que constituye el uso justificado de la fuerza letal. Hay que encontrar el difícil equilibrio entre la seguridad de los civiles y la de los agentes de policía encargados de protegerlos.
Los atletas probablemente no puedan arreglar todo eso por sí mismos -- dependerá de los políticos, de la policía, de los líderes de los derechos civiles y de todos nosotros idear soluciones reales. Sin embargo, los atletas, con sus altos perfiles y su influencia, pueden ayudar a formular las preguntas correctas, que es precisamente lo que jugadores como Rose, Bryant y James han hecho.