Adry Torres 9y

Marc Gasol respeta a la oposición

FILADELFIA -- Después de haber necesitado dos prórrogas el viernes pasado para arrebatarle la victoria a unos Charlotte Hornets que se encuentran en desorden y cerca del sótano de la Conferencia Este, Marc Gasol y los Memphis Grizzlies arribaron a la "ciudad del amor fraternal" la madrugada del sábado para enfrentarse a los Philadelphia 76ers, los peores de los peores del baloncesto.

Totalmente extenuados tras haber llegado a las cuatro de la mañana hora local, los Grizzlies hubieran recibido una amonestación menor si hubiesen perdido el segundo partido de los dos juegos consecutivos que los preparadores del calendario de la les habían programados.

Pero cuando se trata de un conjunto de la Conferencia Oeste, un pase libre es lo último que desean dejarle a un contricante debajo de un arbolito alumbrado, especialmente si pertenecen a la del Este.

Con una desventaja de 18 puntos restando 7:39 en el cuarto parcial, los Grizzlies reconocieron el fondo de sus mentes lo crucial que fuera perder ese encuentro y lo sumamente primordial que era sumarle otra victoria más a su balance.

Gracias al heroismo de Mike Conley, que anotó 17 de sus 36 puntos en los últimos 7:31 que abarcó el cuarto parcial y el tiempo extra, el segundo mejor equipo de la liga (19-4, .826) salió ileso y mantuvo firme control sobre la segunda posición del Oeste.

"Cuando un equipo del Este le gana a uno del Oeste, es como una doble derrota entonces porque no juegan entre ellos", afirmaba Gasol a ESPNDeportes.com, todavía uniformado una hora tras la conclusión del partido mientras el resto del equipo lo esperaba en el autobús para entonces volar a Memphis.

"Hay 10 equipos en el Oeste que todos están para estar en los playoffs y de una vez en los playoffs da igual en qué posición estés porque cualquiera le puede ganar a cualquiera".

Cuando arrancó la acción la noche del lunes, siete de los ocho equipos que estaban luchando por la clasificación a la postemporada tenían un balance de por lo menos nueve partidos o más sobre .500.

"La Oeste es durísima", aseveró el catalán. "Todo el mundo es muy igualado. Están trajando mucho. No es fácil, es muy difícil".

Golden State ocupaba la cima del Oeste. Detrás de Memphis en la tabla de posición se encontraban los Houston Rockets a un partido y los Portland Trail Blazers a juego y medio. El campeón actual, los San Antonio Spurs, se encontraba a dos partidos y medio de los Grizzlies mientras que Los Ángeles Clippers y los Dallas Mavericks estaban a cinco juegos.

El octavo conjunto, los Phoenix Suns, con balance de 12-13, ocupaban el último plazo pero eran perseguidos por tres otros equipos, incluyendo el Oklahoma City Thunder, que ahora se ve completo con el regreso de Kevin Durant y Russell Westbrook.

El hecho que Memphis remontó de 18 puntos cuando muchos hubiesen empacados sus bolsos simplemente señaló lo preparados y capaces que están para jugar 48 minutos con los peces gordos del Oeste.

De los ocho partidos que los Grizzlies tienen programados en los proximos 14 días, cinco serán contra sus rivales del Oeste, incluyendo dos juegos contra los Spurs. La tenacidad de la conferencia, sin lugar a dudas la más fuerte de la liga, se traslada de un partido a otro.

"Más que nada prepara la mente y le permite a uno creer, le permite a uno que pase por los altibajos de los juegos y que no renuncies", explicó Conley a ESPNDeportes.com.

"La confianza todavía está ahí porque en la Conferencia Oeste los equipos juegan a un alto nivel cada noche. Vamos a tener un déficit. Vamos a estar abajo 10 (puntos) en el cuarto parcial", continuó. "¿Qué vamos a hacer entonces? Tenemos que ser capaces de ejecutar y obtener paradas".

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