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DALLAS -- Jason Garrett reconoció que la línea ofensiva es gran parte de la razón por la cual vive su primera temporada ganadora como entrenador de los Cowboys. Pero dijo que también mucho tiene que ver con la madurez del corredor DeMarco Murray, quien atraviesa una temporada histórica. "Es un jugador que ha crecido mucho en su vida profesional y personal", dijo Garrett. "Nadie está sorprendido aquí de ver la monstruosa temporada que tiene. Desde el día 1 cuando llegó, nos dimos cuenta del gran jugador de futbol (americano) que es". Murray fue reclutado en la tercera ronda del draft del 2011 egresado de la Universidad de Oklahoma, donde siempre fue visto como el gran sucesor de los éxitos de Adrian Peterson. Sin embargo, las constantes lesiones que sufrió en el futbol americano colegial provocaron que estuviera disponible en la opción 71 global para Dallas, a donde llegó lastimado. "Sólo era cuestión de que sanara por completo y problema resuelto", dijo Garrett. "Desde el principio aprovechó todas las oportunidades que tuvo". El corredor llegó a la temporada 2014 después de dos años consecutivos de más de mil yardas, pero sin una campaña completa, debido a lastimaduras. Este domingo, frente a los Philadelphia Eagles, Murray igualará la máxima cantidad de partidos participados en la NFL. "Cada vez entiende mejor esta liga", dijo Garrett. "Cada vez es un corredor más completo que sabe cuando hay que correr o cuando mejor hay que salir y evitar ser golpeado". "Tiene una visión de campo inigualable", agregó. "Cierto, la línea ofensiva es el factor principal, pero DeMarco ha aprendido a ser paciente, esperar por el bloqueo, a cambiar de dirección y velocidad. Ahora reconoce mejor nuestro sistema y las defensivas rivales, y lo que puede esperar de ellas". Murray dijo que los récords dan igual, que lo importante es ganar algo trascendente ahora mismo. "Este es un deporte de equipo y podrás tener todos los récords del mundo, pero en una franquicia como la de los Cowboys, sólo se recuerdan los campeonatos ganados", señaló Murray. La semana anterior, Murray acarreó el balón en 41 ocasiones, 32 por carrera y nueves por recepción, para quedarse a una jugada de romper la marca de más toques de bola en un juego para los Cowboys, de Emmitt Smith. Es el líder en yardas ganadas por carrera en la NFL con 1,606; tiene tres partidos para sumar al menos 394 yardas más y convertirse en el octavo jugador que supera las 2 mil yardas en la NFL, el primero desde que en el 2012 Adrian Peterson logró dos mil 97 yardas. "Sería agradable superar las 2 mil", dijo Murray. "Pero sólo me concentro en ganar, en llegar por vez primera en mi carrera a la postemporada. Aquí sólo se trata de ganar o de nada sirve lo demás". Murray y el resto de los Cowboys enfrentarán este domingo a los Philadelphia Eagles, que ya los derrotaron el Día de Acción de Gracias, cuando tuvo su peor ganacia en yardas por carrera, 73. Pero está convencido de que esta vez será diferente. "Creo que hemos jugado bien afuera de casa y que vamos mejor preparados en todos los aspectos que la primera vez", dijo Murray, de 26 años. "No hay pretexto. Nos vencieron bien la primera vez. Veremos qué sucede el domingo...". Los Cowboys tienen marca perfecta como visitantes esta campaña en seis partidos disputados fuera de su AT&T Stadium.
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